Cuentos de una seductora[Libro 1] Y Cuentos De Una Hechicera[Libro 2]

Capitulo 9

"Ah, entonces apareciste ..." Una voz gritó cuando Min y yo nos acercábamos.

Habíamos empacado todos los suministros que podíamos llevar y los habíamos montado en las sillas laterales de los dos caballos. Aunque todavía tenía que adquirir algún tipo de habilidad para montar a caballo, no estaba demasiado preocupado. Sin embargo, ninguno de los hombres que nos precedieron tenía un caballo, por lo que fue un poco desconcertante.

"¿Quienes son estos?" Otro hombre se adelantó y nos dio a los dos una mirada que parecía menos acogedora.

La fiesta consistió en tres hombres en total, incluido el hombre con el que hablé la noche anterior, Tark, había un tipo de aspecto grasiento con cabello largo y desordenado que vestía un atuendo similar a una bata que lo denotaba como un mago y un tipo calvo con algunos músculos bastante impresionantes que no parecía importarle mostrar, ya que no llevaba nada que cubriera la parte superior del torso. La vista no era del todo desagradable, pero para un cuerpo tan agradable como este, su rostro había visto días mejores. Parecía que le habían roto la nariz demasiadas veces y tenía una cicatriz malvada sobre los ojos. Ninguno de los hombres de esta formación se llamaría bonito.

Era el mago grasiento el que estaba mirando, mientras que el calvo evaluaba mi cuerpo de una manera obvia y sucia. Sin embargo, hacía mucho que no me molestaban los hombres que apreciaban mi cuerpo como un regalo para la vista. Me había acostumbrado a estas miradas, e incluso llegué a apreciarlas cuando la situación lo requería. En este caso, si mi atractivo sexual suavizara su voluntad de permitirnos acompañarnos, entonces felizmente lo usaría.

"La chica sabe algo de magia. El chico puede hacer un turno de noche. Ocho de oro ".

"Codicioso ..." El mago arrugó la nariz.

El calvo se rió y le dio una palmada en la espalda al mago. "Oye, al menos, las cosas van mal y podemos comernos sus caballos".

Solté un olfateo. "Manejaremos nuestros propios suministros. No necesitas preocuparte por nosotros ".

"Será un dolor protegerlos ..." el mago miró a Tark.

"Podemos cuidar de nosotros mismos". Les di un ceño fruncido, un poco enojado porque Tark ya no había arreglado las cosas con el resto de su grupo.

"Giff está hablando de los caballos", explicó Tark, levantando las manos como si quisiera negociar la paz. "En el norte, los caminos se vuelven estrechos, es posible que un caballo no pueda llegar. Agregue a eso su nerviosismo con los monstruos y, bueno, la mayoría de los Aventureros van a pie por estos lugares, ¿verdad, Giff?

Los ojos de Giff brillaron por un segundo y luego se calmó dejando escapar un suspiro. "Siempre eres codicioso, Tark".

Algunas palabras no dichas parecían compartidas entre los dos, ya que la actitud hostil de Giff se relajó un poco. El calvo se limitó a encogerse de hombros y luego nos sonrió a Min ya mí.

"Ah, ¿deberíamos vender los caballos entonces?" Intenté redirigir la conversación.

"No será necesario. Nos las arreglaremos ". Fue Giff quien habló primero. "Lo siento por lo de antes. Mi amigo no siempre informa a los miembros de su grupo de todo, especialmente cuando está borracho. Mi nombre es Giff. Soy un mago ".

Dijo las palabras simplemente, como si ser un mago de segunda clase careciera de grandiosidad. Sus ojos todavía parecían desconfiados, pero al menos parecía haberse calmado un poco.