30. Tu sonrisa me anima.

243 29 2
                                    

Jueves, 13 Diciembre 2018.

YoonGi en serio quería hacerle ver a JiMin que era un buen hombre, y que no era un pervertido que solo admiraba su hermoso cuerpo ser marcado por su perfecta ropa ajustándose a los lugares correctos, en serio quería demostrarlo, pero se le estaba volviendo una imposible tarea.

Está vez habían tenido un concierto, y como JiMin no podría maquillarlo a NamJoon y a él porque se llevaría más tiempo de lo debido, había una muchacha extra trabajando con el staff. Pero ese no era el problema para su objetivo de verse bien y un hombre correcto, si no más bien, que al otro lado de aquella sala ocupada por bastantes personas viendo que todo transcurriera perfectamente, se encontraba JiMin maquillando a NamJoon mientras YoonGi se dejaba maquillar por la chica.

El castaño de su estilista había decidido llevar con unos pantalones rotos ajustados, y una camisa holgada que hacía el contraste perfecto para que no se viera muy provocador, sin embargo, las altas temperaturas estaban jugando mal con la cordura de YoonGi, podía ver cómo desde su lugar, la delgada tela se pegaba a la espalda y cintura de JiMin por el sudor que provocaba la alta presión, a pesar que afuera estuviera nevando, adentro estaba hecho un caos.

Una semi erección ocultandose bajo sus propios pantalones al ver perfectamente como el estilista se inclinaba levemente para maquillar a NamJoon, su trasero respingado y suave dándole una vista cautivadora. Había podido notar que los muslos de JiMin habían cogido un poco más de musculatura, y si el podía llegar a tocar, estaba seguro que se habían puesto más duros, lastimablemente se tenía que abstener ante su deseo de tocarlos. Sin embargo aquello le hizo pensar que JiMin estaba entrenando, y su mente solo quería pensar en lo duro y delicioso que se había puesto el resto de su cuerpo.

Aunque para ser sincero JiMin podría ser una bolita de masa y el seguiría pensando que su cuerpo es delicioso y erotico. Si estaba perdido.

- Joven YoonGi, manténgase quieto por favor.

No pudo evitar mal mirar a la estilista reemplazo y soltar un bufido mal humorado, se había abstenido a tocar a JiMin, y que la mujer le abstuviera de verlo e imaginarse miles de escenarios en dónde el le daba mucho amor a su estilista lo ponía de muy mal humor.

Se dejó caer sobre la silla correctamente y cerro sus ojos, dejándole su rostro a disposición de la chica.

Había pasado dos semanas desde que se había enterado lo de Ayeon, luego de ese día, no se había atrevido a verla nuevamente, concentrándose únicamente en verse bien ante el menor que estaba maquillando a su amigo. Sin embargo los ensayos y prácticas no le habían permitido sin siquiera arreglar correctamente las cosas con JiMin, había pasado una semana luego de proponérselo a si mismo el mejorar, pero al ver que con costo contaba con cinco horas para dormir, decidió enviarle un mensaje a su estilista porque no lo había podido ver.

"Siento mucho la imagen que has visto de mi, trataré de reponerla, solo espero que me des una oportunidad JiMin, verás que no solo soy un hombre que es infiel a su pareja (aunque ahora ya no la tenga), prometo ya no volverme a propasar contigo y respetarte, es hora de que conozcas una mejor versión de mi, espero y me des otra oportunidad..."

Su mensaje nunca fue contestado, pero si visto, así que lo había dejado satisfecho por el momento, pues le había dejado al menos en claro a JiMin que ya no tenía pareja y que no estaba tan perdido como antes, en ese momento teniendo el objetivo de conocer mejor a su menor y talvez, en un futuro, amarse debidamente.

Luego de aquel mensaje paso la otra semana, igual de cansada con sus cinco horas para dormir, pero sabía que luego de ese día y los dos siguientes que tendría de conciertos, tendría un merecido descanso, del cual aprovecharía muy bien.

Fan en secreto. // YoonMin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora