Fan en secreto. // YoonMin

21. No puedo mas.

JiMin llegó a los casilleros y dejó algunas de sus pertenencias ahí, mientras doblaba su abrigo con cuidado para guardarlo ahí mismo, y luego cerrarlo. Pero pego un respingo al notar al pálido rapero que se encontraba con los brazos cruzados recargado en los casilleros.

– Santa Lachimolala. – solto sin pensarlo al verlo ahí. – ¿Qué cree que hace?

YoonGi apreto sus labios, viendo el ceño fruncido del contrario, incluso así, JiMin no lograba intimidarlo, era como un bebé haciendo una mueca de "miedo", causando solamente ternura.

– Solo pasaba a saludarte, y preguntar como va tu día, aunque al parecer va de maravilla. – menciono con algo de molestia, viendolo JiMin con confusión – digo, aquel chico de la moto te hacía reír bastante, ¿qué es de ti?, ¿Te conseguiste una pareja para olvidar lo que paso o que?

La expresion de su maquillista era indescriptible y YoonGi en ese momento si sintió algo de temor.

– ¿Que es todo lo que hablas hyung? – eso también le atemorizo, la voz de JiMin sonaba entre dolida y molesta. – Ten cuidado, cualquiera lo malinterpretaria, recuerde que tiene una chica que es su pareja.

Sin más que decir el menor se fue, dejándolo confundido.

"¿Que mierda solte?", fue lo que pensó YoonGi.

YoonGi no comprendía su propia actitud, el solo sabía, que anteriormente, estaba desayunando tranquilamente en aquella cafetería esperando a NamJoon, para luego ver como su pequeño estilista bajaba de aquella moto soltando risas con aquel desconocido, que para su molestia, el desconocido era altamente atractivo y ni hablar de su físico. Luego en un abrir y cerrar de ojos ya estaba a lado de JiMin soltando cosas que... ni el mismo entendía.

Soltó un pesado suspiro y acomodó su abrigo, para luego encaminarse hasta el interior de la empresa.

...

– ¿Quién cree que es para interrogarme de ese modo?. – exclamó en voz baja, mientras miraba la hora en su reloj. – Ni siquiera le gustó para decir que eso que siente son celos. – murmuro para el mismo con algo de decepción. -- no siente nada por mi, es más que obvio...

– ¿Quién sería tan tonta para no sentir algo por ti?

Esa voz hizo que se asustará, miró a su lado y se encontró a NamJoon con una sonrisa mostrando sus hoyuelos, mostrando lo atractivo y adorable que llega a ser.

– Hyung, no sabía que ya estaba aquí.

– Ah si, YoonGi hyung me invito a desayunar, pero no lo encontré donde me citó, supongo que tuvo algún inconveniente. – dijo mientras le restó importancia. – Entonces, ¿tan de mañana y con problemas del amor?.

JiMin sintió sonrojarse un poco, y aclaró su garganta, sintiéndose algo descubierto por aquello.

– No es nada hyung, no me ponga atención. – dijo, mientras le sonreía. – hoy no trabajo con usted, ¿no tiene una entrevista en unas horas?.

– ¡Ah, cierto!. – exclamó, mientras miraba rápidamente la hora. – falta dos minutos para que comienve, ¡gracias JiMinie por recordarmelo, nos vemos!

JiMin sonrió al ver a su hyung Moreno salir apresurado entre los pasillos de la empresa.

Suspiro y se adentró al camerino de Agust D, hoy le tocaba estar con el, y prepararlo para una sesión de artículos escolares, como mochilas, zapatillas, uniformes, entre otras cosas que su hyung podía modelar con su cuerpo.

Coloco su bolso en una mesa y comenzó a sacar sus cosméticos, acomodandolos adecuadamente sobre una pequeña mesita, para seguidamente escuchar la puerta abrirse y pasos perezosos entrar.

Ese día no fue necesario un "buenos dias" luego de aquel encuentro en los casilleros no fue necesario, además de que la tensión era tan palpable.

Luego de tener todo listo, se dirigió hacia la puerta, necesitaba los trajes escolares, por esta vez se ahorraría el trabajo de seleccionar atuendos, después de todo, era de una Universidad específica, por lo que solo había un uniforme, lo que iban a variar serían las zapatillas y bolsos o mochilas.

Llego hasta la sala de vestuario, y pudo visualizar a Cristopher, husmeando los trajes Universitarios.

– Buenos días. – saludó JiMin, haciendo notar su presencia. – ¿Que te trae por aquí?.

– JiMin hyung. – hablo el peligris, para sonreírle. El chico a pesar de llevarle unos años de menos le caía muy bien a JiMin, además veinte no era gran diferencia a veintitrés. – Buenos días, trabajar para YoonGi hyung es aburrido a veces, son pocas veces la que necesita mi atención, así que vine a distraerme un poco por aquí. – menciono mientras sonreía y se acercaba a él. – esto es lo que llevará hoy Hyung, ¿verdad?.

– Así es. Ten cuidado, sabes que al CEO Kim, no le gusta que andes vagando por ahí. – advirtió, antes de despedirse con una sonrisa luego de haber tomado lo que necesitaba, y nuevamente dirigirse al camerino, en donde encontró a YoonGi... ¿leyendo sus cosméticos?.

Apreto con algo de inquietud sus labios, en parte se sentía que el pálido estaba invadiendo un poco su privacidad con aquello, ¿qué tenía el que estar leyendo los productos que utilizaba?.

– ¿Ocurre algo?.

Camino unos pasos y puso el vestuario y calzado en el vestidor.

– Nada.

Rápidamente el mayor soltó lo que tenía en sus manos, dejándolo en su lugar inicial.

El peli negro se giro y su mirada negruzca fue directo a recaer en sus ojos, y como cobarde que era la aparto, ¿porque sentía esos sentimientos inquietantes en su interior al solo conectar miradas con quien hace semanas considero amor platonico?.

Dio un leve salto cuando sintió grandes manos envolver sus mejillas, y ahí es cuando salió de sus pensamientos. Adelante tenia a YoonGi muy cerca de su rostro, mientras le dirigía una mirada extraña.

– ¿Qué carajo hace? – musito más con nerviosismo que molesto, esos ojos gatunos viéndolo profundamente le ponía mal. – Por favor, apartese.

Pero a pesar de tratar de apartar al pálido, este se lo impidió, cogiendo más fuerza en su posición.

– JiMin, pequeño. – hablo con voz baja YoonGi. – Hoy te vez muy hermoso, quise ignorarlo, porque se que esta mal, pero se me hace imposible no ver tus bonitos ojos rasgados de bonitos color, ni tu pequeña nariz roja a causa del frio al venir, y ni hablar de tus deliciosos y gorditos labios. – dijo, hablando cada vez más bajo. – me tienes confundido, llevamos poco en conocernos, casi no se nada de ti, entonces... ¿porque siento la necesidad de estar cerca tuyo?, siento que semanas sin volver a probar tu boca me tiene mal. – confesó, mientras JiMin se mantenía estático, escuchando atentamente – En serio, lo siento.

Y sin darle tiempo de interrogarle, los finos labios del mayor se unieron con los suyos, haciéndole temblar, los movimientos eran lentos, y torpes por su nerviosismo, pero nunca se alejó, sabiendo que estaba más que incorrecto.

Pero la calidez en que lo envolvía la boca contraria era simplemente exquisita.

El simplemente cayo bajo las tentadoras exquisiteces de lo prohibido.

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Editado: 06/11/2022