Universo anime: Algo le pasó a los héroes

EPISODIO 15: Morimos para luchar

Universo de los quirks

La destrucción se extendía, la sangre y los cuerpos se contaban por cientos en cada espacio de la ciudad. Ni en sus peores días los héroes profesionales habían visto tal inmensidad de daños.

La guerra estaba en su apogeo, los que aún se mantenían en lucha trataban de escoltar a los heridos, que cada vez aumentaban. Pronto quedarían más de ellos que defensores disponibles.

La U.A. estaba lista para el asalto final, los alumnos se unirían a sus profesores en el último intento de resistir.

- Profesor Aizawa ¿en que está pensando? - Yaoyorozu miraba la escena con dolor. Los invasores ya estaban llegando al perímetro de la academia.

- Básicamente que debí casarme con Ms. Joke y haber tenido una familia feliz con ella. Que lástima.

- ¿Eh?

- Quizás mi don sea inútil contra esas cosas, pero no pienso caerme sin luchar.

- No se preocupe profesor, Deku y los demás darán la vuelta el resultado. Creo en él.

- Dios te escuche, aunque para estas alturas dudo de que siquiera le importe si está en algún lado.

Muchos se tomaron de la mano, este sería la última vez que se verían probablemente.

- Kirishima, gracias por ser mi bro - Bakugo lagrimeaba, aunque trataba de ocultarlo.

- Para eso estamos los bros, ven, dame un abrazo masculino.

Mientras eso ocurría en otro lado, Mushrambo seguía aplastado la cabeza del héroe contra el suelo que ya se estaba tiñendo de rojo por la sangre derramada.

- Me están partiendo la madre, vamos Midoriya, por una vez ten pelotas y sé un héroe. - El chico juntó las fuerzas que le quedaban - One for all fuwl cowling 50%!!!!

Se safo del amarre y con mucha ira comenzó a golpear a Mushrambo en la cara.

- ¡Smashhh!

El prota caído reaccionó para esquivar el último ataque, agarró a Midoriya y le dio un cabezazo.

- ¡Lo siento!

Midoriya sintió el golpe más fuerte de su vida en el estómago. Fue tal la potencia que volvió a ser lanzado lejos, ya nada podía hacer mientras su cuerpo atravesaba los edificios uno tras otro.

Su traje estaba completamente rasgado, su cuerpo estaba lleno de moretones y heridas graves, sus fuerzas estaban casi agotadas por ese último intento al 50% de su poder.

Mientras sentía el aire en sus orejas pensó en toda su vida. Los logros que consiguió por su voluntad, la suerte que tuvo al ser escogido por su ídolo como sucesor. Quería seguir viviendo para responderle a Uraraka lo que sentía y que no pudo decir aquella noche en el hospital.

Un estruendo lo sacó de su mente. Estaba en el piso, en un carretera desierta de la ciudad.

Mushrambo no tardaría en llegar ahí, deku lo sabía. Mil veces imaginó los escenarios, tenía que seguir en el juego, debía hacerlo. Sus ojos no eran capaz de ver una victoria frente al prota corrompido.