JiMin es un chico muy reconocido para su corta de edad de veintitrés años, era un estilista muy solicitado en el mundo de la industria, siempre manteniendo a raya su moral y ética.
Pero quien diría que por una solicitud de sus amigos por su parte, h...
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Sabado, 09 Febrero 2019.
YoonGi se peinaba un poco su cabello frente al espejo de su camerino, mientras su amigo NamJoon le miraba divertido de atras.
Había aprovechado que su menor había decidido ir al baño para poder mejorar un poco su aspecto, y que el peliceleste (el cual por cierto ya tenía bastante largo su cabello) no notara lo nervioso que estaba.
- Solo te falta temblar hyung, deja los nervios.
- No puedo, joder, si te conté hace días esto es para que me ayudaras no para que me dijeras que dejara los nervios, eso no ayuda, me pone más nervioso.
- Es que más no puedo hacer, además no se que te pone tan nervioso, me has dicho que JiMin te corresponde en muchos sentidos, no veo el porqué no te diría que si cuando le pidas ser tu novio formalmente hoy.
Si, eso era lo que lo traía mal, por fin le pediría a su chico que fueran una pareja formal. Ya había pasado un tiempo considerable desde que terminó con Ayeon (la cual no había vuelto a ver desde aquel día.) Y aunque JiMin la estaba pasando algo mal, ya le veia mejor, a pesar de no haber recibido noticias de su hermana mayor. YoonGi se sentía desesperado, por lo cual había decidido dar aquel paso.
A veces le llegaba a la mente que se estaba aprovechando de la situación vulnerable de JiMin, sin embargo, ese no era su objetivo, el quería que JiMin supiera que para el no era un juego, ya mucho la había cagado anteriormente, quería hacerle notar que nunca había experimentado sensaciones tan gratificantes como con el, que quería que supiera que el estaría para cuando ya no pudiera más.
Quería que JiMin supiera que lo tenía a el en todos los sentidos.
- Todo lo que tenga que ver con el, me pone nervioso.
- Lo se. - Respondió el castaño. - Todavía recuerdo el primer día que trabajo contigo, me llegaste diciendo los bonitos que eran sus ojos, y lo perfectamente hermoso que era.
YoonGi sonrió ante el recuerdo. JiMin tenia unas peculiares ojos, sus pupilas eran de un color casi morado (demasiado extraño) y si los detallabas bien, podrías encontrar una línea como rosada en esas mismas pupilas, eran un infinito de peculiaridad y rareza que te atraían, y a la única que había visto con aquellos ojos aparte de JiMin, había sido a Sana, la hermana de dieciocho de su menor.
- Sigue pareciéndome perfectamente hermoso.
- Dios, el amor.
- Tu estas enamorado también, no hables Nam.
- Ya no, además no estaba enamorado, solo me gustaba.
Aquello capto la atención del pálido.
- ¿Ya no te gusta el chico?
- No, después te cuento el porque, no hay que dar malas vibras, solo te diré que me manipulo demasiado bien.
YoonGi quiso insistir pero la aparición de cierto peliceleste apareció en su camerino.
