Capitulo 13

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Minos había regresado a dónde estaban todos los demás, se le veía bastante feliz y animado, algo que les pareció bastante extraño a los demás, pero lo habían dejado pasar.

...

Sango: Entonces conociste a tu prima? (Sorprendida)
Aome: Así es.
Miroku: Y era bonita?
Sango: Su excelencia! (Molesta)

Para el dios Poseídon y los dos jueces no pasó desapercibido el hecho de que la ausencia de Inuyasha ni si quiera era notable para los demás, era como si nunca hubieran viajado con él.

.....

Minos: Aome...
Aome: Tenía una ligera sospecha de que ellos querían matarme.
Minos: Yo... Yo lo sabía, pero no actúe debido a que antes de venir me habías dado la orden de no hacerlo.
Aome: Se que lo sabías, o al menos lo sospeché el día que ví los golpes que Inuyasha tenía y tú no estabas tan lastimado como él.
Minos: Fue bastante obvio entonces.
Aome: Así es. - río un poco al hablar - aunque los "accidentes" que había tenido en los últimos días durante el viaje los delató.
Minos: Aún así quisiste viajar con ellos.
Aome: Recuerda que es bueno tener a tus amigos cerca, pero es aún mejor tener cerca a tus enemigos.
Minos: Digna princesa del Inframundo.

Se sentía bien estando a su lado, siempre que estaba con él era como si nada más existiera, pero había veces en las que se preguntaba si Minos siempre estaba con ella porque su padre se lo había ordenado y porque ella se había vuelto egoísta en cuanto a dejarlo volver.

Aome: Minos...
Minos: Dime.
Aome: Yo te agrado?
Minos: Más que eso.
Aome: Lo dices porque soy la princesa del Inframundo o porque me has tratado más a fondo?
Mino: Por lo segundo. - dijo mientras la miraba a los ojos - eres buena, amable, valiente, pero también te haces respetar y valer tu voz cuando es necesario, te preocupas por los demás y no temes decir lo que sientes, también debo reconocer que admiró todo el poder que tienes y tú fuerza de voluntad, he visto inseguridad en tu mirada al momento de prepararte para pelear, pero esa inseguridad se va cuando defiendes a las personas que quieres.
Aome: No me tratas bien porque mi padre te lo pidió así?
Minos: De ser así seguiría con los formalismos, te llamaría princesa y mi trato contigo sería estrictamente como tú guardian.
Aome: Pero en el santuario de Athena te referiste a mi como tú señora.
Minos: Eso es porque me tienes a tus pies, en más de un sentido.
Aome: Como cuáles?
Minos: Dejarías que el señor Hades me enviara al Tártaro si te lo digo. (Riéndo)
Aome: Pervertido.
Minos: Que es lo que estás pensando princesa?

Las mejillas de Aome le hacían competencia a los tomates en ese momento, pues el tono en el que Minos había hablado la había hecho pensar en muchas cosas, sin embargo la risa del juez la hizo volver a prestarle atención.

Minos: Escucha Aome. - dijo mientras reía - no se que habras pensado, pero déjame decirte unas cuantas cosas.
Aome: Cuáles?
Minos: Me tienes a tus pies en más de un sentido porque desde un principio tus ojos me cautivaron, porque eres la mujer más pura y buena que he conocido en toda mi vida.
Aome: Lo dices enserio?
Minos: Déjame terminar por favor. - puso su dedo índice en sus labios - puedes hacer de mi lo que quieras, si me dices que pelee contra la diosa Athena lo haría. Y sabes por qué?
Aome: Por qué?
Minos: Porque para mí, antes de ser la princesa, eres la mujer que amo, y me enfrentaría a todo y a todos por ti. Siempre y cuando a usted, princesa, no le importe que su humilde juez este enamorado de usted.

Aome estaba llorando y no precisamente porque estuviera triste, no, al contrario, estaba feliz de escuchar todo lo que Minos le había dicho, y no lo dejo terminar, porque prácticamente fue ella quien se animó a besarlo, tomándolo por sorpresa, obviamente después de salir de su asombro, él la abrazo por la cintura y respondió el beso que se estaban dando.

Escondidos entre los arbustos se encontraba el juez de Garuda y el gobernante de los mares, pues ya era tarde y ni Aome ni Minos regresaban al campamento, sin embargo al escuchar la confesión  se escondieron para no interrumpir.

Aiacos: El señor Hades lo va a matar. (Susurrando)
Poseídon: No creo que mi sobrina deje que algo así pase.
Aiacos: Tiene razón, pero aún así no estaría demás jugar un poco con él.
Poseídon:  Cuenta conmigo.

Con Inuyasha

Kykyo se encontraba curando las heridas de Inuyasha, sin duda el juez Minos lo habia dejado bastante herido, sin embargo no esperaban que el hermano mayor de Inuyasha se hiciera presente en el lugar.

Sesshomaru: Así que la Miko por fin te abandono! (Burlón)
Inuyasha: Cállate maldito!
Sesshomaru: Quien diría que la Miko resultó ser hija de un dios.
Kykyo: Como es que tú...
Sesshomaru: Un día vas a caer Inuyasha, y disfrutaré de ese momento.

Se alejo sin decir nada más.
Era evidente que Sesshomaru sabía que Aome era hija de un dios, y eso se debía a qué la última vez que estuvo cerca del grupo, colmillo sagrado había reaccionado de una manera bastante diferente a lo anterior.
Sumándole a eso que el mismo Poseídon lo habia contactado para tratar algunos asuntos con él.

Días después

No sé molestaron en ocultar lo que había entre ellos, ni siquiera porque el dios Poseídon se encontraba con ellos.
Aiacos y el gobernante de los mares, habían decidido divertirse a expensas del juez de Griffo.

Aiacos: Te has puesto a pensar en lo que te va a hacer el señor Hades.
Minos: No.
Poseídon: Si Aome fuera mi hija yo ya te hubiera encerrado en alguno de los pilares.
Minos: Pero...
Poseídon: Mi hermano te va a enviar al Tártaro.
Minos: No creo que...
Aiacos: El señor Hades te quitará el puesto de juez y se lo dará a Lune.
Minos: El señor Hades me va a matar y me va a revivir hasta que se canse. - dijo mientras caminaba de un lado a otro y jalaba sus cabellos - me va a enviar al Tártaro después de eso, me quitará el puesto de juez y se lo dará a Lune y lo peor de todo es que no veré más a Aome.




Hilos de amor (Aome x Minos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora