Cuentos de una seductora[Libro 1] Y Cuentos De Una Hechicera[Libro 2]

Capitulo 64

"¡Santuario!" Terminé el ritual, convirtiendo esta habitación del jefe en mi hogar permanente.

Ahora era el maestro del laberinto, y el laberinto cumplía mis órdenes. Podría usar su sistema para crear básicamente cualquier monstruo o modificar las habitaciones como quisiera. Este laberinto en particular había estado acumulando sus reservas durante algún tiempo. Parecía dudar en depender de la extravagancia y, como resultado, era por eso que era tan mediocre.

Bueno, honestamente, si hubiera destacado más, habría sido destruido por gente poderosa. Su capacidad para permanecer discreto había sido la razón por la que este laberinto había durado hasta ahora. En ese sentido, no estaba seguro de si nuestra unión era una bendición o una maldición.

Lo primero que hice fue familiarizarme con el menú. Quería tener una idea de sus fortalezas y debilidades. En esencia, tenía cuatro tipos diferentes de cosas que podía crear. Tenía habitaciones y pasillos, lo que me permitió ampliar el laberinto. No existía tal cosa como un piso. Si creó un camino inclinado o una escalera, ese era su próximo piso. También había un poco de arte, porque no había restricciones. Si ponía el siguiente piso directamente debajo del primer piso y no usaba refuerzos especiales en las habitaciones, parecía que un colapso era muy posible.

Podría retroceder y aumentar la calidad de las habitaciones y los pasillos, o construir nuevas habitaciones y pasillos. Como este laberinto no desperdiciaba mucha energía, a menudo dependía del pasillo más barato, el túnel, que se parecía al de una cueva y / o un túnel de hormigas para expandirse. Esta cualidad podría mejorarse hasta el punto de los pasillos extravagantes que realmente se parecían a un castillo. La habitación del jefe, que no se parecía a una cueva, sino más bien a una sala del trono, era uno de esos ejemplos de esta sala mejorada.

Después de construir nuevas habitaciones y pasillos o mejorar su calidad, estaban los monstruos con los que los poblabas. La lista de monstruos era extensa, incluidos nombres que nunca había visto. Podrías comprar monstruos a la carta, o podrías comprar una colonia que se reprodujera indefinidamente. El problema con una colonia además del gasto adicional era que aún podía ser eliminada, lo que hacía que desperdiciaras muchos puntos de mazmorra.

Siguiendo el diseño actual de los laberintos, el mejor método era encontrar monstruos que pudieran pasar por pasajes especializados y luego crear el nido en un área que los humanos y los demonios no pueden alcanzar. Por ejemplo, podrías construir un nido conectado solo por un pequeño tubo y luego poblarlo con serpientes. Los humanos no podrían bajar por el tubo, pero las serpientes podrían dejar fácilmente el siguiente y entrar a los pisos a través de él.

Dado que los monstruos podían ser influenciados y controlados a través del laberinto, incluso había cosas como hacer que los duendes bebés se empujaran a través de pequeñas ranuras y se les permitiera crecer en la mazmorra mientras se permitía que una pequeña comunidad de criadores sobreviviera. Cabe señalar que estos duendes en particular se reproducían acumulando miasma, en lugar de los que usaban mujeres capturadas, por supuesto, también existía el otro tipo. Luego, también había salidas y entradas ocultas con varios niveles de dificultad para encontrar, por lo que también podrían usarse para depositar monstruos cuando sea necesario.

Cuando estaba en la escuela secundaria, después de ganarme la reputación de puta, me ofrecí como voluntaria en una casa encantada un octubre. Si bien las personas que realizaron el recorrido solo vieron la basura que queríamos que vieran, también había un ecosistema completo detrás de escena. La gente en las paredes trabajaba para asustarse o saltar en los momentos oportunos solo para volver a meterse en las grietas cuando terminaba su papel.