Capítulo 24

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Narra Lía:

La gente comenzó a caer al piso, no supe si estaban muertos o no, no había sangre, ni muecas, ni ruidos, solo oscuridad, la cual los consumió a todos, hasta que solo quedamos nosotros en la plataforma, el supuesto amo de las sombras nos miró, su mirada se detuvo en mi unos largos segundos, y luego volvió a mirar a Nexa, luego a mi, luego a Nexa, hizo eso varias veces.

Toda la información que Kyler me había dado sobre todo, paso a segundo plano en ese momento.

—Estoy en un dilema ahora, —su voz ya no era tan fría como en un principio —Lía o Nexa, ¿A quién de las dos me llevaré? —pero lo que dijo logró darme escalofríos.

Kyler caminó a pasos largos y se situó frente a Nexa, protegiendo con su cuerpo a esta última, Klaus me jaló de la mano hasta ponerme detrás de él.

—A ninguna de las dos —dijo Jordan con determinación, colocándose a mi lado.

—No —el amo comenzó a negar con la cabeza —no quiero héroes, no hoy, si yo quisiera me llevaría a las dos, pero eso no sería divertido.

—Haremos un juego —una voz se escuchó detrás de él y tiempo después la figura se reveló a su lado, ahí, dando dos pequeños aplausos, como si se tratara de un niño pequeño, estaba el chico rubio de venas doradas que me secuestró.

El amo le regaló una mirada rápida.

—Bien, solo porque tus juegos me parecen divertidos —dijo, mientras caminaba hacía nosotros —Si alguien se mueve, se muere —amenazó.

El amo continuó caminando, siendo seguido por el rubio.

—Y bien ¿Cuál es el juego? —interrogó el amo, el chico rubio sonrió.

—Las jugadoras serán Lía y Nexa, la que bese a la persona que más desea, será descartada, la otra será a la que nos llevaremos.

—Mi novio no está aquí presente —dijo Nexa.

—Oh, pero si tu novio no es la persona que más deseas, Nexa —dijo el rubio, con voz burlona.

—Si lo es.

—Podrás engañarte a ti misma, pero no a mi juego.

—Nexa, Lía, ustedes dos pueden moverse a voluntad a partir de ahora —el amo interrumpió la discusión, y lo primero que hice fue acercarme hasta Nexa y abrazarla.

—Lo lamento Nexa, lo lamento muchísimo, no debí decir eso de ti —ella se sorprendió de mi acción, pero me devolvió el abrazo.

—Está bien, yo siento haberte culpado de las muertes de los demás, no es así Lía, tú no tienes la culpa de sus muertes.

Lo sabía, yo lo sabía.

—¿Y bien? ¿Quién de las dos besara a la persona que más desea sólo para salvarse?— el rubio se escuchaba ridículamente emocionado.

—Lía, tienes que besar a Klaus, tienes que salvarte tú, si a mi me lleva se que no me lastimara, tenemos historia, lo conozco —Nexa sonaba honesta y desesperada.

—No Nexa, ya no quiero que la gente se siga sacrificado por mi, besa tú a la persona que más deseas.

—¡El tiempo corre! —gritó el rubio, ganándose una mirada fulminante de mi parte.

—Lía, por favor, yo estaré bien —insistió Nexa de nuevo.

Lo dude, en verdad lo dude, pero me di la vuelta y me acerqué hasta Klaus solo para besarlo, cuando me separé de él, miré al amo y al rubio, este último negó.

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