Cuentos de una seductora[Libro 1] Y Cuentos De Una Hechicera[Libro 2]

Capitulo 67

"¿Ricardo? ¡No te esperaba! " Dije con sorpresa mientras abría la puerta para escuchar el golpe temprano en la mañana.

Richard se puso rígido mientras me miraba y yo dejé caer la cabeza. Un segundo después, restablecí el engaño y el juego de roles. Había abierto la puerta como yo mismo, después de haber pasado las últimas dos semanas evitando a la realeza y la necesidad de fingir. Sin embargo, era hábil, y cuando miré hacia arriba, ya estaba usando la máscara de la princesa una vez más.

"Bueno, sea como sea, tenemos un invitado especial esta noche. El padre ha pedido que todos en el castillo asistan a la ceremonia ".

"¿En realidad?" mis ojos se agrandaron. "¿Incluso yo?"

Richard inhaló y se alejó. "Puede que tengamos nuestras diferencias. Los rumores sobre ti ... no importa, eres una princesa extranjera. Como mínimo, debería ver cómo se hacen las cosas en una corte civilizada ".

Ignoré el leve insulto, no tenía ganas de atender el comportamiento espinoso de Richard. Parte de la razón de esto era que este sería el último día que tendría que lidiar con él. El banquete de la cosecha era esta noche, y después de eso sería la reunión clandestina. Mientras Richard se follaba a docenas de mujeres sin nombre, Denova vendría a robar el reino.

Para ser honesto, esperaba que me ignoraran esta noche. Ya estaba muy estresado por lo que tenía que hacer esta noche. Asentí con la cabeza después de un segundo, ofreciendo mi brazo, que Richard tomó sin decir nada más.

Mientras Richard me acompañaba a la ceremonia, la atmósfera entre nosotros era particularmente tensa. No había hablado con él desde la anterior reunión clandestina. Aunque, no parecía que la tensión fuera causada por el hecho de que la última vez que nos vimos tuvimos sexo. En ese momento, había actuado como si mi coño fuera esperado, y a pesar del hecho de que supuestamente estaba obsesionado conmigo hasta el punto de que hizo que Sylvia se vistiera con mi ropa y me llamara por mi nombre, no mostró ninguna reacción en particular al finalmente conseguir lo que supuestamente. buscado.

Al principio, asumí que se remontaba a las altas expectativas en su mente. Había asumido que él me había edificado tan alto en su mente que la chica real nunca podría cumplir con sus expectativas. Por un tiempo, había herido un poco mi orgullo al ser tan casual al follarme. Sin embargo, en este punto, me consideraría muy hábil en el arte del sexo, y no hace falta decir que me resultaba difícil creer que Richard encontraría alguna decepción en nuestras relaciones sexuales.

Eso me hizo pensar que tal vez él se lleva la ilusión de la máscara por completo. Como mujer con máscara, realmente me veía como nadie. Una parte de mí estaba tentada a intentar seducirlo ahora. Ya no estaba restringido por el sentido mágico, suponiendo que pudiera sacar su pene. Me pregunté cómo reaccionaría ante su futura esposa si ella se arrojara sobre él ahora.

Fue entonces cuando me di cuenta de que no nos dirigíamos a las puertas principales del salón de banquetes, sino a un área lateral que probablemente funcionaba como una sala de almacenamiento. Estaba conectado al salón principal, pero estaba cortado por gruesas cortinas que bloqueaban el sonido. Me llevó a la habitación, que consistía en un sofá, una alfombra tejida y una mesa a un lado que contenía té preparado. Probablemente era una especie de sala de descanso para los sirvientes, al menos a mí me parecía una.

"¿Qué es ésto?" Pregunté con cautela.

Richard pareció saltar nervioso y luego asintió con la cabeza. "Sí, claro, tomemos un poco de té. Lamento engañarte un poco, pero realmente quería tener la oportunidad de hablar contigo en privado. Llevas aquí casi un mes y me he dado cuenta de que no hemos tenido la oportunidad de hablar ".