Capitulo 12

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Aome: Quiero oírte Kykyo. - dijo mientras se acercaba a ella - a quien llamas estúpida?
Inuyasha: No se te ocurra hacerle algo Aome!
Aome: Cállate Inuyasha... De ti me ocuparé después! (Molesta)

Si, estaba enojada, clara señal de que había escuchado toda la conversación, o al menos la mayoría, pues ella nunca le había hablado así a Inuyasha y mucho menos le había dado una mirada como la que le estaba dando en ese momento.
Con Kykyo era la misma situación, pues cuando recién se conocieron, ella parecía tenerle una mezcla de miedo y respeto, después eso se convirtió en tolerancia y cortesía para no verse grosera y mal educada, pero ahora.... Ya no había nada de eso.

Aome: Quienes se creen para decir que Kykyo está por encima de mi? - grito con enojo acercandose más a ellos - quién les dijo que podían llamarme estúpida cuando no estoy presente si quiera para responder?
Inuyasha: Esa es la verdad! (Gritando)
Aome: La verdad? - preguntó con ironía y burla - gracias a mí ya no estás sellado en ese árbol, gracias a mi tienes a colmillo de acero y gracias a mi tu estúpida muñeca de barro está viva! Ya se te olvidó que robó parte de mis almas?

La lluvia comenzó a caer con fuerza al igual que el viento se hizo presente.
No sólo por la lluvia, comenzó a oscurecerse repentinamente, pues parecía que había un eclipse solar.

Fue en ese momento que se dieron cuenta que no solo Aome estaba molesta, también los dos dioses mayores, y a su manera lo demostraban.

El aura de Aome paso de verse de ese peculiar color rosado a uno de colo rojo, gracias a eso sus cabellos comenzaban a ondearse.
Y por primera vez, Kykyo e Inuyasha le tuvieron miedo a la azabache frente a ellos.

Poseídon: Te sigue quedando alguna duda? (Susurrando)
Alone/Hades: En cuánto la ví supe que era verdad.

Inuyasha esperaba que Miroku, Sango o Shippo la detuvieran, pero a cambio de eso, ellos se apartaron y se pararon detrás de los dos dioses.

Aome: Ustedes dos... Trate de ser amable con ustedes, trate de llevarme bien con ustedes, sin embargo se la pasan ofendiendome.
Kykyo: Esperas respeto de nuestra parte? - preguntó de manera burlona - se te olvida que eres una simple copia? (Riéndo)
Inuyasha: Kykyo tiene razón. Eres una copia barata de ella!

Extendió su mano y solo sintieron el impacto que los mando a estamparse contra los árboles, ni siquiera los había tocado y ya estaban lastimados.

Aome: A ti se te olvida que eres una simple mortal resentida a la que sacaron del Inframundo? - hablo usando las misma palabras que su padre - y a ti Inuyasha... Se te olvida que eres un mestizo?
Inuyasha: Y tú qué eres? - ptegunto mientras se ponía de pie - no también eres mitad humana?
Aome: A diferencia de tí... Yo, mi querido Inuyasha, yo soy hija de un dios, y hay un nivel muy diferente entre tu y yo!

Le dolía hablarles y tratarlos así, sin embargo debía ponerles un alto, además de que ya llevaba tiempo sospechando de lo que Inuyasha y Kykyo querían hacerle, pues sabía que esos "accidentes" durante el viaje, no eran por casualidad.

Kykyo: Eres una....
Aome: Soy la princesa del Inframundo. - dijo mientras volvía a atacarla - y trate de ser amable contigo, pero no me dejas otra opción, y si tengo que hacer uso del poder y la autoridad que mi padre me dió... Entonces lo haré!

El arco que apareció en sus manos era diferente, pues tenía el mismo diseño que la espada del dios Hades, al igual la flecha que puso en este, les estaba apuntando, sin embargo algo paso, algo que la hizo titubear.

Inuyasha: Si has de matar a alguien que sea a mí! - dijo mientras se ponía frente a Kykyo - pero a ella déjala ir.
Kykyo: Perdónale la vida a él y mátame a mí.
Aome: Por está vez dejaré que se vayan. - dijo mientras bajaba el arco - pero la próxima vez no seré tan amable con ustedes, y no quiero verlos cerca de mi o de mis amigos.

Se dió la vuelta y se dirigió a dónde estaban todos los demás.
Hasta ese momento el dios de los mares se dió cuenta que ella era como su hermano, compasivo y piadoso, pero también letal y cruel si lo hacían enojar y despertaban su ira, así era Aome, y lo había demostrado.

Poseídon: Traten de no encontrarse conmigo... - llamo su atención antes de que se fueran - yo no los dejaré ir.
Alone/Hades: Y conmigo disfrutarán en el gozo del infierno. (Sonriendo)

La lluvia ceso repentinamente y la luz del día volvió, sin embargo la amenaza de los dos dioses seguía presenté.

Después de calmarse y tratar de sacar su enojo, se encontraba hablando con su padre y su tío acerca de la situación en la que se encontraban, y también de la última pelea con Naraku.

Alone/Hades: En la carta dice que es lo que debo hacer. - hablo de manera sería - puedes estar tranquila.
Aome: Gracias papá.
Poseídon: Y entonces... Debo cuidar de ella?
Alone/Hades: Si es que ella no termina cuidando de tí.
Poseídon: Me iría a guerra contigo por eso, pero de alguna manera hemos sido aliados hasta ahora.
Aome: Que harás papá?
Alone/Hades: Iré a arreglar asuntos con pegaso, nada de lo que tengas que preocuparte. - acarició su cabello y beso su frente para después despedirse - te veré después. (Desapareciendo)
Aome: A dónde fue Minos? - preguntó una vez su padre se había ido - no lo he visto desde que...
Sango: Le dijo algo a tu padre y después se fue.
Aome: Aiacos, tu sabes?
Aiacos: Yo no sé nada princesa, se lo juro! (Nervioso)
Poseídon: Tranquila, no hará nada malo, ni matará a nadie... Creo.

Con Minos

No había tardado mucho en encontrarlos, pues aún no estaban muy lejos, y cuando llegó a dónde estaban no dijo nada, únicamente uso su Marioneta cósmica para inmovilizar a Kykyo y se dirigió a Inuyasha.

Minos: Ahora si no tengo que contener mi fuerza! (Sonriéndo)
Inuyasha: Infeliz, crees que te tengo miedo?
Minos: Deberías.

Inuyasha no tuvo oportunidad alguna de sacar a colmillo de acero, pues Minos demostro porque dentro del ejército del Inframundo, los tres jueces eran los más fuertes.

Un golpe tras otro, eso era lo que Inuyasha recibía, y ni siquiera podía devolverlos, porque no lo dejaba ponerse en pie, recibía un golpe y enseguida llegaba el otro, eso hasta que lo dejo casi inconsciente.

Minos: Nos vemos después Inuyasha... Talvez aún pueda tener oportunidad de hacer tu juicio.
Inuyasha: Maldito! (Quejándose)

En cuanto Kykyo pudo moverse corrió hacia el para ayudarlo y curar sus heridas o las que no fueran tan graves, pues como Minos lo había dicho, no se había contenido, pero decidió no matarlo, ya que el dios Hades le dijo que hiciera lo que el quisiera con Inuyasha, pero que no lo matará, de eso se encargaría él.









Estoy de vuelta!
Probablemente, aún no es seguro, de esta semana a la otra tendré vacaciones en el trabajo (una semana) y estaré actualizando todos los días, aún no prometo nada.

Hilos de amor (Aome x Minos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora