Playing Dress-up ~Tomarry~ (Traducción)

Capítulo 32

Barty llamó a la puerta del despacho de Tom, él y Lucy pensaban que habían encontrado algo. Había pensado en no decírselo a su señor por si su información era errónea, pero Lucius había pensado que sería mejor decirle algo a su señor, así parecería que estaban haciendo algo y llegando a algo después de una semana de búsqueda.

Lanzaron una moneda y, por supuesto, Barty había perdido. Típico.

Y ahora estaba de pie frente a la puerta de un despacho del señor oscuro muy volátil y tenso, con los nervios a flor de piel, como de costumbre en estos días. Odiaba admitirlo, pero Harry era bueno para su señor, posiblemente incluso mejor para los mortífagos también - después de que llegara había menos castigos repartidos. ¿Ahora?

Era el doble de lo que solía ser, incluso antes de Harry. Morgana, echaba de menos a ese chico... ¡y también los chismes, claro!

Escuchó un fuerte y violento silbido detrás de la puerta. "Adelante". La mano de Barty vaciló al estirar el pomo de la puerta hacia abajo, pero aspiró y respiró tranquilamente antes de entrar.

El señor oscuro estaba en su forma escamosa, mirando por la ventana y en la distancia, su paciencia se estaba agotando. "¿Qué quieres?"

Podía sentir el miedo que goteaba de su seguidor, "M..Mi Señor. Creo que Lucius y yo lo hemos encontrado".

Tom se congeló. "¿Dónde está?" El gruñido en su voz sonó posesivo. Barty tuvo que preguntarse en qué se había metido Potter con su Señor.

"Es un Orfanato en Londres. Wool's-"

"Ya he oído suficiente. Toma a Rodolphus y a Rabastian y tráelo de inmediato. No me importa si uno de ustedes tiene que actuar interesado en adoptarlo. Llévale su varita, necesitará algún tipo de protección. Hazlo y sácalo de ahí. ¡Vayan!"

Barty no se quedó mientras la puerta se cerraba con un clic y unos pasos apresurados recorrían el pasillo. Él había creído que, ese viejo infierno había sido derribado. Pero tal vez no. Se había paralizado al mencionar el nombre. Prefería pasar un tiempo en Azkaban que volver allí. Sólo esperaba que Harry estuviera bien. Merlín y Morgana. Por favor, que esté bien.

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Harry estaba irremediablemente tumbado en su cama repasando unos deberes que le dio el tutor. O le dio a todo su grupo de edad. No es que él supiera realmente cómo hacer esas cosas, para eso estaba el teléfono muggle. Harry había preguntado si podía salir a las tiendas con uno de los miembros del personal, dijo que estaba aburrido de las mismas paredes todos los días. Rápidamente aceptaron, ya que Harry apenas salía de su habitación. Agradeció poder escabullirse el tiempo suficiente, sacó algo de dinero muggle de su cuenta de Gringotts y se fue. Por fin pudo cubrirse la cicatriz, ya que le había crecido el pelo, lo que le alegraba. Nadie le reconoció.

Por supuesto, podría haber salido corriendo en ese mismo momento, pero no lo hizo, Hydrath no estaba con él. Y no había forma de que volviera a dejar sola a su serpiente durante tanto tiempo.

Volviendo al tema. Había conseguido comprarse un smartphone. (N/A - Sé que entonces no había teléfonos inteligentes, pero sigue el juego.) Era muy útil, sobre todo para hacer los deberes. Tal vez, si él quería. Podría intentar diseñar uno que funcionara en los hogares mágicos. Definitivamente era una idea.

Una vez que se declaró a sí mismo que ya había terminado de ver los deberes del día, se puso a hablar con la boa constrictor, que estaba acurrucada en su almohada. "¿Crees que nos encontrará? Sé que soy básicamente ilocalizable, ya que fue el sistema muggle el que me metió en este lío. Pero empiezo a preguntarme si le importa". Harry siseó en voz baja a la serpiente medio adormilada.