Viernes, 21 Diciembre 2018.
JiMin se encontraba en la entrada del centro comercial más concurrido de Seúl, había quedado en reunirse con su hyung a las dos de la tarde, sin embargo había llegado quince minutos antes, la puntualidad era uno de sus fuertes sin duda alguna.
Antes de haber llegado ahí, había pasado almorzando en un buen restaurante, pues siempre en los días de pago se daba ese lujo, y antes de eso había pasado por su casa para en un cuaderno hacer cuentas y tener conocimiento de cuanto era lo que tenía disponible para comprar los regalos que quería para sus familiares.
Al final, había decidido que su presupuesto sería de trescientos dólares, quedando cuatrocientos para su gasto mensual, pues lo demás iba para sus fundaciones.
Algunos pensarían que es muy poco para una persona como el, más cuando vivía en Corea del Sur, en donde los gastos eran bastantes considerables, sin embargo, sabía que podía sobrevivir con ello, pues tenía bastante control con su dinero, además, de que básicamente lo que pagaba era solo su comida, productos higiénicos, gimnasio al cual últimamente estaba comenzando a ir, y unas cuantas cositas más.
Bueno, talvez era mucho, pero el sabía controlar su dinero.
Pero cambiando de tema, estaba algo nervioso por ver nuevamente a YoonGi, aunque últimamente lo veía más de lo usual, y fuera del ámbito laboral, se sentía más... íntimo, todo lo relacionado a ellos se sentía así, no le molestaba, sin embargo era nuevo para el, pues la única relación que había tenido había sido con aquella chica en su adolescencia.
Y YoonGi era nuevo para el, no solo por ser hombre, sino también por el hecho de ser tan... el.
Era demasiado apuesto, tenía una masculinidad casi perfecta, un rostro marcado y sin expresión cuando está aburrido o solo, un cuerpo que a pesar de ser bajo a comparación de otros, era bastante atractivo y algo voluptuoso. Sus manos eran algo que destacaba bastante en el, y JiMin claro que lo había notado, ¿como no hacerlo?, era una particularidad demasiado... buena.
Por no decir que excitante.
Por ello mismo y por muchas cosas más que lo alteraban es que estaba nervioso, YoonGi no solo era apuesto, era increíblemente amable, sincero y demasiado carismático cuando se lo proponía, el rapero tenía mucha exclusividad al mostrar sus emociones, pero JiMin era parte de ella, y eso le hacía sentir demasiado satisfecho y especial.
— JiMin.
Parpadeo algo aturdido al verse interrumpido de sus pensamientos y se giro hacia donde le llamaban, y se quedó algo embobado cuando vio al que seria su acompañante en el centro comercial.
— YoonGi Hyung.
YoonGi iba vestido totalmente de negro, incluso su gorra y cubrebocas eran del mismo color, y se molesto un poco por ver lo mucho que estaba cubierto el rapero, y no poder admirar su nuevo cabello azul y recién recortado y su bonito masculino rostro, pero casi se regaño a sí mismo por tal pensamiento, a veces se le olvidaba que YoonGi era demasiado reconocido en el país.
— Espero que no hayas esperado mucho.
El negó, aunque sin saber muy bien qué hora era exactamente, pues se había perdido tantos en sus pensamientos anteriores que no tuvo conteo del tiempo.
— Para nada Hyung.
— Entonces, ¿a donde iremos primero?
JiMin medito la pregunta sonriendo, al pensar en su madre y hermana, sabía muy bien los gustos de ambas, pero quería llevar algo que les encantará demasiado.
— Creo que primero iremos a una tienda de libros. — Respondió, comenzando a caminar a la par del pálido. — Creo que hay una en el tercer piso...
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Fan en secreto. // YoonMin
FanficJiMin es un chico muy reconocido para su corta de edad de veintitrés años, era un estilista muy solicitado en el mundo de la industria, siempre manteniendo a raya su moral y ética. Pero quien diría que por una solicitud de sus amigos por su parte, h...