32. Te quiero solo para mi.

235 24 2
                                    

YoonGi no sabía que había hecho mal, es decir, ya habían culminado sus conciertos junto a NamJoon, hace cuatro días, y les habían otorgados dos semanas de vacaciones luego de su arduo trabajo, NamJoon junto a el quedando satisfechos, pues su manager junto al Ceo les habían arrebatados fechas de celebraciones familiares y amicales, que con costo había podido implorar para al menos pasar en el cumpleaños de SuMin en aquella ocasión.

A lo que quería llegar es que, al verse libre y haber pasado dos días con su familia, decidió ir a la casa de JiMin, eran las dos de la tarde cuando salió de su casa en dirección hacia la de su estilista, sin embargo al llegar a aquella casa en la que solo había visitado una vez, JiMin apenas verlo se había puesto pálido, a pesar de su acanelada y linda piel, se había hecho notar bastante.

Y ahora estaban sentados uno frente al otro en la sala de la casa de JiMin y el estaba comenzando a creer que la incomodidad de JiMin se debía a lo que había pasado entre ellos dos.

— JiMin, ¿Pasa... Pasa algo? — cuestiono ya cansado de no saber el porqué la expresión abatida del castaño.

— Yo... — Noto como JiMin se encontraba aún perdido, y eso le hizo preocuparse. — R-recuerda la vez que le comenté que a mi hermana mayor, l-la que consolaba luego de su trabajo cuando llegaba cansada.

— Si, como la vez que lo hiciste con migo.

— Pues... E-ella sabe lo que hice, de meterme en una relación. — dijo nervioso, cosa que hizo a YoonGi abrir sus ojos, sorprendido, y cuando iba a cuestionar como se había enterado, el timbre de la casa sonó, notando como JiMin palidecia aún más. — Y p-probablemente ella está afuera.

YoonGi entonces sintió su alma dejar su cuerpo, ¿En qué momento se le ocurrió ir a la casa de su estilista?, ¿Porque el tiempo tuvo que coincidir en su contra de esa manera?

El timbre volvió a sonar, y JiMin se levantó tembloroso, y el pálido no sabía cómo reaccionar, ¿Que sabía exactamente aquella chica?, Joder, estaba comenzando nuevamente mal, ni siquiera había cambiado la perspectiva de JiMin, y ya había sido mal visto hasta por la hermana, porque estaba seguro que así era.

Llevo sus manos a su rostro y suspiro nervioso y fuerte, trato de acomodar su cabello hacia atrás y acomodó su ropa casual, suspirando nuevamente, al menos tenía que verse bien, aunque extrañamente sentía que lo que hacía era inútil, igualmente sería asesinado por aquella chica, porque a juzgar por la reacción asustada de su menor, estaba seguro que no era una mujer que dejara pasar cosas así.

Su mente máquinaba el porqué de su mala suerte, es decir, el solo quería arreglar las cosas, sin embargo, cada vez que intentaba hacer algo bueno, una nueva piedra se interponia, y esta piedra no era cualquiera.

Si las cosas iban bien con JiMin, esa chica podía ser su cuñada y esta ya le veia seguramente mal.

— YoonGi Hyung...

Dirigió su mirada hasta JiMin y vio a la par una mujer, la mujer que seguramente era su hermana.

Y a pesar de que los nervios, miedo y pánico le estaban queriendo traicionar, no negaba que lo atractivo venía sin duda alguna en la genética de los Park. La chica que hasta en ese momento desconocía el nombre, era de estatura más baja que JiMin, talvez unos diez centímetros menos, tenía un cabello rubio hasta los hombros, su rostro era fino, y poseía características muy similares a las de su menor. Unos ojos pequeños rasgados, nariz respingada y de botón, unas mejillas que resaltaban a pesar de la delicadeza de su rostro, y no se podrían olvidar aquellos ojos miel, tan claros, aunque prefería los de JiMin, que tenían un extraño iris lila.

— Me alegra saber que el también quiso dar la cara ante lo que tengo que decir.

Aclaro su garganta y dejo de detallar a la chica, para levantarse y hacer una corta reverencia, tratando de disimular lo mal que estaba su organismo a causa de los nervios.

Fan en secreto. // YoonMin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora