Say "Mooo~"

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— ¡Tío tienes que venir! ¡No vas a faltar a mi fiesta de Halloween solo porque tienes problemas con el hijo puta de Dex!

— No estoy privándome de nada Gustabo, sólo... No quiero divertirme si ambos nos estamos tomando un tiempo. 

— ¡Pero es que eres tonto tío! Seguramente él está de puta madre mientras tú solo piensas en arreglar las cosas. ¡Ya deja en paz a ese hombre, coño! — Cerró los ojos apoyándose contra el respaldar del sofá. A pesar de encontrarse a través del teléfono, la llamada de atención del rubio se sentía como tenerlo en frente. — Vente a vivir conmigo, anda, tú sabes que siempre te he tratado muy bien. 

— ¡Gustabo! — Exclamó. Hacía mucho que no salía a colación su anterior... relación.

Si, habían follado, muchas veces a decir verdad, pero eso ya era pasado, ahora tenía pareja... tenía. 

Suspiró, tal vez el rubio tenía razón, merecía darse un respiro, emborracharse y bailar hasta que no le den las piernas. — Vale, iré ahora a comprarme cualquier trapo que me quede bien.

— Pero si todo te queda como un guante, tu tranquilo, que si te sientes del culo ¿Para qué estoy yo, si no es para animarte? Anda guapo, nos vemos en la noche.

— Vale perla. — Colgó.

Un poco de crema depilatoria, una ducha rápida y listo. El viaje de ida fue más corto de lo que esperó, conocía una tienda de disfraces en un área tranquila cerca a su casa, mas nunca se vió en la necesidad de entrar. Para su conveniencia, esta se encontraba libre de clientes, un joven extranjero, alto y caliente como el infierno le dió la bienvenida. Sin disimulo, lo repasó con la mirada hasta posar sus ojos en el gafete de su pecho donde resaltaba con letras negras su nombre.

"Viktor Volkov"

Lindo.pensó.

Le dedicó la mejor de sus sonrisas mientras explicaba que era lo que estaba buscando. El chico parecía ser de pocas palabras pero joder que había notado lo mucho que luchaba por mantenerle la mirada.

No le molestaba, al contrario, hacia mucho que no se sentía deseado por alguien. Si bien su outfit conformado por un crop top rosa y jogger negro no eran lo más sensual del mundo, dejaban relucir su trabajado abdomen, eso, y las tiras del tanga blanco luciéndose por los costados de su cadera agregaban un toque picantón. 

Mientras el guapo dependiente iba a la tras tienda, mordió su labio inferior con una expresión que denotaba travesura, morbosos pensamientos afloraron en su mente haciéndolo estremecer de forma deliciosa.

— Estos podrían ir bien. — Comentó el que él identificó como ruso acercándole diversas bolsas con trajes de extravagantes colores. — Los dos del extremos son de alquiler y los demás están a la venta, señor... 

— Horacio, y tu eres Viktor ¿no? — Sonrió coqueto.

— Да, в восторге (Si, encantado) — Respondió mirándolo con ojos felinos.  

Mierda, ese acento, podría haberse puesto de rodillas para chupársela si se lo hubiese pedido en ese mismo instante. Fijó su atención en los disfraces, uno de tonalidades amarillas y rojas le despertó su curiosidad.

— One... ¿One qué? 

— One Punch Man, es un super héroe de anime.

Mientras le relataba un montón de cosas frikis y aburridas que no iba a recordar, observó los demás trajes. Él había pedido algo gracioso o que llame la atención, por que eso era lo que buscaba para esa noche.

VOLKACIO SONGSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora