JiMin es un chico muy reconocido para su corta de edad de veintitrés años, era un estilista muy solicitado en el mundo de la industria, siempre manteniendo a raya su moral y ética.
Pero quien diría que por una solicitud de sus amigos por su parte, h...
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Yoongi nunca supo definir lo que era sentir amor en el aspecto romántico, por eso mismo, cuando Ayeon se le confesó, el pensó que tal vez lo que sentía por ella era eso. El quería, estimaba y respetaba a la chica, se sentía cómodo con la presencia de ella.
Al formalizar su relación los besos y las relaciones íntimas se volvieron parte de sus rutinas, se sentía bien hacer todo eso con ella, no se quejaba.
Pero ese era el problema.
Solo se sentía bien.
Sin embargo, al estar devorando aquellos gorditos, suaves y húmedos labios de su menor como si no hubiera mañana le hizo entender muchas cosas. No tenía en claro lo que sentía por Jimin, pero estaba seguro de algo.
No amaba a Ayeon.
Pues Jimin le estaba haciendo mil cosas con un simple beso, un beso que no deseaba terminar, y solo deseaba tener a Jimin entre sus brazos y perderlo junto a la extasiante sensación que el mismo sentía.
Tiro del labio inferior más bajo y escucho un pequeño quejido de su parte, y su reacción no hizo más que confirmar que Jimin le hacía sentir el triple que su novia. Pues con Ayeon tenía que tener varios juegos previos para poder prenderlo para poder intimar correctamente, sin embargo con Jimin, de sólo escucharlo suspirar gustoso le hacía imaginar cientos de escenarios en donde el estaba entre las gorditas piernas de su estilista , y no es que se la haya visto demasiadas veces, no, solo que los muslos de su menor llamaban mucho su atención. ¿Y quien era el para negarle una excelente vista a sus ojos?, normalmente siempre disfrutaba más cuando Jimin se agachaba y mostraba más que sus piernas.
Bueno, talvez era un degenerado, viendo el cuerpo todo chiquito de su menor.
- N-no.
Jimin se había logrado separar de su hambriento beso, pero aun lo tenía apresado entre sus brazos, por lo que rápido camino hacia su tocador llevándose a Jimin consigo y lo hizo apoyarse en este mismo, viendo lo sonrojado que estaba Jimin, oh mierda, que lindo era.
- Yoongi, tien-
Sus palabras quedaron en el aire cuando Yoongi nuevamente lo beso, usando un poco su lengua para delinear su labio inferior rechoncho, mientras que con una mano sostenía a su estilista de la cintura y con la otra acariciaba su muslo, se sentía perdido, como si estuviera drogado, drogado de Jimin.
...
Jimin veía a una distancia prudente la sesión de fotos del pálido, mientras su mente le reprochaba una y otra vez que se estaba metiendo dentro de una relación, que el sería la causa del sufrimiento de aquella chica a la cual había visto una única vez.
- JiMin, oh Dios mio tanto tiempo.
Se giro cuando escucho aquella voz grave y no pudo evitar sonreir grande al ver a su mejor amigo ahí, con su geométrica sonrisa.