Capítulo 27

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Narra Lía:

A veces simplemente he deseado dormir y ya no despertar, cerrar los ojos y permanecer así, sin tener que despertar día con día dándome cuenta de que la realidad es que soy hija de una loca que en su busca por protegerme terminó haciendo mucho daño y dándome unos poderes que me convierten en la única capaz de cerrar un maldito portal, he deseado muchas veces con tener un momento de paz, y aunque ya tuve 5 meses de tranquilidad no me fueron suficientes, además, los demás me hicieron falta durante ese lapso de tiempo, fue ahí que entendí que todo mi esfuerzo valía la pena, los chicos Newell eran más que mis amigos, ya eran mi familia, y luchar valía la pena si al final ellos podían permanecer tranquilos, a mi lado.

Las muertes de James, Kendrick y Christian fueron perdidas muy grandes para mi, ellos también eran mi familia y no podía dejar de sentir que les había fallado, así que en cuanto enterramos el cuerpo de Christian y todos se fueron a dormir me escabullí hasta la habitación de hierro y me encerré ahí con Ashley, la cual estaba encadenada de manos y pies en una silla de metal, tenía los ojos vendados y una mordaza en la boca, como un animal.

—Te ves tan miserable —mi voz iba cargada de toda la irá acumulada desde el día que me di cuenta de su engaño.

Me acerqué a ella, le quité la venda y la mordaza y le di una bofetada con todas mis putas ganas.

—Eres tan miserable —le aseguré mientras la abofeteaba del otro lado.

Ella escupió sangre antes de sonreír de manera maliciosa.

—Tardaste más de lo que pensaba, —habló después de unos segundos en silencio —supongo que enterrar a el ridículo de tu amiguito te tomo mucho tiem— no la dejé terminar, porque tiré un puñetazo con fuerza a su rostro, provocándole un leve sangrado nasal.

—No hables así de él —mi voz ya parecía más un gruñido.

—¿O qué? Si fueras a matarme ya lo hubieras hecho.

—Oh, voy a matarte, —le aseguré con voz severa —pero aún no, porque puedes servirme como intercambio para recuperar a Nexa.

Ashley me miró, y rodó los ojos.

—Son tan estúpidos, el amo a hecho todo para recuperar a esa zorra, él no va a renunciar a ella tan fácilmente.

—No la llames así —solté con los dientes tan apretados que por un momento pensé que se quebrarían.

—Oh, entonces la llamaré perra, ¿Sabes? Cleo me caía mejor que ella y aún así la maté, imagínate lo que le haré a Nexa que me es tan desagradable, la repudio, la odio, mira que salir con Kalex siendo la ex-novia de Kyler, es una jodida zorra.

—Si yo fuera tu también quisiera ser ella, y que quede claro que aquí la única zorra eres tú —y le escupí en la cara, dejándole en claro cuanto la aborrecía.

—En eso tienes razón, soy tan astuta, tan inteligente, tan—

—Demente, falsa, engreída, hipócrita y malévola, te llamaría psicópata pero eso sería un insulto para ellos —la interrumpí, pero su sonrisa aún permanecía intacta en su rostro.

Me acerqué a la pared de un lado y después de ingresar uno de los códigos que Klaus me dio, las armas aparecieron ante mi, había tantas que no sabía cual elegir, al final tomé un revólver.

—¿Alguna vez has jugado a la ruleta rusa? —pregunté mientras colocaba una sola bala en el arma y giraba del cilindro.

Tomé su silenció como un no, así que procedí a explicar:

—La ruleta rusa es un juego de azar, Ashley, potencialmente mortal, consiste en colocar una bala dentro de un tambor de revólver y girar el cilindro, colocar el cañón en la sien de una persona y presionar el gatillo, si la persona se muere, pierde, sino, el juego continúa y ahora es la persona que presionó el gatillo con anterioridad la que tiene que colocar el cañón en su sien y presionar el gatillo, y ese mismo proceso se repite hasta que uno de los dos muera.

La Chica Newell Donde viven las historias. Descúbrelo ahora