Cuando entré a la habitación donde estaba Peter, pude verlo dormido. Pero no estaba segura de que dormia, solo pude especularlo. Se veia tan vulnerable, que me senti culpable al instante. Llorar fue lo unico que pude hacer... esto era sólo culpa mía. Sollozando, me dejé caer en el suelo, a centímetros de Peter, pero mirando hacia la pared.
─ Sólo lo arruino todo... ─murmuré.
Sentí una mano que, lentamente, se paseaba por mi cabello. No quise voltear, pero, al recordar que allí sólo estábamos Peter y yo, me hizo hacerlo. Peter sonreía, con movimientos forzados acariciando mi cabello.
─ Eso no es cierto ─susurró, seguido de una tos.
Me levanté, mirándolo y sin saber qué hacer. Estaba emocionada, pues si Peter estaba bien, Campanilla también lo estaba. Peter se apoyo en sus codos, pero me abalancé hacia él y lo abracé, haciendolo caer en la cama de nuevo.
Ambos reímos.
─ Ya está bien, me aplastas ─dijo, con una voz divertida.
Pude sentir que estaba sonrojada, y me levanté rápidamente. Él también lo hizo, pero cayó al suelo en un brusco movimiento de barco... habíamos llegado. Alex apareció por la puerta, y se acercó a mí, tomándome del brazo y sacandome hacia afuera.
─ Bien, Vera ─dijo, serio como nunca, pero con una guapa sonrisa─. Es ahora o nunca. Y ahora será, ¿entendido?
Asentí, corriendo hacia afuera por mí misma. Había bajado del barco y recorrido el bosque casi sin darme cuenta, y llegué al árbol. Vi a James, pero no parecía tiempo de saludar. Los demás también estaban allí, Wendy, los niños, todos alrededor del hada.
─ Yo creo ─grité, llena de emoción─. ¡Yo creo en las hadas!
James levantó la mirada, y vino hacia mí, abrazandome.
─ Yo creo ─me dijo. Volteó hacia el hada y gritó─: ¡Yo creo en las hadas!
─ Yo creo en las hadas ─murmuró Zorrillo.
─ ¡Yo creo en las hadas! ─Ozesno. Luego el resto hizo lo mismo.
─ Yo creo en las hadas... ─dijo Alex, recostado en un árbol. Luego, con más emoción y alzando las manos exclamó─: ¡Yo creo en las hadas!
Todos estaban diciendo lo mismo, cada vez más fuerte podía oírse. Sentía otras voces en mi cabeza, de niños de todas partes del mundo diciendo lo mismo. Todo estaba tomando su rumbo. Y unos pasos
llegaron desde el voces.
─ ¡Yo creo! ─era Peter─. ¡Yo creo en las hadas!
Garfio, como siempre, había aparecido de la nada. Pero, estaba sonriendo. Quitó de su cabeza un sombrero que colocó en su pecho, y exclamó:
─ ¡Yo creo en las hadas!
Todo era tan irreal, no podía creerlo. Sonreía como idiota. Sacudí la cabeza, y, una vez más, grité:
─ ¡Yo creo! ¡Sí, yo creo en las hadas!
Y Campanita se movió, recobrando vitalidad. Ella se sentó, sacudiendo la cabeza y tosiendo. De un salto, volvió a su compostura de costumbre y miró alrededor. Dijo una palabras que nadie pareció entender. Peter fue hacia ella y le dio un abrazo, a su manera...
Ahora... todo estaba mejor.
─ ¡Capitán Garfio!
La voz de Smee emergió de los árboles. No sonaba como siempre, idiota y anciano. Sonaba serio, y anciano.
─ ¿Qué sucede, S...?
Una tabla golpeó la cabeza de Garfio, dejándolo inconsciente en la grama. Una figura se hizo presente, era... era Garfio.
─ Se te hace entrega de una triste noticia ─dijo el otro Garfio, viejo y muy diferente al Garfio que me había traído aquí─: He vuelto...
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Peter Pan, el chico en mi ventana
FanfictionVera es una jovencita soñadora que a pesar de no decirlo en voz alta, desea crecer antes de tiempo. Crecer de la manera aburrida: Trabajar, no jugar. Sumar y restar, no dibujar. Dejar la niñez atrás, muy atrás... O eso al menos hasta que un día, mi...