《Es curioso como las personas que amenazan con quitarse la vida no lo hacen.
Pero las que no piden ayuda, son las que lo hacen》Nada más sintió su boca llena de pastillas, las escupió, no podía rendirse, aún no. Se sintió tonta por hacer aquello, si ella moría ¿Como recuperaría a Sesshomaru?.
Se lavó los dientes quitando todo rastro de las pastillas, se dio un baño y decidió dormir.
En sus sueños fue calidamente abrazada, era cálido y suave, se sintió llena de paz, conocía bien aquel abrazo cálido y cariñoso, se acomodó mejor en los brazos de Naraku, esa noche, su tristeza y preocupación pasaron a segundo plano mientras dormía bajo ese sentimiento de hogar.
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Suspiró cansada, mañana se irían a París, Naraku estaba lleno de emoción, mientras que ella solo esperaba que ese año allá pasará rápido.
—. Rin— Naraku la abrazo y beso con dulzura su mejilla—, iré a comprar lo que me pediste— dijo con la voz llena de emoción, él acarició de manera cariñosa su pequeña barriguita—, pequeño, no seas una molestia para mami— los ojos rojos de él brillaban llenos de emoción, se veía muy feliz por la idea de ser padre, sonrió al verlo.
Tomó su rostro y lo besó con dulzura en los labios, Naraku se sintió en las nubes, rara vez Rin tenía un acto cariñoso, así que era un verdadero gusto para su corazón ella le daba cariño.
—. Te amo— ambos se sorprendieron ante tal confesión, Rin no supo de donde le salieron aquellas palabras, y Naraku se sonrojo con fuerza, ¡Por fin! ¡El cielo habia escuchado sus plegarias! Sonrió hasta donde su boca se lo permitió, tomó las pequeñas manos de la chica y las besó con devoción.
—. Yo también te amo, te amo mucho— le llenó el rostro de besos, esa acción de Naraku siempre le había parecido tierna, y le gustaba, si era sincera, nunca había sentido odio o desagrado por él, sus sentimientos eran complicados, no quería nada serío con él, pero tampoco quería que la dejara—, seremos muy felices— la abrazo con cariño, y ella aunque planeaba dejarlo, se dijo que disfrutaría ese año, estarían muy lejos, así que podrían ser como cualquier pareja, sin esconderse.
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Cerró con pereza la maleta, no llevaba mucho equipaje pues pronto su ropa no le quedaría, miró la hora en su teléfono, Naraku no volvería hasta hasta las 6 de la noche, suspiró, estaría dos horas sola.
Mientras pensaba en que hacer, por la casa, un sonido de la puerta siendo golpeada con fuerza hizo eco, se asustó y entonces escucho los gritos—¡Rin! ¡Rin!— su cuerpo se estremeció, era la voz de su madre—¡Rin abre la puerta!— se oía sumamente molesta, con temor camino hacia la puerta, no quería abrir, tenía miedo—¡Rin si no abres la puerta en este momento te arrepentirás!— aunque ya era una mujer adulta, en ese momento se sintió como una niña insignificante, con sus manos temblorosas abrió la puerta.
Dos cachetadas, una en cada mejilla, fue lo que recibió la abrir la puerta, se asustó aún más—¡Eres lo más bajo!— una nueva cachetada fue atestada en su adolorida mejilla—¡Te acostaste con Naraku!— el mundo se quedó en silencio, su madre lo sabía, ¡Su madre lo sabía! Los ojos se le llenaron de lágrimas y el arrepentimiento abrazo su tembloroso cuerpo.
—. Ma-mami— con los ojos llenos de lágrimas alargó sus manos para tocarla, pero ella se apartó con un asco claro en su rostro.
—. No me toques— el frío en su voz fue como un cuchillo, tembló con más fuerza, pudo escuchar el castañeo de sus dientes al chocar entre sí—, me das tanto asco— aquello le dolió tanto, su madre, su amada madre—, está será la última vez que me veas— su madre la miró con los ojos llenos de asco y odio—, siempre has sido un estorbo en mi vida, todo lo malo en mi vida ha sido por tu culpa— en la voz de su progenitora no había ningún sentimiento—, deberías hacerle un favor al mundo y quitarte la vida— Rin lloraba de manera salvaje.
—¡Mami! ¡Mami!— se aferró con fuerza a su mano—¡Por favor, por favor! ¡No me dejes, no me dejes!— pidió de rodillas, su madre, sin ninguna compasión se soltó de su agarre y la miró asqueada—. Mami... Por favor, perdóname ¡Seré buena!— rogó—, si mi mami me deja, y ya no me quiere, yo ya no tendré porque vivir— la mujer, le dio una última mirada, se dio la vuelta y comenzó a caminar, Rin intento ponerse de pie, pero debido a la tensión del momento sus piernas apenas y podían sostenerla, le temblaba todo el cuerpo—¡Mami! ¡Mami!— llamo entre llantos a la mujer que se alejaba sin mirar atrás—¡Rin será buena! ¡Mami por favor vuelve! ¡Mami...!— rogó entré llantos, su "madre" nunca la miró, aún escuchando su voz rota por el dolor, los ojos cafés de la chica solo miraron con impotencia como la persona que más amaba se iba dejándola.
Lloró derrotada en el piso, las palabras de su madre hacían eco en su cabeza, si ella no hubiera nacido su madre tendría una mejor vida, y no estaría estancada con un estorbo como ella. Con el cuerpo aún tembloroso tomó una decisión, ya no sería más un problema para su madre, ya no más.
Comenzó a escribir un mensaje para su mamá, una despedida, y en su dolor, pensó en el hombre que había robado su corazón, pensó en Sesshomaru, seguramente él saltaría de felicidad cuando leyera su mail.
Mientras su mente llena de dolor caminaba, rompió un florero, miró los pedazos de cerámica rotos como ella en el piso, tomó una y caminó a su habitación, se acomodó en la cama, estaba realmente agotada, ya no quería ir a París, ya no quería nada, pasó el trozo afilado por sus muñecas, y aunque aquello dolía, era como sentir una brisa fresca en un implacable verano, cerró los ojos disfrutando que aquella tranquilizadora sensación.
Continuará...
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El Viudo (+18)
FanfictionAclaración: Los personajes no me pertenecen, pero si la trama de está historia. Título: El Viudo Introducción. Justo cuándo pensó que sus sueños se cumplían, la vida vino y le dió una merecida bofetada de realidad. Aome ha estado enamorada de Sessho...