Capítulo 7: Enamorado.

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《Eres la única que me ha hace...
Cada vez que nosotros...
Sabes que eres mi fantasía favorita— Willflower 5SOS》

Tenía enrojecidas las mejillas, Aome iba a matarlo, ella tembló sobre su pecho y a él se le hizo difícil tragar, por un lado agradecía que ella eligiera que se dieran un baño en la bañera, pero por otro, su masculinadad estaba erguida y adolorida después de solo 5 minutos metidos ahí, esto era la peor tortura, ni cuando había dejado de fumar había sufrido tanto.

No soy un animal... Se dijo así mismo en un intento por bajar esa situación, ayer lo hiciste, y hoy también tuviste diversión, ese pensamiento en lugar de relajarlo solo empeoró como se sentía, Aome se acomodó más en su pecho, sus mejillas enrojecieron más, ella seguramente sentía lo que le estaba pasando.

—. Sesshomaru— la azabache lo llamó con voz nerviosa, se trago un suspiro, bajo la mirada que había mantenido clavada en un azulejo de la bañera, su mirada se centro en enrojecido rostro de su esposa, ella estaba muriendo de vergüenza, Aome ya había sentido como estaba—¿me-me podrías— ella carraspeo nerviosa—¿me podrías, abrazar?— asintió y quito los brazos de los bordes de la tina, definitivamente, ella lo quería matar, la tomó de cintura y junto sus cuerpos, atrapando su adolorida erección entre sus glúteos, contuvo un suspiro, la respiración de la azabache se aceleró, y en un movimiento que lo sorprendió ella giró para besarlo, sus suaves labios lo besaban llenos de timidez, y todo su autocontrol desapareció, no iba a contenerse más, la acercó a su cuerpo y se sumergió en aquel beso inocente.

Aome hecho los brazos en su cuello, sintió aquel cálido cuerpo sobre el suyo y supo que ya no podría resistirse más—. Ponte de pie y apoya tu espalda en la pared— los ojos azules lo miraron con confusión, Sesshomaru se lamió los labios y volvió a besarla, pero estaba vez lo hizo lleno de deseo, mordió los suaves labios de la azabache, quien lo recompenso estremeciendose, giro sus cuerpos haciendo que ella quedara atrapada entre la bañera y su cuerpo.

Una de su manos tomo uno de sus pechos, ¡Joder! Como le gustaban, beso el cuello de Aome, tenía varias marcas ya, ella solo se aferró a sus hombros, le encantaba como respondía a sus caricias, su mano dejó su pecho, colocó ambas manos en su cintura y  en un rápido movimiento, subió a Aome sobre el borde de la bañera, ella lo miró confundida, y él sólo le regalo una sonrisa maliciosa, le dio besos en su rodilla para ir avanzando sobre su muslo, jadeo,  y le abrió las piernas, las mejillas de su esposa se volvieron tan rojas como el carmín, se veía tan sexy, pero seguía viéndose inocente, era una combinación perfecta, subió una pierna a su hombro y la feminidad de su pequeña quedó expuesta para él, la miró a los ojos, y entonces la beso en ese nudo, ella cerró los ojos y soltó un gemido, eso solo alimento a la bestia sedienta de deseo que vivía en su interior, sacó su lengua y acarició ese pequeño nudo, el sabor de Aome invadió su boca, siguió estimulado su intimidad, ella solo podía gemir y estremecerse.

—. Sessh...— ella lo llamaba entre gemidos, con suavidad introdujo un dedo en su intimidad, su dedo fue engullido, y apretado, su pene palpito adolorido de deseo, deseaba unir su cuerpo al de ella, pero debía prepararla, siguió besando, podía sentirlo, ella estaba muy cerca, sacó despacio su dedo, y luego lo metió de golpe, Aome grito de placer, y después escucho un golpe, detuvo sus caricias y miro a su esposa.

Aome lo miraba asustada mientras sostenía su nuca, Sesshomaru se preguntó que había pasado—. Me-me golpeé la cabeza— dijo en un susurró y con torpeza la azabache, río, seguramente ella había hechado la cabeza hacia atrás, y por eso se había golpeado contra la pared, sacó el dedo de su intimidad y se puso de pie saliendo de la bañera,  le dio un apasionado beso a su ardiente esposa, ella le correspondió de inmediato, tomó su cintura y la levantó su cuerpo, las piernas de la azabache envolvieron su cuerpo, sintió escalofríos al sentir sus pieles tocarse, caminó a la cama y la recostó como si ella fuera de porcelana, la miró, los labios rojos e hinchados, su delgado cuello, con bonitas marcas, sus pechos totalmente erguidos pidiendo caricias, sus respiración agitada, se colocó sobre ella y la besó, sentía tantas cosas por ella, estaba tan enamorado desde hacía tanto tiempo, quería hacerle tantas cosas, quería que ella le hiciera cosas, metió su mano en los mechones azabaches, les dio un suave tirón, Aome gimió en respuesta, sus cuerpo se calentó aún más, en toda su vida ninguna mujer había sido capaz de excitarlo tanto como lo hacía Aome, se colocó entre sus piernas y se introdujo despacio, la azabache gimió, se apoyo en sus brazos y la miró mientras se abría paso en su cálido y estrechó cuerpo, ella tenía los ojos fuertemente cerrados, se mordía los labios conteniendo sus sonidos, y temblaba ligeramente.

Se quedó quieto, debía calmarse, esta apenas era su segunda vez, debia ser suave, respiró hondo, el interior de su esposa se sentía tan bien que apenas y podía contenerse, quería estar así hasta el amanecer, beso tiernamente a la azabache, ella le correspondió, el último año le parecía una completa fantasía, se habían vuelto novios, luego se comprometieron, y por último, hacía unos días, se habían casado, Aome era su esposa, eso le parecía irreal, pero en ese momento, con ella besándolo cariñosa, enterrado en su ser, siendo uno solo, compartiendo el calor de sus cuerpos, se daba cuenta que no estaba soñando, si no, que estaba viviendo el presente, ellos estaban juntos, amándose, sin callarlo, mostrándoselo con sus cuerpos.

Se movió despacio, Aome reaccionó apretandolo en su resbaladizo interior, gimió, le era imposible contener aquellos sonidos, con ella se sentía como un puberto, siempre deseando más, la deseaba todo el día, y al mismo tiempo sentía que si ella lo besaba terminaría como un inútil precoz, ella despertaba tantas emociones en su cuerpo, quería darle duro, pero también ser suave y romántico.

Salió despacio y luego entró con una estocada rápida y fuerte, Aome gimió llena de placer, eso lo hizo temblar, se movió rápido en su interior, haciendo que la habitación se llenará con sus gemidos, y el sonido de sus cuerpos, besó segado de pasión los labios de la azabache, su plan era ser dulce, pero estaba tan lleno de deseo que no pudo evitar ser brusco, se levantó, los ojos azules se abrieron, su corazón palpito rápido, esa mirada inocente de siempre, ahora era un mirada llena de deseo, una que pedía más. Le dio un rápido beso y tomó una almohada, y la colocó debajo de su trasero, Aome la miró confundida, pero él sólo sonrió, se mordió el labio, se irguió, tomó las piernas de la azabache y las puso en sus hombros, sus manos tomaron su cintura y de una estocada unió sus cuerpos.

Aome soltó un jadeo de sorpresas, se sentía diferente, y era en un buen sentido.

Sesshomaru gruñó y se movió rápido y fuerte, Aome se retorcía de placer bajo sus caricias, eso lo animaba a ser más audaz, podía sentir como su interior lo apretaba más y más, incluso era más cálido y los fluidos hacían más salvajes sus movimientos, lo sintió, sintió como Aome llegaba al orgasmo, apretandolo de manera casi dolorosa, gruñó, eso provocó sus orgasmo también, y se movió más duró y certero, alargando el orgasmo mientras sus fluidos se convinaban.

Aome jadeaba sudorosa bajo su cuerpo, respirando agitado, con delicadeza bajo las piernas de la azabache de sus hombros, sacó la almohada bajo la azabache y salió de su interior, miró como de manera perezosa su semen salía de la intimidad de su esposa, sonrió pícaro, otra vez estaba excitado.


Continuará....

Yo escribiendo el capítulo:


Espero que les gustara, y tranquilas, estaré actualizando más seguido, pues me puse como meta, que de aquí aun año esta historia estarás finalizada.

Gracias por su paciencia y apoyo 😊

Atte: Lovestruck

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