El chico del departamento 512

2.6K 127 16
                                    

Escuchó un silbido desde fuera de su departamento, se levantó presuroso.

Había llegado el día.

Hoy, después de tanto, iba a dar el gran paso con el chico que le gustaba. Tomó sus cosas y abrió la puerta rápidamente para encontrarse al joven con aspecto de hippie apoyado a la pared continua a la entrada de su departamento.

— ¡Por fin tío! Por un segundo pensé que te habías largado ya — Exclamó el hombre que enrollaba con parsimonia un pequeño papelito entre sus dedos.

— Gustabo ya te lo dije, no fumes en el edificio — Recriminó en voz baja. Aseguró rápidamente su puerta y echando una última mirada al departamento continuo, tomó del brazo al rubio y lo guió por el pasillo — Es la última vez que haces tanto escándalo para llamarme ¡Tengo timbre, úsalo! Además ¿Qué son esas pintas tío? ¿Cuándo fue la última vez que te bañaste? — Preguntó adentrándose con su amigo en el elevador y apretando seguidamente, el botón que los llevaría al lobby.

— Hace un mes, pero eso no es lo importante. Hoy estamos de malas ¿eh?. ¡Hermano, relájate! — Dijo el ojiazul brindándole un empujón amistoso al más alto, notando como este no despegaba su atención de la puerta del departamento quinientos doce — ¡Ahhhh! Ya sé por qué estás así eh guarro, no has visto a tu rusito esta mañana ¿eh?

Los colores invadieron de inmediato el rostro del moreno, estuvo a punto de responder cuando una mano apareció en frente de ambos hombres, impidiendo que las puertas se cerraran. Un hombre alto, rubio y vestido de traje ingresó aliviado al ascensor, los dos presentes le hicieron espacio permitiéndole ubicarse al lado del cresta.

— Buenos días Horacio, te ves encantador el día de hoy — Saludó amablemente al de cresta y brindó un asentimiento al otro presente en forma de saludo.

— Hola Collins — Correspondió al saludo ligeramente incómodo, el empresario residente del departamento quinientos catorce desde hacía meses que intentaba obtener una cita con él, más la sola idea le resultaba imposible, era buen chico, pero no su tipo. Mucho menos que ahora tenía pareja.

— Oh ya te dije que me llamases Chris — Corrigió suavemente soltando unas risas. Una vez estuvieron en el piso adecuado y las puertas se abrieron, este dió pase a que el menor saliera primero siguiéndole de inmediato. — Por cierto, te recuerdo que mi invitación a una cena cinco estrellas sigue disponible.

— Chris te lo dije antes, tengo pareja — Se excusó rápidamente.

— Podría ser la próxima semana — Ofreció sin rendirse — Te comento que mi familia posee una cabaña al norte de la ciudad, podríamos acampar, ir a pescar o...

Las palabras del rubio se extinguieron ante sus oídos para ser reemplazados por el tintineo del ascensor anunciando que alguien había llegado a su piso, Viktor Volkov se encaminó a paso elegante, bien peinado y uniformado.

— Privet Horacio, Gustabo... Collins. — Saludó el ruso deteniéndose un momento hasta el grupo para seguidamente depositar un casto beso en la frente del moreno y tomar su cintura en un agarre suave.

— Hola Viktor — Suspiró el moreno sonriendo tontamente ante el toque del mayor.

— ¿Quieres que te lleve? — Ofreció ignorando la mala cara que le dirigió su vecino. Miró su reloj, podía llegar un poco tarde al trabajo si eso significaba pasar un poco de tiempo con el cresta.

— No es necesario, Gustabo me lleva — Rechazó la oferta con pena. Escuchó a su vecino excusarse, se despidió cortésmente pero sin prestar demasiada atención por estar pendiente de su novio.

VOLKACIO SONGSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora