La Elegida [d.malfoy] - FINALIZADA

Capítulo 12

Draco Malfoy

El sol asomándose por mi ventana fue el causante de que despertara, al fijarme en el reloj muggle que tenía a mi lado, pude ver que eran las 9:00 a.m.

Hora del desayuno.

A mis padres no les gustaba que llegara tarde al desayuno y mucho menos que faltara, así que lo más rápido que me permitió la pereza, me levanté de la cama y salí de mi habitación. Sabía que no les gustaba que bajara en pijama, siempre me querían presentable, sinceramente no podía importarme menos su opinión, tengo la edad suficiente para bajar y estar como se me dé la gana.

Al pasar por la habitación de Evangeline la puerta estaba cerrada, ella nunca la cerraba al salir, solamente cuando se encontraba dentro, supuse que seguía durmiendo, ¿Cómo no con la buena borrachera que se echó anoche?

Llegué al comedor en dónde ya se encontraban mis padres. Mi padre me dio un asentimiento de cabeza como saludo, mientras que mi madre me sonrió.

—Buenos días, hijo.

—Buenos días, mamá.

—¿Por qué estás vestido así, Draco?

—Porque quiero desayunar así.

—Esas no son formas de venir al desayuno.

—Padre, quiero estar así, me siento cómodo.

—No empecemos el día con una discusión, Lucius. Déjalo, solo será está vez, ¿No, Draco?

No. Quiero estar así todas las mañanas —pensé— Sí, madre.

—¿Dónde está Evangeline?

—¿Sigue dormida esa jovencita? —preguntó mi padre.

—Sí. Se siente mal. Me dijo que le dolía la cabeza.

—¿Será que debo de llevarle algo?

—¡No!... No madre, solo quiere dormir.

—Es nuestra invitada, sus padres la dejaron en nuestras manos, tenemos que hacer algo.

—¿Por qué ahora te preocupas por ella, madre?

—¿A qué te refieres, hijo?

—Me sorprende que ahora quieras ser amable con ella después de como la hemos tratado desde que llegó.

—La tratamos como se lo merece. —se apresuró a decir mi padre— Como la muggle que es.

—Tienen que dejar de tratarla mal. Es nuestra salvación, ¿qué harán cuando sea momento de que se vaya y diga que su experiencia en nuestra casa fue un asco? Tú, mamá, —la miré— solo la tratas bien por obligación. Tú, —miré a mi padre— no tengo nada que decirte, eres consciente de como la tratas.

—¿Por qué de repente la defiendes? ¿Ya son amigos? —Lucius soltó una risa.

—Nos estamos conociendo y es buena persona... A pesar de ser muggle. Me volví consciente de que ella es nuestra única opción de salvarnos, así que dejen el rencor y odio hacia los que no poseen magia y compórtense como los adultos que son.

Esa pequeña discusión me quitó un poco el hambre, por lo que me levanté de la mesa y caminé a la cocina.

Agarré una bebida energética y una manzana, salí de ahí y me dirigí a la parte de arriba.

Estaba frente a la puerta en donde ella se encontraba, la toqué y me aseguré de decir que se trataba de mí, al hacerlo no tardó mucho en escucharse un "adelante".

Entré a la habitación, Evangeline seguía en la cama, no es por ser grosero pero se veía bastante mal.

—¿Mala mañana?

Soltó un leve quejido que me provocó una leve risa— No te imaginas como me siento.

—La verdad sí, también me he emborrachado.

—¿Tú? ¿Draco Malfoy emborrachándose? Parece que sí sabes divertirte —decía mientras se sentaba y colocaba su espalda en la cabecera.

—Claro que sé divertirme, solo ten paciencia y mientras más me vayas conociendo, te darás cuenta de lo divertido que puedo llegar a ser.

—Será un placer llegar a ver eso.

—Toma, te traje una bebida energizante, ayuda a la deshidratación por anoche.

—Gracias.

—¿Es la primera vez que te emborrachas?

—De la forma en que lo hice, sí, a los 15 años estaba en una pijamada con unos amigos, tomamos un poco de alcohol y cuando recuerdo eso hay cosas que no hubiera hecho si hubiera estado sobria. Te pido disculpas por todo lo que haya pasado.

—¿No recuerdas nada?

—Lo último que recuerdo es que estaba en la pista de baile.

—Después fuiste al baño a vomitar, Margot me pidió que te trajera ya a la mansión, tomamos un taxi y eso fue todo.

—Dios, que vergüenza —puso su mano izquierda en su frente.

—Descuida, he lidiado con personas en ese estado por mucho tiempo.

—¿A sí? ¿Dónde? —preguntó con bastante curiosidad, mientras le daba un trago a su botella.

—Oh... —ella no sabe que fui a una escuela de verdad— Mis padres hacen muchas fiestas.

—Cool. Oye...

—¿Si?

—No tengo la ropa que traía ayer, de casualidad, ¿tú?...

—No, no, tranquila, te prometo que no vi nada... De hecho, fuiste tú quien se cambió.

—¿Yo?

—Sí. Tardaste en hacerlo pero no me fui hasta que lo hicieras. Enserio, enserio te prometo que no vi nada.

—Solo lo preguntaba porque me hubiera dado aún más vergüenza el saber que me viste sin ropa y borracha la misma noche.

Ambos reímos.

—¿Tus padres mencionaron algo de que me perdí el desayuno? —podía notar la preocupación en su rostro.

—Sí, pero les dije que te dolía la cabeza —dije seguido de darle un mordisco a mi manzana.

—Eres increíble, Draco, de verdad muchas gracias.

*

¡Gracias, gracias por las 300 leídas! <3

Cuídense y tomen agua.

Besos ❣️