ᴍᴜʀᴅᴇʀᴇʀ ❝𝕸❞ -ˢᵗʳᵃʸ ᵏⁱᵈˢ

CAPÍTULO DIECINUEVE

Minho se despertó poco a poco debido a la luz que entraba a la habitación, fue a abrazar a Hyunjin, pero no estaba.

Se levantó corriendo de la cama y bajó a toda velocidad a la planta baja, con el corazón en la garganta y pensando que se lo habían vuelto a llevar.

–Ey ey, Minho...–Dijo agarrándole de la cintura, parandole.–¿Que ocurre mi amor?

Minho comenzó a llorar mientras abrazaba al pelilargo.

–No me hagas eso por favor. Pensé que te había vuelto a perder.–Sollozó.–Jamás me perdonaría volver a perderte.

–Cariño lo siento, pero estoy aquí ¿Si? A partir de ahora te prometo que no habrá más secretos entre nosotros y lo solucionaremos todo juntos, ¿De acuerdo?

Minho aceptó cuando sintió los labios de Hyunjin rozar los suyos, como pidiéndole permiso para besarlo.
Minho asintió dando paso a un delicado y dulce beso, lleno de caricias cariñosas y halagos entre medias.

–Chicos siento interrumpir...–Se disculpó Mina, haciendo que los dos elfos se separaran.–Pero...–Dijo dándole a Minho un periódico abierto.
Tanto Hyunjin como él comenzaron a leer.
La noticia trataba sobre las medidas que había puesto el gobierno para erradicar a los elfos, y pedían a la población no salir de sus casas para evitar ser confundidos. También, todos los hogares serían investigados para evitar que los elfos se refugiasen en casas humanas.

–No... Esto no puede estar pasando. ¿Que vamos a hacer?

–Espera...–Dijo Minho pasando una hoja.
Otro titular. Tanto Chan como Changbin estaban en busca y captura por traición. Si los encontraban, los matarían.

–No piensan parar hasta que no quede ninguno de vosotros.–Dijo Mina volviendo a coger el periódico.–No podéis quedaros aquí. Os matarán, y a mi también.

–Hyunjin está herido. No es tan fácil como irnos y huir en caso de encontrarnos con guardias, no podemos escapar.

–No tenemos otra opción.–Dijo Hyunjin.

–Apenas puedes caminar sin cojear.

–Conozco a una chica que tiene caballos, podéis usarlos.–Ofreció Mina.

–¿No es muy peligroso?–Se preocupó Minho

–Lo es, pero más peligroso es que os quedéis aquí.

–Yo no sé montar a caballo.–Replicó el rubio.

–Pero Minho si, así que debéis atar tus  riendas a la cabezada del suyo para que no haga falta que tú lo guíes, simplemente agarrarte fuerte y atacar en caso de que os persigan.–Dijo Mina para después abrazarlos a los dos.–Por favor, tened mucho cuidado.

Ambos se despidieron apenados, por fin habían logrado estar juntos de nuevo, los tres. Pero debían separarse otra vez.

Llegaron a la dirección que Mina les indicó, una pequeña granja en la que habían varios animales, como vacas y ovejas.

No hizo falta que llamaran, pues una chica ya los esperaba allí, con dos caballos, uno tordo y otro negro con crines de un color gris claro.

–¿Venís a por ellos verdad?–Preguntó la chica.

Minho asintió, tratando de no tener mucha conversación con ella.
No debían distraerse.

La mujer se los dió sin problema alguno, solo avisándoles de que tuvieran cuidado.

–Debemos escondernos.–Dijo Seungmin alterado.–Si nos encuentran nos pasará lo mismo.

–No, esconderos vosotros si queréis, yo me vuelvo a mi tribu.–Dijo Ryujin levantándose.