¡Te acepto! 𝒀𝒐𝒐𝒏𝒎𝒊𝒏 [omegaverse]

T R E I N T A Y D O S

Al llegar a casa el olor de la comida de Jimin golpea mi nariz.

Olía delicioso.

Los niños me saludan felizmente con una sonrisa y yo los saludo igual.

-Hoy le hable al chico que dijiste, Soobin -dice Young Mi y yo sonrió de lado.

- ¿ah si?

-si, es un chico bastante agradable -dice y come un poco, mientras que Seung-Jin solo aguanta una risa.

Jimin me señala los platos y yo asiento con la cabeza mientras me siento en la mesa quitándome el saco. No pasan muchos minutos antes de que Jimin me pusiera mi plato y yo comenzara a comer.

- ¿no le vas a decir nada?

-No en frente de los niños.

-Yoongi, ¿Qué tal si...?

-no va a pasar...no permitiré que pase.

Jimin y yo nos encontramos lavando los platos en un silencio un tanto incomodo.

Yo se que Jimin espera a que hable mientras que yo busco las palabras para empezar.

Ser doctor no sirve con familiares.

- ¿Cómo te haz sentido hoy?

-lo normal, ya sabes, los mareos y los antojos, pero nada más. 

- ¿no te haz sentido mal a parte de eso?

-no...

-Jimin... 

Cierro la llave del agua y miro a Jimin directamente a los ojos.

- ¿si?

-Taeyang me dijo que... -él me interrumpió poniendo uno de sus dedos sobre mis labios.

-lo sé, no es necesario que me lo digas. Se que estoy corriendo muchísimo riesgo.

- ¿a-aun así quieres seguir con el embarazo? -él me miro a los ojos y yo aguante las lagrimas -no quiero que abortes...pero si estarás mejor lo aceptare.

-Yoongi yo no...

-no quiero perderte, Jimin. No quiero, no... 

Dos gruesas lagrimas rodaron por mis mejillas y abrace a Jimin rodeándolo de la cintura.

-tarde años en encontrarte, no puedo dejar que te pase algo, Jimin. No puedo perderte. No otra vez.

Jimin rodeo sus brazos en mi cintura y no dijo nada. Cuando mis lagrimas se detuvieron, me quede quieto, no quería separarme de ese abrazo.

-quiero tenerlo... -susurro en el abrazo y yo permanecí callado -quiero tener a este bebé.

- ¿estas seguro? -dije y el asintió.

-soy fuerte, Yoon, puedo con esto... -dijo y se alejo tantito para verme a los ojos -además... no me dejaras morir, ¿cierto?

Yo lo mire a los ojos y me volví a pegar a él en el abrazo.

-por supuesto que no. Jamás dejaría que murieras.