Cuentos de una seductora[Libro 1] Y Cuentos De Una Hechicera[Libro 2]

Capitulo 39

"¿Que esta pasando? ¿Por qué nos detenemos, solo es mediodía? Le pregunté a un hombre a caballo que viajaba cerca.

El hombre resopló con disgusto al ser abordado por un esclavo humano, pero respondió de todos modos, no queriendo ofender al Lord General. "Estamos aquí, si el ejército se acerca más a la frontera, provocaría un incidente. Hay una ciudad fronteriza cercana que nos apoyará. El lugar de encuentro exacto se establecerá durante el próximo día o dos, y luego comenzarán las negociaciones ".

Le lancé una sonrisa de agradecimiento, pero él solo olió y se volvió de nuevo. Muchos de los hombres todavía desconfiaban mucho de mí. Había escuchado algo de la charla, y el resto lo había completado coqueteando con Fanreek. A decir verdad, muchos sintieron que el Lord General me trataba demasiado bien. Las seguidoras del campamento que esperaban meterse en la cama del Lord General y tal vez quedar embarazadas por él eran rencorosas. Sin embargo, incluso los hombres del campamento bailaron entre la envidia por mi estrecha relación entre el Señor y el antiguo entrenador de espadas, que consideraban inmerecida. Muchos matarían en este campamento para ser entrenados por Fanreek, y alguna esclava humana era una completa pérdida de sus talentos. En cuanto a tener el oído del Lord General, todos lo deseaban.

Aparte de Fanreek y el Lord General, las únicas otras personas en el campamento que me trataron con algún respeto fueron las putas. Naturalmente, pasar demasiado tiempo con ellos solo había servido para rebajar aún más mi reputación. Se consideraba inofensivo que un hombre visitara a las putas tan a menudo como el tiempo y el dinero lo permitían, pero ver a una mujer confraternizando con ellas daba una mala impresión a los seguidores del campamento y a los soldados. De alguna manera, representé el orgullo y el respeto del Lord General, y ser visto con gente "inferior" escupía el nombre de su casa. Naturalmente, si el propio Typhon se hubiera preocupado, no se me habría permitido hacerlo.

Entonces, me dirigí a las tiendas de putas de todos modos mientras las estaban armando. Durante estas horas, la mayoría de los soldados estaban trabajando y, por lo tanto, las damas no.

"Ah, señorita Aria... ¿ha venido a buscar más hierba? ¡La forma en que tú y el General lo atraviesan, su polla debe ser irresistible! " Una mujer mayor con grandes pechos y un gran trasero sonrió cuando me acerqué.

"¿Qué puedo decir? Tengo demasiados lugares a los que le gusta deslizarlo. Si fuera solo un agujero o dos, podría manejarlo, pero pronto lo deslizará entre mis tetas, muslos y pies ... Me encogí de hombros.

Las chicas cercanas se echaron a reír mientras la anciana me miraba riendo. "Solo los muslos. Cuando quiera follarte en la axila o en la oreja, entonces podemos empezar a comparar lugares raros. En realidad, no pensé que necesitaba tener esta conversación contigo. Sabes que solo el cunni te dejará embarazada, ¿verdad?

Hubo más risas y me moví hacia adelante y le di un suave abrazo. "¿Cómo estás, mamá?"

"Me duele el trasero, muchos hombres han estado pidiendo follarme en el trasero últimamente. Debería empezar a cargar más, los intestinos ya no se mueven como antes ".

Mamá fue el único nombre que dio la mujer y, en verdad, era un poco una figura materna para la mayoría de los seguidores del campamento de putas. Los mantuvo juntos, lo que les impidió ser secuestrados, esclavizados o acosados ​​por el ejército. Se podría pensar que se abusó de las prostitutas del ejército, pero la verdad es que tenían un poder sustancial en el ejército. En pocas palabras, muchos hombres habían puesto sus pollas y corazones en estas mujeres, por lo que las reglas habían crecido para protegerlas. Una manzana podrida podría hacer que muchos de ellos no tengan acceso a sexo barato, por lo que estaban muy motivados para mantener cordial el campamento de la luz roja.