Playing Dress-up ~Tomarry~ (Traducción)

Capitulo 23

Harry se deslizó hasta sentarse en el suelo, acababa de volver de la reunión. Utilizó el giratiempos antes de salir de la mansión y se dirigió con la llave de la puerta al parque del que había partido.

Harry podía sentir la magia oscura girando en sus entrañas, era abrumadora. La euforia de ver a Tom torturando a alguien había empezado a afectarle, aunque estaba ligeramente perturbado por cómo se sentía, se lo quitó de la cabeza. Tom era diferente y no podía evitar sentir que lo que hacía era correcto. Lucius, alias la barbie rubia, se había merecido la implacable ira de Tom. El hombre había negado su lealtad y había extraviado el diario, algo que era particularmente valioso para Tom.

Pasaron otros 45 minutos antes de que finalmente saliera del aturdimiento en el que se encontraba y se metiera en la cama antes de caer en un sueño terriblemente reparador.

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Por supuesto, los días siguientes transcurrieron con normalidad, Harry se levantó increíblemente temprano para preparar el desayuno de sus familiares, limpiar y ordenar la casa y el jardín. Hubo una paliza, en la que hubo algún daño grave, cualquier evidencia de ello había desaparecido. Su magia no dejaba de curarlo y eso estaba agotando sus reservas mágicas.

Hydrath estuvo presente en todo momento, se aseguró de que Harry utilizara sus bálsamos y pastas curativas para los moratones, los cortes, las infecciones y las quemaduras, se alegró mucho de que Hydrath le hubiera enseñado esos métodos o, de lo contrario, cree que ya estaría muerto.

En fin. Harry había recibido otra citación y en ese momento se dirigía al parque, sin embargo, ésta era más temprano. No tenía que preocuparse por salir a escondidas de sus tíos, Vernon se había hartado tanto de mirarle a la cara que la ballena le había dicho que se perdiera de vista y que no volviera hasta mucho más tarde esa noche. Era un día húmedo en Surrey, así que decidió dejar que la pequeña serpiente descansara en su habitación, bajo su manta.

Así que se puso en marcha, Harry suspiró mientras se adentraba en la ciudad local, antes de meterse en un callejón para poder deslizar su túnica y desaparecer con un silencioso siseo.

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Cuando consiguió llegar, sólo un par de mortífagos más estaban de pie en el vestíbulo esperando. Uno de ellos era su profesor de Pociones, Avery, Colagusano y Barty. Harry se dirigió inmediatamente a hablar con su amigo de pelo arenoso. "Barty".

El hombre le dedicó una leve sonrisa, "Hadrian. No creí que fueras capaz de llegar".

Harry miró al hombre con severidad antes de dejar que sus rasgos se relajaran. Después de todo, era pleno día, lo que significaba que los muggles estarían fuera y lo mantendrían "a salvo". "Ni siquiera se darán cuenta de que me he ido. Confía en mí". Contestó, con la voz fría.

Barty le dirigió una mirada escéptica, que Harry aprovechó para cambiar de tema. "¿Dónde te has estado escondiendo entonces? Quiero decir que se supone que estás muerto". Barty se limitó a encogerse de hombros, aunque no fue capaz de mirarle a los ojos.

"He estado durmiendo por ahí, no he podido encontrar nada estable". Harry se limitó a asentir. El ministerio había tomado el control de las propiedades de los Crouch y todas habían salido a la venta desde que su padre había fallecido, no es que Barty se hubiera arrepentido de haber matado a su terrible padre.

Pronto su atención se dirigió a la escalera principal, Harry prácticamente podía sentir el cosquilleo de la magia de Voldemort a su alrededor, era adictiva como una especie de droga ilegal, "eso es lo que debería ser de todos modos". Pensó para sí mismo mientras empezaba a deleitarse con la intensidad de la magia que se arremolinaba a su alrededor.

Harry se sacudió de su trance y se inclinó ante el señor oscuro, o más bien ante Tom. Pero no se trataba de Tom. Era Lord Voldemort. El bastardo con cara de serpiente que arruinó la vida de todo el mundo en la primera guerra mágica, mató y arruinó a muchas familias. Aunque Harry ayudó voluntariamente a traerlo de vuelta, y para ser honesto, cuanto más pensaba en ello más jodido sonaba, pero le gustaba, además este señor oscuro no se parecía en nada al anterior.

"Levántense mis queridos seguidores". La voz rasposa de Voldemort se dirigió a la sala llena de mortífagos, Todos se levantaron en sincronía, "Espero que hayan venido preparados para estar aquí un buen rato, vamos a sacar a mis leales seguidores de la prisión de Askaban. Hadrian, ven conmigo, tenemos asuntos bastante importantes que discutir. En cuanto al resto, preparaos porque atacaremos la prisión esta noche". Muchos de los mortífagos vitorearon y se volvieron para hablar entre ellos. Harry hizo un pequeño gesto con la cabeza a Barty antes de salir, siguiendo al señor oscuro.