Capítulo 19: Sueño

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—La ansiedad es la mente yendo más de prisa qué la vida—

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—La ansiedad es la mente yendo más de prisa qué la vida—

Todo era un verdadero caos, podía escuchar a la gente ir y venir, las sirenas de la policía y ambulancia parecían estar en una competencia de quien hacia más ruido, los policías están revisando cada esquina de su casa, ella no había dicho ni una sola palabra, solo se aferraba a Sesshomaru como si este fuera un salvavidas. No quería estar dentro de la casa, pero tampoco se sentía segura afuera.

Sabía que su comportamiento era muy infantil, pero sentía que si soltaba a Sesshomaru este desaparecería, y ella estaría sola de nuevo.

—. Necesito que su esposa de una declaración— la voz suave de la mujer daba la orden implícita—, después ustedes podrán marcharse, pero necesito su declaración—Aome tenía escondido el rostro en el cuello del peliplata, él estaba sentado en el sofá de la sala y ella descansaba sobre sus piernas, abrazándolo como si fuera un bebé koala.

—¿Debe ser hoy?— podía escuchar el cansancio en la voz del peliplata.

La mujer suspiro—. Sería lo mejor, desconocemos la cantidad de personas involucradas en el delito, también queremos saber si su esposa está herida en alguna parte—Aome tembló, no había permitido que nadie la tocará, aquello era tonto, sabiendo ella que todos solo hacían su trabajo, pero la idea de que alguien que no fuera cercano a ella tocará su cuerpo en ese momento le daba asco.

—. Eran seis personas dentro de la casa— hablo lo suficientemente alto para que la escuchara la policía.

—¿Lograron hacer daño?— le pregunto con voz suave la oficial.

—. No, nunca pudieron encontrarme— su garganta ardía, y podía sentir las lágrimas llenando nuevamente sus ojos—, iban a matarme—rompió a llorar—, ellos— sintió que le costaba respirar—, ellos iba a matarme—Sesshomaru le acarició la espalda, y le beso la cabeza, se obligó a calmarse, si terminaba su declaración podría irse pronto ¿A donde? No tenía idea, pero era imposible pasar la noche ahí.

—¿Pudiste escuchar el nombre de quien los contrato?— respiro hondo.

—. No, solo decían la palabra cliente—se mantuvo lo mejor que pudo en calma—, solo se que eran seis, y que debían matarme—su voz tembló al recodar qué no solo iban a matarla, pero aquello prefería guardarlo para su misma.

—. Esta bien, lo hiciste bien— la oficial habló con ternura—, estoy muy feliz de que no pudieran encontrate, y pudieras mantenerte segura mientras nosotros llegábamos, eres muy valiente— se mantuvo callada, la verdad estaba agotada, lo único que había hecho ese día era llorar, cerró los ojos cansada, dejándose vencer por la fatiga y el cansancio.

***************

Al abrir los ojos lo primero que vio fue el techo blanco, su cuerpo estaba mojado, pero sentía la suave tela secandola, miró a Sesshomaru, quien le dio una suave sonrisa mientras le secaba el cuerpo con la toalla.

—. Estabas dormida, no quise despertarte, pero imaginé que no te gustaría dormir sucia— y estaba en lo correcto, la sola idea de que ya estaba bañada le hacia sentir relajado el cuerpo—, ya casi termino— le coloco la toalla en la cabeza—¿Tienes hambre, quieres agua?— le acarició la mejilla con ternura, como si la pregunta le hubiera despertado el estómago, sintió hambre.

—. Tengo hambre y quiero agua— recordó que no había almorzado, pues sus planes eran comer en su salida con Sesshomaru, también desconocía la hora, pero imaginaba que era muy tarde, es más ni sabía donde estaban—¿Dónde estamos?—pregunto, mientas miraba por todos lados.

—. Estamos en la casa de mi padre— se quedo callada, su suegro era un hombre muy amable con ella, era de los pocos que se había alegrado de verdad por su matrimonio—, me llamó en cuanto supo lo sucedido, me dijo que aquí estaríamos seguros— lo miro colocarse unos calzoncillos, tomo unos y se acerco a ella—, mañana te traeremos ropa, por hoy, usa esta—la verdad no le importaba dormir desnuda, pero no quería despreciar su amabilidad, él siempre era tan servicial y amable, que solo lo dejaba ser.

Se levantó con torpeza de donde estaba sentada, y se dio cuenta que estaba en la taza del baño, el peliplata le ayudo a vestirse, colocándole incluso una de sus camisas, se sentía limpia y mimada.

—. Vamos a comer—la tomo de la mano, saliendo del baño, para llegar a la habitación, la decoración era sencilla, paredes y piso de madera, unas estanterías con libros, un escrito, una mesa pequeña para café con la cena servida, dos sillas, y la cama, que era más pequeña que la de ellos—,esta era mi habitación cuando vivía aquí— miro con más cuidado al saber eso, pero la verdad, la habitación era como él, solo con lo necesario, también sospechaba que había pasado por alguna remodelacion, pues no había posters, o algo que personalizara aquel espacio—, ven, comamos— la guío a la mesa, y sirvió la comida, era un sopa espesa de verduras, muy sabrosa y suave, también, había un plato fuerte con pollo, arroz y verduras, agua, y un postre, que era un pastel de limón, no fue hasta que empezó a comer qué se dio cuenta de cuanta hambre tenía, se lo comió todo, sin dejar nada.

Sesshomaru le dio una sonrisa—. Que bueno que comiste todo—Aome asintió, la verdad, comer le había provocado sueño, bostezo, su cuerpo le paso factura, estaba adolorida, y solo quería seguir durmiendo. Se levantó con pereza y se tiró en la cama, las sábanas suaves le dieron la bienvenida. No tardó mucho para que el ojos ámbar le hiciera compañía, con cariño la arropo y la abrazo, no le tomo mucho caer rendida de sueño.

Sesshomaru la miró, se sentía angustiado, aunque ella dormía plácidamente entre sus brazos, era como una ilusión, se sentía mediocre, si ella no hubiera sido lo suficiente rápida e inteligente, ya no estaría a su lado, la sola idea de perderla le dejaba un dolor inmenso, tenía que encontrar al culpable antes que la policía, quería que esa persona sintiera el mismo miedo y dolor que él, no habría perdón ni misericordia, a él podían despedazarlo si deseaban, pero a ella no debían tocarle un solo dedo, la abrazo con más fuerza, tenía miedo de dormir y despertar con la noticia de que ella ya no estaba. Su mente era un caos, pero solo podía pensar en alguien, un hombre capaz de todo, el hombre que fue capaz de acostarse con la mujer que había criado como su hija.

Continuará...

Hoy vengo con un cap tranquilo, la pobre Aome paso por algo realmente difícil, Sesshomaru esta experimentado muchas emociones negativas, entre ellas la culpa por no poder proteger a su esposa, también está su deseo de venganza.

Literalmente Sesshomaru en estos momentos

Recuerden que la persona que hizo esto, siempre ha sido un enemigo silencioso, el autor de las cartas, siempre estuvo acechando, esperando una oportunidad 👀

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Recuerden que la persona que hizo esto, siempre ha sido un enemigo silencioso, el autor de las cartas, siempre estuvo acechando, esperando una oportunidad 👀.

Atte:Lovestruck.

El Viudo (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora