24

172 16 4
                                    

Un silencio incomodo se apodera de nosotros mientras comemos. Nos encontramos enfrentados, con solo unos centímetros de distancia, masticamos sin siquiera mirarnos o emitir comentario alguno. Podemos fingir todo lo que queramos, seguir compartiendo y creando secretos nuevos, pero Eric y yo no somos amigos realmente. No todavía. Decido encender la televisión de la cocina, que es la más pequeña de las tres televisiones de la casa. Enseguida se puede observar el noticiero nacional y el sonido de la voz de la comentarista inunda la cocina. Son las primeras palabras que escucho desde que Eric, prácticamente, me dijo que era una solitaria y, probablemente, infeliz chica. Desde entonces sólo he querido pedirle que se vaya de mi hogar pero no he tenido el valor para hacerlo. Planeo terminar de comer la pasta que cocinamos lo más rápido posible y volver a nuestras vidas, aunque luego de todo lo que presenciamos juntos eso sería un poco complicado. Todavía reproduzco los gritos de Coco y la imagen de su casa en llamas. Casi puedo oler el humo del fuego. Me pregunto quién o qué habrá iniciado el incendio y más importante, si Lisa ya se habrá ido de Bluebeard. Podría preguntarle a Eric pero estamos concentrados en la televisión que prefiero no decir nada.

La cronista de CNN está demasiado maquillada, incluso para la pequeña pantalla. Está relatando las nuevas encuestas sobre las elecciones de este año a nuevo gobernador del estado. Se encuentra en las calles, caminando mientras le habla a la cámara, sosteniendo un gran micrófono rojo con el logo de CNN. Interroga a las personas que pasan junta a ella, sobre a quién tienen pensado votar dentro de unos meses. No conozco algunos nombres que mencionan, otros los reconozco por boca de Jack, quien le encanta la política y por algo es quien es en el pueblo. La cronista, que es llamada Linda por la conductora del noticiero, dice que es momento de ver algunas imágenes del discurso del día de ayer de uno de los candidatos a gobernador, y tal vez el favorito del país. Mariano Lowerfeld. Un cambio de escenario y ahora podemos observar un hombre de unos cuarenta años, con algunas canas en los costados de su cabeza, hablar enérgico a un gran número de personas. Todo alrededor de él está decorado de color amarillo chillón. Muchos globos y pancartas acompañan a los miles de simpatizantes de Lowerfeld. Es realmente popular y por lo que tengo entendido es el próximo a ganar las elecciones de este año. A Jack le agrada bastante su propuesta, yo por mi parte, quién votar como gobernador es lo último en mi lista de prioridades.

-¡Las calles son de los ciudadanos, y no de los criminales que infringen la ley! ¡Prometo volver a traer la armonía y la seguridad en cada esquina del estado! ¡Porque lo importante es el futuro pero mientras tanto tenemos que vivir en el presente!

-Ni siquiera dijo como lo haría pero ya todos están aplaudiendo- dice finalmente Eric. Sigue sin mirarme directamente. La televisión es nuestro mediador-. A todos nos gusta escuchar bonitas palabras pero hacer el trabajo duro no tiene nada de bonito.

-Nunca imaginé que te gustara la política.

Deja el tenedor a un lado, aunque ya no hay casi nada de comida en su plato, y me mira con una sonrisa triste en sus ojos.

-No nos conocemos demasiado.

-No, creo que no.

Es el momento. Debe irse, para volver a la normalidad. Necesito saber si Lisa sigue en Bluebeard, es la última oportunidad que tendré para preguntarle sobre el faro, y más importante, devolverle sus cartas. Pero Eric no puede acompañarme, ni enterarse del romance de Lisa y Tamara. Eso es simplemente demasiado para compartir. Sin embargo un nuevo sonido irrumpe en la escena arrancándonos de ella. Me sobresalto.

-¿Qué es eso?- pregunta Eric mientras cruza los cubiertos encima del plato.

-Un... celular- respondo para mí misma. Y no es un celular cualquiera. Es el de Jack.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jun 27, 2015 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

La Silenciosa Ana. (editado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora