45. Un poco de sonrisas.

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– Ya sabes cariño, cualquier cosa nos dices, y con gusto te ayudaremos

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– Ya sabes cariño, cualquier cosa nos dices, y con gusto te ayudaremos.

– Eso debería decir yo mamá, ustedes son los que están teniendo gastos enormes con la terapia de Jong-Dae y el cuido de Wendy.

– Sabes que eso no es nada para nuestra gran fortuna, Hijo. – Alego su Padre. – En cambio tu, un niño... es una gran responsabilidad, así que, como dice tu madre, no dudes en pedirnos ayuda.

JiMin sonrió y abrazo a sus Padres. Sus Padres, Sana, YoonGi, Henrry y el, estaban en el estacionamiento del hospital, después de todo Jimin había visto una última vez a su hermana antes de que regresara a Seúl.

– Fue un gusto conocerles, Señores Park y Sana.

Hablo YoonGi, formando parte de la despedida que se estaba dando.

– El gusto es de nosotros Hijo, te agradecemos que cuides de nuestro bebe.

– Mamá...

– Es un enorme gusto, créame señora Park. – Contestó un YoonGi sonriente.

– Eres bienvenido a nuestra familia cuando gustes. – Declaró esta vez el Señor Park.

JiMin no pudo evitar sonreír ante el agrado que tenía su familia hacia el rapero. Los Padres del estilista no sabían que sus preferencias habían cambiado, pues la única pareja que le habían conocido fue en su secundaria, y era una chica, no sabia como reaccionarian al enterarse de una posible relación con un hombre.

Pero eso era una preocupación del futuro, habían asuntos de más importancia el cual atender.

– Abuela, dile a mi mamá que se apresure en ese viaje que tiene, aunque quiero al tío JiMin, me hace mucha falta.

Todos miraron al menor de tres años y sintieron pena por no poderle decir la verdad al pequeño, sin embargo, era lo mejor.

– Yo personalmente le diré, campeón. – Hablo el papa de JiMin. – Mientras tanto, hazle caso al tio JiMin, ¿Bien?

– Entendido, abuelo.

– Yo iré a visitarte en cuanto pueda, si JiMin quiere claro. – Dijo Sana con voz neutra y lo suficientemente alta.

– Eres mi herman Sana, ven cuando desees a mi casa.

– Entonces, Tía Sana vendrá a vernos.

Hablo emocionado Henrry con su voz infantil y tierna.

– Así es. – Confirmó JiMin. – Ahora si, nos vamos, no queremos llegar muy noche a Seúl.

– Ya no los atrasamos, hijo, tengan un buen viaje.

Luego de que el Señor Park diera por finalizada la despedida, JiMin, YoonGi y Henrry se subieron en el auto del primer mencionado. El auto en el que había llegado YoonGi, se lo dejó encargado a un empleado de la familia Min, para que se lo llevara a su casa nuevamente, y así poder irse con el estilista en al auto de este.

Fan en secreto. // YoonMin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora