La Silenciosa Ana. (editado)

11. Un antes y un después.

La clase de Literatura parece ser interminable, tengo que hacer un gran esfuerzo por escuchar cada palabra que pronuncia el señor Hank, cuidándome de sus preguntas sorpresa. Todos escuchan y no lo hacen a su modo, cada uno de mis compañeros está sumergido en un mundo paralelo, individual, repleto de sus deseos, problemas, recuerdos e ideas. En mi mundo solo hay espacio para una cosa, una persona. Eric. 

No es difícil recordar la primera vez que lo vi, todos en Bluebeard nos conocemos desde que tenemos memoria, al igual que nuestros padres y las anteriores generaciones. Aquí, tu historia no escapa de los oídos de la gente, ni de sus mentes prejuiciosas. Los defectos corren más rápido que las virtudes y los logros de las personas, y los chismes siempre están a la orden del día. Nadie es perfecto en Bluebeard pero todos aparentar serlo con extrema necesidad, ya sea codicia, envidia, lujuria o cualquier otro pecado capital que, sin dudas, habita en Bluebeard. En mi caso es un intento de supervivencia. Pueblo pequeño, infierno grande.

Eric es el hijo de Amanda Muller, maestra de jardín de niños, de hecho fue nuestra maestra. Conozco a Eric desde los tres años de edad, juntos, bueno no tan juntos, no es como si fuera mi amigo, atravesamos toda la primara y actualmente sobrevivimos la secundaria. No hay muchos alumnos nuevos en Bluebeard, es decir somos un mismo grupo todos los años, las mismas caras, las mismas respuestas, las mismas amistades. Aquí hay grupo sociales realmente establecidos, a los cuales no me interesa ingresar. Antes de la fama de hija perfecta y princesa del hielo, antes de los golpes y del título de intendente que se ganó Jack, yo era una simple chica tímida, pero con algunas relaciones. Eso acabó hace mucho tiempo. Reforzando las versiones de que me convertí en una snob pueblerina, sólo porque mi padre es la máxima autoridad del pueblo. Siempre deje que pensaran así de mí, no quiero cambiar ahora, no sé hacer otra cosa.

-Ana- la voz del señor Hank es mi cable a tierra-. Ahora que tengo tu atención, ¿podrías responder a la pregunta? 

-Yo...

-Veo que está algo perdida señorita Sank. ¿Alguien podría ayudarla?

Todos miran algo divertidos, creo que este tipo de distracciones son totalmente esperadas de alguien como Gary, pero no de la hija predilecta. Nunca me agarran con la guardia baja, nunca, y ahi estoy perdida en clase y totalmente evitando la mirada de Eric delante mío. Quiere responder a la preguntar.

-Charles Dickens- responde Lisa desde el fondo. No lo hace para molestarme o marcar mi grave error por estar perdida en clase, lo hace para evitar que Tamara conteste. Realmente la odia y no entiendo cuál es el origen de ese conflicto. 

-Muy bien, Lisa. Charles Dickens fue el autor que inventó el libro rustico. Recuérdelo señorita Sank- continua hablando mientras se pasea por los distintos pasillos que forman nuestros asientos. 

La lección sobre Charles y su libro rustico no se hace esperar, todos toman apuntes como locos, de tres palabras captan dos. Claro que sé quién inventó el libro rustico pero no me interesa, lo que necesito saber, señor Hank, es cuanto sabe Eric de mí y con quien más ha hablado de ello. El timbre anuncia el final de la clase. ¿Tendré el valor de enfrentarme a esos ojos azules? 

-Creo que deberíamos hablar después de clases- Eric se adelanta cien pasos y me deja en blanco. Su voz es como un sonido ronco junto a mi oído, aunque está a una distancia prudente. Se levanta y emprende su camino a su lugar de origen, los asientos de atrás. Realmente tomó este lugar en frente sólo por el señor Hank y su Literatura sádica. 

La pregunta de Eric me cae como un rayo al cuerpo. Me vio, lo sabe. Es simple, como dos más dos, como quién inventó el libro rustico, como el odio de Lisa hacia Tamara y la devoción de ésta hacia ella, que le impide imponerse. Lo que está en tinieblas aún, son sus motivos. ¿Por qué la clase entera no lo sabe aún? ¿Por qué no lo sabe Gary? Y ¿Por qué mierda quiere hablar conmigo después de clases?