La Chica Newell

Capítulo 41

Una semana después estábamos de vuelta en la casa Newell, durante nuestra estancia en el castillo de Aracnes, no había hablado con nadie.

Jordan acababa de teletransportarnos a todos, sin despedirse, abrió un portal, y volvió a su castillo.

Ahí estábamos.

Kyler introdujo la llave en la cerradura, la giró, y la puerta se abrió ante él.

Mi corazón comenzó a latir contra mi pecho, los recuerdos volviendo a mi memoria.

Y aunque Kyler había abierto la puerta, el primero en entrar fue Will, sus pasos apresurados, su respiración incalmada, nadie dijo nada cuando se dirigió a las escaleras, probablemente a su habitación.

Alex y Nexa entraron después, juntos, aunque ya no eran pareja, dos días antes, los había escuchado discutir, ya que la habitación que Aracnes había pedido que prepararán para mi, estaba justo a lado de la de ellos, después de la discusión, supe que Nexa se había ido a otra habitación, lo más lejos de Alex posible.

Scott entró, tomó la mano de Nexa, y la dirigió a las escaleras, mientras Alex se perdía por la cocina.

Noah estaba viviendo en la casa de Mike, aunque tampoco había hablado con ellos, Kyler me lo había dicho un día, mientras nos topamos en el pasillo que separaba nuestras habitaciones.

—Noah esta viviendo con Mike, creo que hay algo entre ellos.

—Bien —había sido lo único que había dicho durante la semana pasada, una sola palabra, dirigida hacia Kyler.

Y ahí estábamos, solo él y yo.

Por un momento, pensé que se daría la vuelta y me diría algo, lo que fuera, pero lo escuché suspirar antes de entrar a la casa.

Yo me quedé un rato ahí, de pie frente a la gran casa Newell, que había sido reconstruida gracias a Aracnes.

Miré hacia donde los cuerpos de James y Christian estaban enterrados, mis ojos comenzaron a cristalizarse, ahuyente las lágrimas con un rápido pestañeo, y entré a la casa.

Adentro, era aún más frío que afuera, y el aroma... la casa olía a Klaus.

Miré el sofá rojo en medio de la sala, ese sofá... Klaus lo había comprado para mi cuando le dije que me gustaba y me recordaba a su cabello, luego nos habíamos acurrucado en el, y besado hasta que el aire nos había hecho falta.

La cocina, Klaus y yo habíamos tenido peleas con comida ahí, también me había follado sobre la isla de mármol, traté de ahuyentar los recuerdos.

Caminé hasta las escaleras, y ahí me detuve, no podía subir, no podía ir a nuestra habitación, simplemente no podía, así que me senté ahí, en uno de los últimos escalones, escondí mi cara entré mis manos, y me solté a llorar, luego sentí una mano en mi hombro, una calidez a mi lado, y después, solo supe que mi cabeza estaba contra el pecho de Kyler, comencé a sollozar, no podía ni quería vivir en un mundo donde Klaus Newell ya no existiera.

*****

No había podido dormir en nuestra habitación, así que las últimas tres noches me había quedado en la habitación de invitados, seguía sin hablar con nadie, con trabajo decía una que otra palabra, la mayoría de ellas dirigidas a Kyler.

Un día, había decidido ir a la habitación de Nexa, era casi medio día, y me había dado cuenta de que la necesitaba, necesitaba hablar con mi amiga, desahogarme, pero cuando entré a su habitación, me encontré con una maleta a lado de la puerta, y una más sobre la cama, Nexa iba saliendo del baño, con unas cremas en sus manos.