La Elegida [d.malfoy] - FINALIZADA

Capítulo 6

Draco Malfoy

Decidí ir a mi cuarto a cambiarme de ropa, había estado con mi traje todo el día y comenzaba a estorbarme, dirigiéndome a él, al pasar por la puerta de Evangeline recordé la forma en la que le había hablado hace unas horas y sentí una pulsada en el estómago por aquello, poniendo los ojos en blanco y resoplando, caminé a ella y toqué quedándome parado a espera de su respuesta.

En unos 10 segundos pude observar como poco a poco se asomaba una pequeña figura, todo estaba a obscuras pero era más que obvio que se trataba de ella.

—Hola —me saludó con un tono de voz apagado.

—Hola, eh... —rascándome la nuca y suspirando, continúe hablando a pesar de lo mucho que me costara— Quería disculparme por cómo te hable hace un rato —había un poco de luz debido a una pequeña lámpara que ella tenía encendida, a causa de esta pude ver que sus ojos estaban un poco hinchados.

—Oh, está bien, no te preocupes.

—No, no está bien, no haz hecho nada malo para que yo te trate así, sé que te hice sentir mal.

—¿Por qué dices eso?

—Tus ojos... Tus ojos están hinchados, se ve que estuviste llorando.

—No te creas tan importante, Malfoy  —remarcó mi apellido.

Cerró la puerta dejándome en el pasillo nuevamente a oscuras. Sabía que de alguna forma me lo merecía, me sorprendió ya que estos días me había dado la impresión de que jamás me contestaría de esa forma.

Me limité a sonreír para mí mismo y continúe con lo que inicialmente haría.

Evangeline Wright

No pasé una buena noche, había estado llorando por mi casa, por mis padres, por mi mejor amiga, realmente los extrañaba. A pesar de llevar una semana aquí me sentía muy, muy sola, más de lo que me sentía en casa, por lo menos ahí podía conversar por teléfono con Aila, mi mejor amiga, ella pertenecía al grupo de 7 que tenía, de todos fue la única con la que he seguido en contacto.

Para mi mala suerte, Draco interrumpió mi llanto, se dio cuenta de mis ojos y al parecer creyó que me puse así por él por cómo me habló, la verdad es que mi padre me regañaba constantemente de pequeña y ya estaba acostumbrada a que un hombre me hablará así, tampoco era como para que me pusiera así por lo ocurrido hace horas, no fue para tanto su comentario, me hizo sentir mal por muy poco tiempo.

Sí, estaba acostumbrada a aquello, pero si en algún momento Draco se pasaba de la línea no dudaría en defenderme.

Me dirigía al colegio y mis pensamientos de la noche anterior y sobre dónde podría comprar un teléfono, fueron interrumpidos por Margot y Tom que parecían estar discutiendo algo.

—¡Mira, ahí está Evangeline, vamos a ver que prefiere ella! —escuché decir a Tom.

—Evangeline, hola, tenemos una pregunta para ti —dijo Margot.

—Ok —miré hacia arriba ya que ambos eran más altos que yo, a ella le llego a la altura de las orejas, mientras que a él al cuello.

—¿Tú que prefieres? ¿Vivir con mucho dinero pero estar triste toda tu vida o no tener demasiado dinero y ser extremadamente feliz?

—Uhm... Que pregunta tan extraña —reí un poco.

—Margot cree que es mejor la segunda opción, pero imagínate, estar en tu barco llorando o ir en tu avión privado a Bora Bora.

—¡Pero todo eso lo haría estando triste! ¿Por qué no mejor estar en una casa pequeña con los recursos que alcances pero siendo feliz?

—No, mejor estar comiendo caviar en algún restaurante de lujo, llorando.

Me encontraba con una sonrisa en medio de ambos, yo con mi mirada al frente y ellos con la mirada sobre el otro.

—¿Evangeline? —pronunció Margot— ¿Qué opinas?

—Que no me gusta el caviar.

—¿Entonces prefieres mi opción?

—Oh no, me gusta más la de Tom, puede sonar mal pero me gusta el lujo.

—Esta chica me agrada, está dentro de nuestro grupo de 2 personas —Tom pasó su brazo por mis hombros.

La conversación transcurría de forma divertida, cuando mi sonrisa se desvaneció rápidamente al ver quien estaba caminando hacia mí.

Ben Glenn.

*

Gracias por el apoyo que le han dado a la historia, las leídas, votos y comentarios.

Cuídense, los amo <3