Universo anime: Algo le pasó a los héroes

EPISODIO OVA: La última aventura

Goblin Slayer
Universo de los goblins

Cuando nacemos, todos vivimos por un propósito.

Algunos le llaman destino, otro simple casualidad.

Los dados de los dioses constantemente deciden los eventos que envuelven a los aventureros que salvan al mundo.

Para estos no había criterio, no había voluntad, solo un juego egoísta de dioses absolutos.

No era mi caso, yo no pertenecía a ese juego eterno.

Podía ser un aventurero de rango plata, pero no era un aventurero.

No buscaba fama y fortuna, no buscaba gloria y riqueza.

Mi único pensamiento del día era la cantidad de goblins que había matado...

Era un bicho raro supongo, lo había notado desde que empecé a escuchar los murmullos de la gente.

Y aún así, ese pequeño gremio se acabó convirtiendo en un lugar especial...

Antes de que me diera cuenta, la gente dejó de mirarme de forma cruel, comenzaron a tratarme con respeto. Los aventureros me saludaban al pasar, incluso los niños pasaban alegres al verme.

¿Por qué? Sigo siendo el mismo Goblin Slayer. Sigo buscando venganza eterna sobre esas criaturas por lo que le hicieron a mi aldea y a mi hermana que era la única familia que tenía . El perdón era algo que yo no conocía para ellos.

— Creo, que simplemente las personas aprendieron a conocerte — Respondió Cowgirl al finalizar mi monólogo.

— Ya veo...

— Te volviste parte del pueblo y del gremio. De alguna u otra forma has hecho mucho por ellos y te están recompensando.

Me levanté de su falda, durante las últimas dos horas Cowgirl había estado acariciando mi cabello gris y escuchando mis quejas en medio del campo verde de la granja. El Clima estaba abrigado, anticipaba otro día de intenso sol.

— Me sorprendió verte hoy en la mañana sin la armadura... — Mencionó — Cuando dijiste que no querías cazar goblins supe de inmediato que algo no estaba bien.

— ¿Tan predecible soy? — Dije con mi tono habitual.

— Pienso que aunque has pasado por muchas cosas terribles, mantienes tu simpleza de cuando eramos niños...

Mi amiga se levantó y puso su mano en mi mejilla. Pude sentir el anillo que le había regalado en la fiesta del pueblo.

— Siempre que quieras hablar estaré aquí para ti, no lo olvides.

Me dio un beso en la mejilla y se dirigió a la casa de su tío.

La luna nocturna era la única luz en el prado, podía ver la silueta de la granja completa desde donde estaba.

Mantuve mi mirada en mi amiga hasta que la perdí de vista. Hablar con ella era algo que se había vuelto habitual últimamente.