No sentia la fuerza necesaria para abrir. Por otra parte, no queria verle la cara a Garfio, no despues de lo que hizo. Y era lo mas probable, y menos oportuno, que él estuviera allí. Aun así, abri.
Un grupo de piratas, alrededor de cuatro, escoltaban a una persona encapuchada. Era de mi tamaño, un poco más alta, quizas.
Me hice a un lado y empujaron a la persona al camarote.
─ Quedate allí, niña ─le dijeron y cerraron la puerta.
La persona contó con sus dedos hasta cinco, cuando se dejaron de oír los pasos de los piratas. Pude ver esa sonrisa, aun cuando apenas podia ver el rostro de la que venia.
─ ¿Peter? ─esbocé una sonrisa y me abalancé hacia él─. ¡Peter!
Al abrazarlo la capucha cayó y pude verlo, estaba sonrojado, sonriente y guapo.
─ Hola ─dijo.
─ Hola ─dije.
─ Estas muy linda... digo, bien ─se sonrojó. Yo también.
─ ¿Qué haces aquí? ─no sabia que mas decir. Lo noté confuso.
─ ¿No quieres verme?
Me golpee en mi mente por preguntar eso. Pero en verdad no me esperaba verlo.
─ No es eso, es que me sorprende verte...así... ¿Por qué te dijeron niña?
Él río.
─ Puede que haya sobreactuado... un poco... bueno, un demasiado...
Ambos reímos. Peter lucia igual. Tan sólo habia un brillo peculiar en sus ojos.
─ Vine a buscarte ─confesó.
─ Pues, gracias... y....
Iba a terminar mi oracion, cuando oimos unos pasos resonantes y de alguien inconfundible... Garfio.
Peter paso el seguro de la puerta, asegurando bien que el pirata no pudiera entrar. Camino hacia atras e hizo un movimiento para tomar mi mano.
La perilla estaba tranquila, hasta que se movió de manera brusca, y cesó. Garfio tocó la puerta y habló.
─ ¿Vera? ─preguntó, tocando otra vez.
Peter apretó mi mano, invitándome a hablar.
─ Sí...
Garfio suspiró, muy claramente pude oírlo.
─ Quisiera... disculparme, por lo mio, por lo nuestro.
Peter me miró, alzando una ceja.
─ No importa ─dije sonrojada y escondiendo una sonrisa.
─ A mi sí me importa, Sirena.
Peter me miró otra vez, articulando la palabra Sirena, de una manera sorpresiva.
─ Lo siento, quizas no deba decirte así.
─ Sí, quizas... ─murmuró Peter para sí mismo, sin imaginar que yo habia oído.
─ No fue nada, Garfio ─dije.
─ Para mí fue todo, Vera ─dijo Garfio ─. No me arrepiento de besarte...
─ ¡La besaste! ─gritó Peter furioso y Garfio se calló.
Tragame tierra...
─ ¡Pan! ─gritó Garfio girando la perilla con ahínco. Se alejó. ..
Peter me tomó de los hombros y me miró, acercándose a mi rostro.
─ Garfio te dio un beso... ─me dijo, estaba furioso.
─ No, no, no, no fue eso...
─ ¿Y Cómo era? ¿Grande, pequeño, mediano?
Quede perpleja...
─ No sera... ¿Cómo fue?
─ Pues Wendy tambien me dio uno ─aseguró, con airesvde superioridad ─. Lo tengo aqui mismo...
Sacó de su bolsillo un dedal, y empecé a reir, aliviada y con una mano en el pecho.
─ ¡Un beso! ─exclamé ─. Pues sí, pero lo perdí.
Peter sonrió.
─ En verdad, este no me lo dio Wendy... ─se sonrojó ─. Es para ti...
Sonrei, y me acerqué a abrazarlo, le susurre al oido un Gracias y tomé el dedal.
Todo se habia aclarado. Entonces, mientras admiraba mi beso la puerta del camarote salio volando, y Garfio estaba allí...
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Me disculpo si fue muy corto, pero no he tenido tiempo. El próximo será mucho más largo ;* ★☆♡♥
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Peter Pan, el chico en mi ventana
FanfictionVera es una jovencita soñadora que a pesar de no decirlo en voz alta, desea crecer antes de tiempo. Crecer de la manera aburrida: Trabajar, no jugar. Sumar y restar, no dibujar. Dejar la niñez atrás, muy atrás... O eso al menos hasta que un día, mi...