Capitulo 5

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Salió de entre los árboles llamando la atención de Minos y de Aome, está última sólo lo observó pero no le dijo nada, algo que sin duda lo molesto.

Inuyasha: Por qué sigues despierta?
Aome: No iba a dejar a Minos con sus heridas!
Inuyasha: Ve a dormir, mañana saldremos temprano!

Esa actitud preocupada extraño un poco a Minos y logro engañar a Aome, pues a pesar de todo, la azabache aún guardaba sentimientos por Inuyasha.

Los siguientes días fueron iguales, Inuyasha era la persona más atenta del mundo con Aome, e incluso ya no se iba por las noches a ver a Kykyo.
Todo esto lograba que el resto del grupo comenzará a creer que las cosas entre Aome e Inuyasha ya se habían arreglado, sin embargo... Minos no tenía el puesto de juez del Inframundo sólo porque sí, el sabía cuándo alguien ocultaba algo, y puede que Inuyasha había logrado engañar inclusive a Aome, pero no a él.

Un mes después

Se encontraban tranquilamente en la cabaña de la anciana Kaede, cuando de pronto Minos y Aome se tensaron por un momento y después se tranqulizaron pero de inmediato se volvieron a tensar.

Miroku: Pero que es esa energía tan poderosa? (Asombrado)
Sango: Aome... Tú también lo sientes?
Aome: Minos! - hablo ignorando momentáneamente a sus amigos - está... Él está un poco molesto!
Minos: Su cosmos está elevado. Retomemos los formalismos.... Princesa!

Minos y Aome salieron de la cabaña, no sin antes dar una advertencia de Aome, pues no debían salir, ellos se harían cargo de la situación.
Sin embargo, la naturaleza del ser humano es curiosa, y no pudieron evitar seguirlos.

Cuando los encontraron Inuyasha de inmediato lo reconoció y Sango, Shippo y Miroku se sorprendieron ante lo que estaban viendo, pues Minos volvía a usar su sapuri y se encontraba arrodillado con la cabeza hacia abajo y Aome abrazaba al hombre frente a ella, quién era casi igual a ella, sin embargo sus palabras los dejaron aún más sorprendidos.

Aome: Papá... - llamo su atención al soltarse lentamente del abrazo - por qué estás aquí?
???: No puedo venir a ver a mi hija?
Minos: Con todo respeto señor Hades! - hablo sin dejar su posición inicial - el hecho de que usted esté aquí debe ser por algo de importancia!
Hades: Tienes razón Minos. Quiero hablar con mi hija a solas, puedes retirarte momentáneamente!
Minos: Como ordene señor! (Retirándose)

Cuando Minos se retiró, se dió cuenta de la presencia de Kykyo, pues está última también sintió el enorme poder del dios del Inframundo, y lo reconoció al instante, pues este último había llevado a cabo su juicio en ese lugar, por el hecho de ser en su momento, una figura sagrada.

Minos: Qué es lo que buscabas ahí? - pregunto mientras le cerraba el paso - podría matarte por espiar esa conversación!
Kykyo: Así que la inútil de Aome es la hija de un dios! (Burlona)
Minos: No permitiré que te expreses de esa forma de mi señora! (Molesto)
Kykyo: Ese poder debió ser mío, ella es mi reencarnación. No es más que una maldita copia! (Gritando)
Hades: Cómo te atreves siquiera a compararte con mi hija?

No sólo el grito, sino que la discusión en si había logrado llamar la atención de todos, lo cuál los hizo dirigirse al lugar.
Hades fue el primero en llegar, y al escuchar que Kykyo se había referido a Aome como "copia", se molestó de inmediato.

Hades: Responde! - hablo con enojó mientras elevaba el tono de voz - quién te crees para decir que mi hija es tu reencarnación?  (Molesto)
Aome: Papá! (Asustada)
Hades: No eres más que una simple mortal resentida a la que lograron sacar del Inframundo!
Aome: Basta papá!
Kykyo: Eso es lo que ella es. - hablo con firmeza y determinación - mi maldita copia que me robó todo lo que me iba a pertenecer!

Esas palabras sólo lograron enfurecer al dios del Inframundo, pues desde que se había enterado de que Aome nacería, no había dejado que nadie se expresará mal de su hija, aún cuando paso mucho tiempo alejado de ella para protegerla.

Hades: Tú no eres más que una simple muerta viviente a la que le queda muy poco tiempo para regresar al Inframundo!
Kykyo: Yo....
Hades: Te recuerdo a la perfección, recuerdo tu juicio pues yo lo hice. - dijo mientras su cosmos se elevaba cada vez más - y no sabes cómo disfrutaré volver a hacer ese juicio una vez regreses a ese lugar!
Aome: Papá!
Minos: No princesa! - hablo llamando su atención - usted mejor que nadie sabe que su padre es justo pero si se trata de sus seres queridos...

Inuyasha, Sango, Shippo y Miroku junto a Kirara por primera vez se habían quedado petrificados del miedo, pues si la sola presencia del dios Hades imponía una mezcla miedo y respeto, el sentir y ver de cerca una parte de su enorme poder, era algo que no los dejaba reaccionar.

Hades: No te atrevas si quiera a intentar ponerte a la altura de mi princesa, ella es hija de un dios! - expreso con enojo mientras elevaba aún más su cosmos - tú no eres más que una estúpida mortal resentida. Te falta mucho para estar a la altura de la princesa del Inframundo!

Únicamente extendió su mano y la hizo volar unos cuantos metros hasta impactarse con un árbol, no la mataría, el encargado de eso era Thanatos, sin embargo dejaría que fuera la misma Kykyo quién cavara su propia tumba.

Cuando se giró para mirar a Aome, su mirada se suavizó y  su cosmos se aplacó, después de eso se volvió a alejar junto a la azabache para poder hablar.
Fue en ese momento cuando Inuyasha reaccionó y fue a ver si Kykyo se encontraba bien, sin embargo no esperaban lo que Minos dijo.

Minos: Tienes suerte de que el señor Hades se haya apiadado de tí, su hubiera sido yo, la señorita Pandora o los otros dos jueces... Ya estarías camino a tu nuevo juicio al Inframundo!

Dos horas después

Aome: Entonces la perla... Renació en mi por el capricho de Persefone?
Hades: Ella misma me lo confeso! - dijo mientras miraba a la nada - Zeus me dió libre autoridad para actuar respecto a todo esto!
Aome: Y que harás?
Hades: Actuar bajo mi capricho también y ayudarte, aunque sea a la distancia!
Aome: Y Persefone? (Curiosa)
Hades: Les pedí a Hypnos y Thanatos que la llevarán al Tártaro! Lleva esto contigo! - dijo mientras le daba su collar y dos cartas - una es para Poseídon y la otra es para... Para mi.
Aome: Para tí? - pregunto con bastante curiosidad - como es que....
Hades: Si mal no recuerdo... Estoy a un mes de despertar en esta época, es evidente que aún no sabía de tí, pero como el tiempo debe seguir su curso, igual te ayudaré y en esa carta me explico a mi mismo como hacerlo!
Aome: Comprendo! Pero... La carta para Poseídon?
Hades: Ve y molestalo de mi parte y recuérdale que no te puede hacer nada porque lo mataré!

Después de hablar un rato más con su hija, el rey Hades se fue de la época antigua, no sin antes recordarle a Minos que su cuidado y protección dependían de él mientras estaban en ese lugar.

Hilos de amor (Aome x Minos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora