Sin Compromisos

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Balanceaba su peso de un lado a otro, basculando su cadera de arriba a abajo al ritmo de la música, rozando su culo contra el hombre que se apegaba tras él. De repente, el DJ cambió la canción de golpe, invitando a los pocos que yacían sentados en las mesas que rodeaban la pista de baile.

— ¡Señoras y señores! ¡Los invito a que agarren a sus parejas de la cintura, porque lo que se viene... no está fácil, y dios lo sabe! — Animó el DJ subiendo aún más el volumen de la música que retumbaba en el concurrido local.

"Yo quiero bailar
Tu quieres sudar
Y pegarte a mí
El cuerpo rozar
Yo te digo sí tú me puedes provocar
Eso no quiere decir que pa' la cama voy"

Horacio sonrió, dándose vuelta para enfrentar al rubio que era su acompañante, acarició sensualmente su cuello, apegándose a él lo suficiente para ubicar una de sus piernas en medio de las suyas, rozando sus pechos y pegando sus caras, sabiendo el poder que tenía sobre el sheriff, sintiéndolo suspirar sobre sus gruesos labios pero rechazándolo de inmediato haciéndole la cobra. Sintió como este lo tomaba de las caderas, acompañando sus movimientos en forma de ocho y bajar juntos con lentitud para luego volver a subir con la misma pasividad.

Cantó con euforia levantando los brazos, dejando que su pareja de baile le diera la vuelta, moviéndose ambos ondulantes. Fijó sus ojos bicolor hasta la zona de los asientos, devolviéndole por fin la mirada a aquellos ojos azules que llevaban observándolo buen rato.

"Me pones en tensión
Cuando bailas así, me pones mal a mi
No lo puedo resistir
Declaro quiero conectarte..."

Viktor hasta hacía unas horas se la había pasado únicamente bebiendo y manteniendo charla con sus compañeros del mismo rango, observando de vez en cuando a las personas que bailaban amontonadas, la mayoría besándose y restregándose con descaro unas contra otras. La música resonaba en sus tímpanos, no entendía cómo la gente disfrutaba de eso.

Se encontraban en la fiesta de año nuevo organizada para todas las instituciones de servicio en Los Santos. EMS, LSPD y LSSD estaban presentes en el local, muchos incluso habían traído a sus parejas para la celebración. Volkov había accedido a regañadientes a asistir a esa fiesta, Kovacs había estado toda la semana tratando de convencerlo y finalmente lo logró argumentando que era justo lo que necesitaba para despejarse un poco.

Al menos había buen vodka.

Claro, eso, y que cierto jefe del FBI también estaba invitado a dicha celebración.

Su "relación" con Horacio era más que buena si se referían a lo laboral, en cuanto a lo otro... desde hacía unas semanas que habían empezado a quedar para tener únicamente sexo, Viktor había estado bien con eso en principio, pero a medida que descubría más y más del chico de cresta, estaba empezando a considerar la idea de intentar algo más.

Claro, hasta esa noche donde ni bien todos terminaron de desearse un gran inicio de año e inició la verdadera fiesta, Collins aprovechó la oportunidad llevándose al cresta a la pista de baile. Desde entonces no había podido quitarles el ojo de encima, delineando la figura del menor mientras este meneaba su cuerpo al ritmo de la música, pudriéndose de celos cada que el imbécil del rubio delineaba con sus manos aquella figura que tantas veces él había recorrido con sus labios y lengua.

"A que no te atreves
A soltarte conmigo
Acostarte conmigo
Sin ningún compromiso"

El cresta le devolvió la mirada, cantando aquellas provocativas letras mientras repasaba su propio pecho con las manos, invitándolo. El ruso entendió de inmediato, tomando un último sorbo de vodka le dedicó una mirada cargada de intensidad y erotismo al agente antes de dirigirse a los baños de aquel local. Horacio sintió el calor de la excitación invadir su cuerpo de inmediato, se excusó con su acompañante y se abrió paso entre la multitud danzante, emprendiendo el camino que había hecho el comisario con anterioridad, encontrándolo fumando en la puerta de los baños.

VOLKACIO SONGSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora