Capítulo 16: 2002

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《 5 minutos bastan para soñar toda una vida, así de relativo es el tiempo—Mario Benedetti 》

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5 minutos bastan para soñar toda una vida, así de relativo es el tiempo
Mario Benedetti 》

Se levantó de malas, muy de malas, se apartó el cabello del rostro, miró el lugar vacío a su lado, suspiró, Sesshomaru no volvería hasta la próxima semana, se había ido ayer y ya lo extrañaba.

Camino al baño, apenas tenían un mes casados y él ya tenía que hacer viajes de negocios, se lavó molesta los dientes, necesitaba su beso de buenos días, también verlo al despertar. El sonido del teléfono rompió el silencio en la casa, corrió para tomar su teléfono y contestó de inmediato.

—¡Seshmau!— dijo con la boca llena de dentífrico, escuchó la risa de su esposo y las piernas le temblaron, caminó hacía el baño para terminar de limpiarlos.

—. Buenos días— dijo él con cariño—¿Como estas?— ella apresuró su limpieza, y contestó.

—. Te extraño— respondió triste—, mucho— agregó mientras se sentaba en el escusado, Sesshomaru suspiró.

—. Yo también te extraño, te extraño mucho— dijo con tono serio—, apenas pude dormir anoche, creo que soy masoquista, extrañaba sentir un peso en mis costillas— ambos rieron, Aome tenía la costumbre de dormir sobre su pecho, lo cual era algo incómodo para él, pero al final terminó acostumbrándose.

—. Esta casa es muy grande— dijo triste—, además yo...— se sintió tímida, había extrañado tanto al peliplata, ellos lo hacían casi todas las noches, así que su cuerpo extrañaba esas caricias también.

—¿Además que?— dijo con diversión—¿Que pasó ahora gatita traviesa?— se estremeció al oírlo hablar con diversión—, ese silencio, ¿Qué tanto me extrañaste a noche?— se quedó callada, y él río—, yo te extrañé tanto, que lo poco que logré dormir fue para soñar contigo— sus mejillas se sonrojaron ante la idea de Sesshomaru soñando con ella—, sabes, ese sueño me dejó con un problema que solo tu puedes solucionar— aguantó un grito de emoción—, por eso te llamé, pensé que si escuchaba tu voz me haría extrañarte menos— se mordió el labio—, pero fue todo lo contrario, ahora te extraño mucho más— él suspiró—, cuando regrese quiero que vayamos a algún lado, no me importa si es la playa, o el cine, pero quiero que tengamos una cita— Aome sonrió como boba, sabía lo mucho que Sesshomaru odiaba salir, también sabía lo difícil que era para él tener una cita.

—. Me gustaría mucho— dijo con una sonrisa en su rostro.

Corrió por la casa, había hablado con Sesshomaru por tanto tiempo que se le había hecho tarde para el trabajo, al caminar por el pasillo choco con algo, varias cosas se desparramaron por el piso, su mirada miró capto las agendas y varías cosas más, suspiró, comenzó a meter las cosas nuevamente en la caja, habían acordado que verían lo que había escrito ahí, pero por el trabajo y otras actividades se habían olvidado por completo de la caja, Aome miró las agendas y escogió la más vieja. 2002 con un dorado gastado era el número dibujado en aquel librito rosado, conciente de que no podía perder más tiempo, metió en su mochila la agenda y siguió su carrera al hospital, hoy debía cubrir a una compañera en el turno de la noche, sería una jornada larga.

El Viudo (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora