CAPITULO DIECISIETE

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Jeongin logró desarmarla, pero recibió un disparo, ya que Dahyun fue más rápida.

Su abdomen comenzó a sangrar, haciendo que su blanca camiseta se manchase de un intenso rojo, cada vez más.

Cayó al suelo, apoyado contra la pared, mientras sangre salía de su boca.

–La tengo.–Rió mostrándola la pistola con la que le había disparado.

La lanzó haciendo que se deslizase hasta llegar a los pies de Jisung, el cual cogió el arma y apuntó directamente hacia Dahyun.

Hyunjin no podía caminar, pero quería y necesitaba ayudar a Jeongin, el cual estaba desangrándose rápidamente.
Se tiró de la silla y se acercó arrastrándose hasta el elfo, para hacer presión en la herida, tratando de detener la hemorragia. Jeongin le ayudó colocando sus manos sobre las de Hyunjin y haciendo presión también, aunque no tenía la suficiente fuerza y estaba comenzando a marearse.

–Dispara.–Pidió Minho mirando con rabia a la que fue su compañera.

A Jisung le temblaba la mano. No podía, no quería asesinarla, no tenía la suficiente fuerza.

–Jisung dispara.–Dijo Felix acercándose a él.

–Si la disparo ahora utilizará a Mina como escudo.–Susurró.

–Eso no es un problema, yo me encargo.–Respondió Ryujin.

Se acercó rápidamente hacia las dos chicas. Sabía perfectamente lo que hacía, estaba especializada en la lucha y llevarse a Mina le resultaría más sencillo que quitarle una paleta a un niño.

Saltó sobre la cabeza de Dahyun, tirandola al suelo y permitiendo que Mina pudiera huir.

Pero Jisung seguía sin ser capaz de disparar.
Hasta que lo escuchó.

–No... No respira...–Susurró Hyunjin, para después tratar de hacer más presión sobre la hemorragia.

Sus manos chorreaban la sangre de Jeongin y más de ese líquido se escurría por la comisura de los labios del elfo.

Se acercó con rabia a Dahyun y la disparó en la cara.
Un disparo tras otro, hasta que su rostro quedó completamente destrozado.

Cuando las balas se acabaron todo quedó en silencio.

Felix se acercó corriendo hacia Jeongin y comenzó a sacar cosas de su mochila.

Chan levantó a Hyunjin con cuidado de no dañarle ni asustarle y le volvió a sentar en la silla para dejar a Felix trabajar tranquilo.

–Aún tiene pulso.–Dijo con dos de sus dedos posicionados en su cuello.–Pero no por mucho tiempo.

Jeongin abrió los ojos lentamente, aunque no los pudo abrir del todo, solo un poco, diciendo cosas sin sentido.

–Está comenzando a delirar.–Explicó Felix.–Jeongin por favor, mantente con nosotros, no te duermas.–Dijo en un tono alto debido a los nervios.

Probó al rededor de 20 medicinas distintas, pero no parecía servir de mucho, pues el elfo estaba comenzando toser cada vez más sangre y su abdomen estaban lleno de una sangre muy oscura.

–Gracias por dejarme acompañaros... Nadie confío tanto en mí.–Dijo Jeongin mientras sus lágrimas se mezclaban con la sangre.–Siempre quise tener amigos...

–No no no, Jeongin, aún hay tiempo, y tenemos muchas cosas que compartir aún.–Dijo Seungmin agachándose para poder mirarle.–Mantente con nosotros.

–Estoy listo para morir. Cumplí todas mis metas.–Susurró sonriendo con pena.

–Nunca se está listo para morir, mantente despierto, por favor, solo un rato más y te recuperarás, ¿Verdad Felix?–Aseguró Mina.

ᴍᴜʀᴅᴇʀᴇʀ ❝𝕸❞  -ˢᵗʳᵃʸ ᵏⁱᵈˢDonde viven las historias. Descúbrelo ahora