Cuentos de una seductora[Libro 1] Y Cuentos De Una Hechicera[Libro 2]

Capitulo 39

"¿Hay alguien aquí?" Pregunté nerviosamente, subiendo las escaleras que conducían al nivel final de la torre.

Era la torre de un castillo, claro, pero casi se sentía como un mundo propio separado de todos los adornos, pinturas y decoraciones decadentes que cubrían el resto de los pasillos del castillo. Se sentía casi militarista y estéril.

Como es típico, tuve que preguntar direcciones varias veces antes de llegar finalmente a la torre que se suponía debía albergar al hombre que el rey había llamado Reinhart. Era uno de los dos hombres que planeaba reunirme hoy. El otro era un encantador, aunque el encantador no vivía en el castillo como lo hacía el alquimista Reinhart. Aunque llamar a esta parte del castillo era un poco cuestionable.

La torre estaba separada del resto del castillo, un remanente imponente de un castillo anteriormente más pequeño que fue demolido a medida que crecía la ciudad capital. Estaba por un largo camino rocoso y parecía completamente apartado del resto del castillo. Había pensado que Reinhart viviría en el primer piso, pero al entrar en la torre me encontré en una habitación polvorienta que habría parecido abandonada si no fuera por las diversas huellas que subían y bajaban por la escalera. Bueno, el hombre tenía que salir a comer de vez en cuando, después de todo.

Por lo tanto, me encontré subiendo una escalera rodante que habría sido aproximadamente el equivalente a un edificio de cinco pisos. Sorprendentemente, no estaba jadeando para cuando llegué a la cima, como podría haberlo hecho una vez antes. Eché un vistazo a mi estado y sacudí la cabeza con asombro. Mi fuerza y ​​resistencia eran casi cuatro veces mayores que cuando llegué a este mundo. Supuse que eso significaba que en realidad también tenía cuatro veces mi fuerza y ​​resistencia originales.

Luego fruncí el ceño por un segundo. La mayoría de las personas comenzaron en el nivel 1 en este mundo cuando eran bebés. En su adolescencia, pasaron de un nivel 4-5 a un nivel 30 cuando llegaron a la edad adulta a los 18 años. Eso significa que las estadísticas de todos probablemente eran un promedio de 30 o más. En ese caso, en realidad era muy débil en comparación con otras personas en este mundo. ¿Todos en este mundo eran 6 veces más fuertes, más inteligentes, más sabios, etc… que la gente de mi mundo? ¿No florecería la industria si ese fuera el caso? Incluso con monstruos que parecía que ese debería ser el caso.

Había tanto que todavía necesitaba saber sobre este mundo. Por supuesto, por eso estaba en esta torre que olía a azufre y formaldehído… quería poder aprender más. Llegué a la cima de la torre, abrí una puerta sin llamar antes de dar un paso hacia una habitación. La habitación parecía un laboratorio. Quizás no como las que había visto en la universidad, con encimeras negras limpias y líneas de cristalería, pero definitivamente una con cierta cualidad de científico loco.

"¿Perdóneme?" Pregunté de nuevo, mirando a mi alrededor.

Un hombre salió de la trastienda. Tenía el pelo negro oscuro, una cara alargada y apretada y orejas grandes. No era feo de por sí, pero en comparación con los atractivos príncipes y el rey, su aspecto encajaba mejor en un bandido. Llevaba un delantal de cuero, y casi lo único que le faltaba era un par de anteojos steampunk para satisfacer el look de la fangirl del cosplay dentro de mí. Cuando se acercó a mí, abrí la boca para hablar, pero luego pasó junto a mí.

"Estoy ocupado ... lo que necesites, escríbelo en una nota y déjalo en mi puerta". El hombre me ignoró de inmediato. "Si puedes escribir, claro."

Esa última parte no fue necesaria. Tenía un aire de condescendencia sobre su persona. No era el mismo tipo de condescendencia que desprendían los nobles que había conocido, a saber, Sylvia. En cambio, fue más una molestia. Era una especie de intolerancia a la estupidez. Algunos profesores de mi escuela tenían una actitud similar, por lo que solo me desanimó un poco.