Reviso una vez más la lista de las cosas para el cumpleaños de Tristan y sólo me falta una cosa: El pastel.
La decoración, la comida, los juegos, la piscina, la piñata y los regalos ya están. Los demás niños (Que deberían ser sólo unos ocho) están llegando, la mayoría deja su regalo y pasa directamente a la parte de atrás que es donde está la piscina. Los padres pasan también directamente para vigilar a los niños, no sin antes llevarse una cerveza para refrescarse y no morir de aburrimiento. Claro, también van hasta allá para felicitar a Tristan que está metido en la piscina con Gelda.
Faltan dos horas para tener que cantar cumpleaños así que busco con mi mirada a Meliodas y lo encuentro en la puerta que da a fuera hacia donde está la piscina hablando con su hermano, Zeldris. Apresurada me dirijo hasta allá.
—Hola, Zeldris, ¿Cómo estás? —Lo saludo primero a él.
—Bien, Eli. Por cierto, la fiesta te está quedando genial.
—Oh, gracias —En lo que él se aleja me volteo hacia mi novio que está bebiendo un jugo de manzana de la cajita por el pitillo. Le prohibí beber hoy—. Oye, tengo que ir a buscar el pastel, ¿Puedes ocuparte de la fiesta tú solo? Te prometo que estaré aquí para la hora exacta.
—Esta bien, Eli, puedes confiar en mi, deja lo demás en mis manos, ¿Cuando te he fallado? —Arqueo una ceja y me cruzo de brazos, justo cuando voy a hablar pone un dedo en mis labios— No respondas a eso.
—Bueno, gracias. Estaré aquí lo más pronto posible. Intenta no explotar nada a parte de la piñata.
(🦋)
Despechá de La Rosalia suena en las bocinas del auto a un volumen pasable cuando estoy llegando a la pastelería tarareandola. Me bajo aún con la canción en mi cabeza y girando las llaves. Tarde veinte minutos en llegar (Tal vez porque conduzco cómo una loca, no lo sé), así que si me dan el pastel rápido puede que llegue una hora antes de cantar y pueda seguir celebrando con mi hijo su primer cumpleaños. Sin embargo, cuando entro a la pastelería esa ya no parece una opción.
La tienda está llena. De verdad llena. Hay demasiadas personas aquí, por lo que me resulta difícil llegar hasta el mostrador donde el que atiende está intentando calmar a la multitud de personas. Una mujer obesa me dio un codazo en la nariz que casi me deja en el suelo de no ser porque una chica rubia y de ojos azules me tomó del codo. Su cara demuestra estar igual o más molesta que yo después de ese codazo.
—¿Estás bien?
—Si, pero... Creo voy a estar aquí mucho tiempo.
(🦋)
[Meliodas.]
—Papá —Bajo mi mirada hasta el pequeño ser que estar agarrando mi pierna, Tristan, ¿Quién más?
—¿Que pasó, Tristan?
Él corre torpemente (apenas sabe caminar) hasta la puerta que da a afuera y extiende su bracito hacia mi abriendo y cerrando su mano, quiere que vaya con él. Dejo mi teléfono en la mesa y voy tranquilamente hasta él que empieza a llevarme lentamente hasta el borde de la piscina donde señala hacia adentro. Intento ver que es lo que está señalando, pero no hay nada. De hecho, no hay ni un sólo niño allí y cuando me doy cuenta de eso es muy tarde. Ya estoy dentro de la piscina.
La verdad, si dolió, la piscina es baja ya que son niños de un año a dos, por los que mi nariz chocó fuerte.
(🦋)
Aún mojado llamo a los niños para partir la piñata que es de Hulk. El primero es Tristan, que en brazos mios le da cómo puede con el palo que es muy pesado para él. Así van pasando los niños hasta que uno de ocho tuvo el turno. Miren, todo bien, hasta que en una de esas cuando fue a darle hacia atrás con fuerza me golpeo a mi en el estomago con fuerza. Después de eso y terminar de partir la piñata los niños más pequeños se acercaron con palo hacia mi y sólo pude rezar para que me lo quisieran entregar.
No me lo querían entregar.
(🦋)
Faltaban quince minutos para cantar cumpleaños, los niños se estaban volviendo salvajes a falta de dulces y Elizabeth aún no llegaba con el pastel. La llame trece veces y no contestaba, ¿En donde carajos estaba metida? Tristan estaba tan molesto que me había mordido ya dos veces, por lo que Zeldris se lo llevo a jugar junto a otros dos niños, pero los demás seguían molestos, algunos incluso se habían quitado la camisa y comenzado a gritar mientras se golpeaban el pecho. Tengo miedo.
Y lo peor es que sus papás no hacen nada.
(🦋)
[Elizabeth.]
Al fin había salido de ese infierno junto a mi nueva amiga. La chica que me salvo de caer al piso. Se llama Ariana, es maestra de segundo grado y resulta que estaba molesta, además de por el desastre allí adentro, porque su ex no para recarcarle en redes sociales que su nueva novia es mejor que ella en todo, y estaba allí para comprar galletas para una reunión que tendría al día siguiente. Si, allí dentro tuvimos mucho tiempo para ponernos al día sobre nuestras vidas. Porque si, yo también le conté la mía.
—Espero volver a verte, Ari.
—Igualmente, Eli.
Nos despedimos y me subí a auto, donde puse Perfect World de Twice a un volumen no muy pasable. Vi la hora, llegaría sólo diez minutos tarde si le metía al acelerador, aunque, ¿Qué tenía de malo si llegaba unos minutos tarde? A fin de cuentas Meliodas estaba a cargo de todo allá, y además, era una fiesta de niños de uno y dos años, lo más caótico que podrían hacer sería hacerse en los pañales, sin embargo, las tranquilidad se me esfumo al ver trece llamadas perdidas de mi novio.
(🦋)
—¡Hora de cantar cumpleaños!
Fue lo primero que dije al entrar, los niños se emocionaron y pusieron alrededor de la mesa donde dejé el pastel. Meliodas, con cara de trauma, se puso a mi lado mientras yo tomaba en brazos a Tristan, no me dio tiempo de preguntarle que había pasado cuando comenzamos a cantar. Le tome tantas fotografías a Tristan cómo pude mientras cantábamos y cuando estaba comiendo pastel.
Cuando estaba viendo a Tristan comer y tomándole fotos, arquee una ceja en dirección a Meliodas.
—¿Estás bien? Tienes cara de haber visto un fantasma, ¿Pasó algo malo mientras no estuve?
Él me miró pálido y después se dirigió a Tristan.
—Por favor no me pidas más fiestas de cumpleaños, no sé cuantas más pueda resistir —Cómo repuesta Tristan se rió y le lanzó un pedazo de pastel a la cara. No pude evitar reírme.
*
El primer cumpleaños siempre es inolvidable, ¿No es así?
Me divertí escribiendo esto xD.
Y sí. Ariana es la versión original de la Elizabeth de Las consecuencias de un Te Amo ;)
Y sí. Mis personajes tendrán encontrones con los otros personajes de mis otras historias :>
Lo cuál me recuerda que el lindo francés de capítulos anteriores es uno :3 (Oh, si, algún día verán en este perfil un Meliodas francés)
Y sí. Cuando tenía como ocho años me dieron en un cumpleaños el palazo que le dieron a Meliodas en el estómago, sólo que a mí me lo dieron en las caderas *Recuerdos de Vietnam*
LittleStar.
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Relatos de una madre primeriza - Melizabeth
Fanfiction|Terminada.| "Ser madre es totalmente diferente a como te contaron..." Elizabeth Goddess, es madre primeriza. Ella y su novio saben que criar un niño con diecinueve años, sin terminar la universidad y sin apoyo de tus padres es díficil, pero Melioda...