《En dos semanas sentía como sí hubiera envejecido 10 años》
Sentía que ya no podía más con el sueño, por fortuna Sesshomaru llegó temprano a casa y la ayudo a darse un baño, ahora estaban acostados en la cama, él la abrazaba con fuerza con una mirada preocupada, Aome no era consciente, pero estaba fría y su cuerpo temblaba, el peliplata se preocupó, ella no había dicho nada en todo aquel tiempo, cuando llegó a casa la encontró sentada en el suelo, se veía pálida y su temperatura era un poco más alta de lo normal, con temor de que la fiebre empeorará la cargo hasta el baño y le dio un baño.
—. Solo tenía 16— dijo Aome en susurró lleno de pesar, Sesshomaru la miró sin comprender, las lágrimas llenaron sus ojos azules, en sus años trabajando en emergencias había cuidado a varias adolescentes que sufrieron abuso sexual, las había visto sufrir y llorar hasta quedarse dormidas, vio con sus propios ojos el dolor en aquellas niñas, se imaginaba a Rin llorando en una esquina de su habitación temiendo de su abusador.
Sesshomaru la abrazo en silencio, preocupado, debió ser algo terrible para que ella llorara de aquella manera, le besó el rostro con cariño, Aome se calmaba de apoco.
—Rin— dijo con tristeza—, ella se acostaba con su padrastro— lo soltó de golpe, un malestar se instalo en el estómago del peliplata, pero por fin entendió porque nunca logro saber quién era el amante Rin—, Sango encontró la última agenda que uso, la usaba como diario, según lo que leí ella se acostaba con su padrastro, y también, creo que ella fue violada por él— cerró los ojos, le ardían demasiado, había llorado por segunda vez ese día—, leí, que ellos tenían esa relación desde que tenía 16, ¿Donde diablos estaba su madre para protegerla?—secó unas lágrimas fugitivas, e intento tragar el nudo en su garganta.
Sesshomaru le acarició el cabello con cariño a la azabache, no tenía palabras, no sabía ni siquiera como sentirse, su matrimonio con Rin fue una tortura, una que aún lo atormentaba, pero al escuchar a Aome llorar y escuchar parte de su historia le llegaba un sentimiento de lastima, y varias cosas caían en su lugar, siempre le había parecido extraña la relación de Rin con su padre, pero él al no tener una buena relación con el suyo pensó que tal vez aquello era normal.
Aome lloró en sus brazos hasta quedarse dormida, la miró, su nariz roja, y sus ojitos hinchados, le dieron un malestar, ella lloraba mucho últimamente, suspiró, la azabache siempre lloraba por algo que estaba relacionado con él. Le besó la frente y la acomodó en la cama, cubrió con una sábana su cuerpo, para después salir de la habitación.
Subió al ático, al encender las luces se iluminó el espacio olvidado, habían varias cajas, pero él caminó hacía esa caja, no sabía porque conservaba esas cosas, pero de alguna manera sintió que no debía tirarlas, no sabía que estaba temblando hasta que vio sus manos mientras habría esa cajita.
Se obligó a sí mismo a calmarse, ella ya estaba muerta, y solo era un amargo recuerdo, nada más, tomó un respiro hondo y abrió la caja, miró las agendas, eran 4, también había un álbum de fotos, unas cuantas cartas, y un collar de diamantes, que ahora sabía de quien era. Tomó la caja y salió del ático, cuando estaba preparando el divorcio había encontrado esas cosas, las había conservado pensando en que encontraría pruebas para probar la infidelidad de Rin y hacer más fácil todo.
Se sentó en la mesa del comedor, pensó en las palabras de Aome, Rin tenía 16 años cuando comenzó su relación con Naraku, se sintió asqueado, él aparte de ser mayor de edad era su padrastro, ¿Como habían llegado a enredarse de esa manera? Y es más ¿Donde diablos estaba su madre? ¿Porque había permitido una madre que abusaran así de su hija? Suspiró, la verdad, sabía muy poco de Rin y su familia, repasó con tranquilidad en sus recuerdos, ella le había dicho que su madre se caso con Naraku cuando ella tenía nueve, pero a los cinco años de matrimonio se divorciaron, olvidó el motivo por el cual Naraku se quedó con su custodia, se tallo los ojos, comenzaba a dolerle la cabeza.
—¿Sessh?— miró hacia la voz que lo llamaba, Aome estaba a unos pasos de él, lo miraba preocupada, le dió una pequeña sonrisa y ella acortó la distancia que los separaba, se puso de cuclillas y le acarició una mejilla—¿Estas bien?— lo miró con cariño, Sesshomaru se sintió reconfortado, ella aún tenía los ojos hinchados, pero ahí estaba, siendo su apoyo.
—. Ahora estoy mejor— le beso la mano que lo acariciaba—, solo busque unas cosas— ella miró hacia la mesa, se sintió confundida, Sesshomaru suspiró—, cuando estaba buscando pruebas para el divorcio con Rin, encontré esas cosas— explicó, y se sintió como un bicho raro, habían pasado casi tres años de aquello, pero él aún tenía esas cosas, Aome asintió—, nunca pude deshacerme de esas cosas porque cuando ella murió todo fue un caos, apenas tenía tiempo para dormir—comenzó a explicar—, esa caja estuvo olvidada en alguna parte de mi apartamento, y cuando nos mudamos aquí, las personas encargadas de traer mis cosas no dejaron nada en el apartamento, incluyendo esa caja, Aome te juro que yo...— fue callado por los labios de la azabache, ella le dio un beso dulce.
—. Tranquilo— la azabache se sentó en sus piernas, rápidamente la abrazo—, no te estaba pidiendo una explicación, solo quería saber si estabas bien— ella acarició su cabello y él escondió su rostro en su cuello, olió su aroma, ella siempre olía bien—, admito que es muy bicho raro de tu parte aún conservar esas cosas, pero no soy nadie para juzgar— ella soltó una suave risa, Sesshomaru se escondió más—, tranquilo mi niño, se que no las guardaste porque la extrañas, solo se te olvido que las tenías, eso suele pasar— se sintió feliz, su primer matrimonio había estado lleno de dudas, malos tratos, insultos, si aquello hubiera sucedido con Rin alguna habitación de la casa habría terminado destrozada, pero una vez más, las diferencias entre Rin y Aome quedaban fuertemente marcadas, su azabache era dulce, comprensiva, amable, apasionada en cada aspecto de su vida, ella era como agua fresca en medio de un desierto.
Ella le beso en la cabeza—. Te amo— le susurró con cariño, Sesshomaru se quedo quieto, disfrutando de aquella intimidad, y las caricias que ella le daba llenas de cariño.
Abril 17.
Mamá se divorcio de Naraku, solo tomó sus maletas y se fue sin mirar atrás.
Dijo que cuando estuviera bien, volvería por mí.
Pero mami... Solo tengo 14, yo te necesito ahora, no después.
¡Mami por favor vuelve!.
Continuará...
Atte: Lovestruck.
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El Viudo (+18)
FanficAclaración: Los personajes no me pertenecen, pero si la trama de está historia. Título: El Viudo Introducción. Justo cuándo pensó que sus sueños se cumplían, la vida vino y le dió una merecida bofetada de realidad. Aome ha estado enamorada de Sessho...