Aclaración: Los personajes no me pertenecen, pero si la trama de está historia.
Título: El Viudo
Introducción.
Justo cuándo pensó que sus sueños se cumplían, la vida vino y le dió una merecida bofetada de realidad.
Aome ha estado enamorada de Sessho...
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《Ausencia: circunstancia de estar ausente, o de no existir alguien o algo en determinado lugar.》
Era curioso como en casi dos meses, Sango, su compañera de cuarto se había convertido en su amiga, aquella chica era más extrovertida que ella y hasta pícara, era realmente divertido vivir con ella.
Aome se miró al espejo y se sonrojo, era un vestido hermoso y atrevido el que Sango le había comprado, debido a que ella estuvo trabajando hasta el cansancio para conseguir un permiso de tres días, su compañera de cuarto le dijo que le conseguiría el vestido.
Paso la mano por la tela, no le desagradaba, y aunque no era su estilo, le gustaba mucho como le quedaba, sobre todo porque era azul, su piel se veía más blanca y sus ojos azules resaltaban, se había maquillaje muy natural, y se había puesto adornos sencillos, una gargantilla del mismo color del vestido y unos aretes.
Salió del baño, Sango chilló de emoción-¡Te ves fabulosa!- gritó su amiga-, si está noche vuelves sola a casa será porque rechazaste a todo los pretendientes que te saldrán esta noche- su amiga asintió confiada.
-. Gracias Sango- aunque recibía halagos a menudo, no los creía todos, pero el de su amiga había sonado sincero y lleno de cariño-¿De verdad tienes que terminar ese trabajo hoy? Irazue dijo que estas totalmente invitada- Sango asintió nuevamente.
-. Sí, debo terminar esa tarea, es mi examen final, aunque dile que me hubiera gustado mucho ir- Aome asintió con una sonrisa, unos toques en la puerta anunciaron a un invitado.
Sango corrió a abrir la puerta-. Hola Bankutso- saludo y lo dejo pasar, los ojos del chico brillaron al ver a su acompañante de esa noche, su corazón se aceleró, cada vez que la veía se preguntaba con más seriedad ¿sí ella tal vez era un ángel? Sus mejillas se sonrojaron y ella río.
-¿Te gusta?- Bankutso quiso responder, pero solo dijo un tonto tartamudeo, se aclaró la voz.
-. Yo- suspiró encantado-, yo no puedo ni describir lo bonita que te ves- le dijo con tono soñador, Aome se sonrojo, últimamente su amigo se había vuelto muy audaz.
-¡Bien!- Sango lleno el silencio que se había formado, le entregó un pequeño bolso a la azabache -, váyanse ahora, y disfruten mucho de la boda- su amiga los corrió-, debo terminar mi trabajo final, y no creo lograrlo con ustedes dos coqueteando- dijo mientras los sacaba del apartamento, Aome río divertida ¿Ellos, coquetear?.
Durante el viaje a la boda, ambos hablaron de cualquier estupidez que se les ocurrió, y es que en los últimos años se habían vuelto muy amigos, llegaron con la mejor actitud a la boda, con grandes sonrisas en los labios, y tomados de la mano.
-. Aome, debo ir a entregar los anillos, ya vendrá la organizadora a decirte donde nos sentaremos- le acarició los hombros, ella lo miró alegre, entonces antes de irse le dio un beso en la mejilla-, haré eso muy rápido- la azabache asintió.
