— ¡A a la una! —empezó Zorrillo—. ¡A las dos! ¡Y...! ¿Qué sigue después de dos?
— Tres —dijo Michael, entornando los ojos y sacudiendo su pequeña cabeza.
— ¡Ya!
Dos palabras, sólo dos palabras: Mis manos.
Mis manos se quedaron atrapadas entre las de los Niños Perdidos, lo cual no hubiera sido malo si ellos no se hubiesen emocionado de más con el tema de tirar de la cuerda... Ni siquiera pude tirar por mí misma, sentí que si dejaba mi mano por un instante más, sólo un instante más, terminaría muy lejos de mi cuerpo.
Tuve que dar un salto hacia atrás y terminar halando de Conejo para, por lo menos, aportar algo.
— ¡Con más fuerza! —ordenó Zorrillo.
— ¡Tú no sabrás que tan fuerte puede ser si no haces nada! ¡Deberías ser el Perezoso en lugar del Zorri...!
— Tú deberías ser la ballena en vez del Osezno, pero no. ¡Qué triste es...!
— ¡Ya basta! —estallé—. ¡No es momento para eso!
Tiré de Conejo con más fuerza de la necesaria y ambos caímos de espalda al suelo, ya que Mofeta cruzó mal los pies: él sobre mi pierna y yo sobre Zorrillo. Creo que valió la pena por oír el chillido de esté último.
— ¡Está abierta! —exclamaron los gemelos.
Todos miramos a la puerta y sí, estaba abierta. ¡Mis manos y mi cabeza ardían, pero por lo menos la puerta estaba abierta!
Después de que se llevaran a James y a Alex, los piratas volvieron por Wendy y John. Sólo quedábamos los Niños Perdidos, Michael y yo. Y yo no terminaba de saber cómo rayos debía sentirme. ¿Molesta? ¿Triste? ¿Encantada?
No, encantada no. Todavía olía terrible allí abajo. ¡Fue más que un placer atravesar esa puerta!
La cosa, claro, es que yo tengo la suerte de un irlandés borracho al que busca la ley, y no tardaron en localizarnos un grupo numeroso de piratas.
Tampoco hay que olvidar que somos niños, por supuesto, y no hubo mejor idea que la de jugar a las escondidas entre las muchas cosas que llenaban el barco.
Me escondí con los gemelos dentro de un barril de vino que estaba vacío... Pero no limpio. Tenía que llegar a casar a cambiarme la ahora desastrosa pijama. De verdad.
Si es que alguna vez llegaba a casa. Al paso en que íbamos sólo llegaría a estar loca y con la cabeza entre las escobas antes del final.
El final.
Ahora mismo todos podrían estar allí afuera haciendo lo suyo para que Peter besara a Wendy. ¿Y dónde estaba yo? Con ambas manos cubriendo los labios de uno de los gemelos, exactamente del que estaba a punto de estornudar.
— No, no, respira —susurré—. Con calma, vamos.
Yo misma me sorprendí de lo bien que manejaba la situación. Tal vez porque perdí cualquier esperanza después de media hora de asfixiarme con los gases de Zorrillo y ver el divertido pero enternecedor gesto de Conejo mientras lo hacía.
Entonces mi mano se humedeció. Ni me preguntes cómo. Sólo diré que el niño sí estornudo, y que mi mano detuvo mucho más que el sonido.
Me retorcí como enferma un buen rato después de eso, agitando mi mano en el aire en plan de "ay, Dios, ay, Dios mío".
— ¿Están allí?
Alguien dio golpecitos desde afuera del barril. Alguien nos encontró.
Y no era Michael o un Niño Perdido.
Era una voz masculina.
— ¿James...? —pregunté.
— ¡Y Alex!
No pasó mucho tiempo antes de que cada uno de los gemelos saliera disparado a colgarse sobre el par que, aparentemente, nos rescataba.
— ¡Gracias, gracias, gracias! —gritaban al unísono, siendo el resultado un sonido que bien parecía espectral a través de esas cuatro asfixiantes paredes.
James me miró, alzando a su gemelo en los brazos, buscando la comodidad necesaria para lo que se vendría a continuación.
— Vera, ¿puedo preguntarte algo?
De repente, sonrió. Se trataba pues, de una hermosa y sincera sonrisa. Me hizo sonreír levemente, curvando mis labios en un movimiento poco perceptible.
Y asentí.
— Acabas de hacerlo.
— Entonces tengo derecho a pedir algo más.
— ¿Y qué puede ser eso?
Entonces volteó hacia Alex, a quien el otro gemelo le deformaba el rostro con sus pequeñas manos. No pude evitar reír al ver todo su cabello despeinado.
— ¿Pensarías en algo bueno esta noche? —me preguntó James.
— ¿Por qué? —Fue inevitable preguntarlo.
— ¡Porque con eso y polvo de hadas, no dudo que podamos volar!
Polvo de hada y buenos pensamientos significaban volar; volar significaba que habría oportunidad de... ¿Oportunidad de qué? ¿Tal vez de...?
— Volver a casa, Vera —dijo Alex. Dio un paso hacia adelante—. Podemos hacerlo. Pero tiene que ser ahora, la cubierta está vacía.
— Pero no sé cómo —dije, y recordé que ni siquiera llegué a Nunca Jamás de la forma en que, se suponía, todos llegaban. Llegué aquí en un aburrido barco, el mismo que me tenía de prisionera y no me dejaría escapar.
— Yo no lo recuerdo —murmuró James, casi avergonzado de haberlo olvidado.
— ¡Entonces es genial que me tengan a mí! —exclamó mi niñero, haciendo porte de su inexistente modestia—. Estaremos de vuelta si torcemos por la segunda estrella a la derecha y después todo recto hasta la mañana.
Le miré con asombro.
Wow. Sólo wow.
— ¿Qué? —Alex se encogió de hombros—. Ya te he dicho que soy el mejor de mi clase, ¿no?
Ajá: la modestia de Alex existía tanto como mi deseo de escapar ahora.
Necesitaba saber si todavía tenía oportunidad con Peter. Y en fondo, algo me decía, me gritaba, que sí.
________
|¡Hola! En serio gracias por ser pacientes con mi novela y estar aquí♥ Las adoro, chicas. ¡Y también adoro al chico que se ha animado a hacer una reseña de la fanfic!
Lo que me lleva a, tres anuncios:
1-. Las actualizaciones pasarán a ser los días martes y jueves. También puede que publique sin orden sábados o domingos ya que este es, sin duda, el último mes de la fanfic. ¡Será difícil terminar con esto, me he apegado mucho a la historia y a ustedes, a sus geniales comentarios y a los muy variados #Teams!
2-. ¡Hay una nueva portada! Y posiblemente hayan una que otra más ya que estoy experimentado e intentando mejorar un poco. ¡Me encantaría saber su opinión!
3-. ¿Recuerdan al chico que mencioné? ¡Pues él hizo una reseña! Si quieren verla, y apoyarlo ya que es una dulzura de persona, pueden encontra el link en los comentarios.
Además de eso, estoy feliz de informarles que tan pronto esté completada, editada y con una buena portada, podrán encontrar "Peter Pan, el chico en mi ventana" en pdf ^-^
¡Eso es todo por ahora, amigos! Siempre estoy encantada de recibir sus votos y leer sus comentarios♥ ¡Saludos!|
ESTÁS LEYENDO
Peter Pan, el chico en mi ventana
FanfictionVera es una jovencita soñadora que a pesar de no decirlo en voz alta, desea crecer antes de tiempo. Crecer de la manera aburrida: Trabajar, no jugar. Sumar y restar, no dibujar. Dejar la niñez atrás, muy atrás... O eso al menos hasta que un día, mi...