Capítulo 18

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Narra Mike:

No podía creerlo, sus labios estaban sobre los míos y aún así no podía creerlo, había soñado con esto durante años, anhelando tenerlo así, tan íntimamente, él se separó de mi, mi respiración hecha un desastre por los nervios, su cara totalmente roja, sus labios rojos por el beso, un beso que no correspondió, pero que tampoco rechazó.

—No se que decir —su voz fue baja, apenas un susurro.

Su ceño ligeramente fruncido.

—No tienes que decir nada —traté de tranquilizarlo —nos besamos y—

—Me besaste —me interrumpió, haciendo énfasis en "me" su voz no fue seca, tampoco fue neutral fue... ¿melancólica?

—Si, pero tú tampoco te apartaste, yo pensé...

—No Mike, no pienses, tú y yo no, jamás, te veo como mi mejor amigo, te quiero mucho, pero no de esa forma —sentí como si un balazo diera en mi estómago.

—Pero tú me tomaste el rostro, tú...

—¿Yo que? —me interrumpió, su voz tornándose fría.

No Kyler, por favor no hagas eso.

—Fuí amable contigo, acababas de confesarme que tu padre te golpeaba, que te daba miedo el estar solo, solo fui amable, Mike, no malinterpretes las cosas.

Se puso de pie, retrocediendo, apoyándose del bastón.

—No te vayas —si tenía que rogar para que no se fuera, rogaría.

La tristeza y el desconcierto fueron remplazados por la neutralidad.

—Tú no me dices que hacer —su voz fue neutral, no había nada en ella, solo un vacío.

Vacío.

Como el de mi pecho al ver su mirada neutral, Kyler solía disfrazar sus sentimientos con neutralidad, y eso era peor que verlo enojado, porque así de perdida sabía que estaba enojado y que no debía molestarlo, pero en cambio cuando parecía estar neutral, indiferente a todo, no sabía que carajo hacer.

—Kyler, lo lamento, lo comprendo y me arrepiento, no debí besarte —me puse de pie, una mueca de dolor fue inevitable, me dolía todo, pero no me importó.

Miré a Kyler y por un momento la preocupación nublo sus facciones, pero rápidamente lo disfrazó de neutralidad.

No, Kyler, la máscara no es necesaria, yo ya conozco cada parte de ti, no es necesario que te ocultes, no de mi —quise decirle, pero no pude.

—No, no debiste —su respuesta tardó en llegar.

—Kyler, en verdad lo lamento, no estaba en mis planes enamorarme de ti, solo fue algo que pasó, me reprimi por mucho tiempo, sabía que lo que sentía por ti estaba mal pero no podía explicarle eso a mi corazón —golpeé mi pecho con mi puño, las lágrimas comenzaron a nublar mi visión.

—¿Desde cuándo sientes ésto por mi? —su pregunta me tomó por sorpresa, abrí mis labios y volví a cerrarlos sin saber que contestar a eso.

—¿Desde que éramos niños? ¿Cuándo nos hicimos adolescentes? ¿Cuándo entraste a la etapa de la pubertad? ¿Desde cuándo? —bien, su neutralidad cayó, pero no sentí alivio en lo absoluto, ya que su cara se contrajo en molestia, y su voz se tornó fría.

—Supongo que desde siempre —no había una respuesta más acertada, desde siempre había sentido algo por él, pero no quería aceptarlo.

El apretó sus labios, y luego los remojo con la punta de su lengua.

La Chica Newell Donde viven las historias. Descúbrelo ahora