Rey solitario ||RivaMika

♕Una posible ayuda♕

-¿Tu quien eres? -dije alterada. Vi como abría la boca para hablar, pero no lo deje y dije lo siguiente-. ¡No le digas a nadie!

El me mira de forma extraña.

-no le digas a Hangi, ni las otras brujas. Promételo.

El se queda en silencio. Yo camine de forma rápida al balcón y miraba por esas paredes.

-dime, Que hay tras estás paredes ¿Podría escapar por ahí?

-¿Escapar? ¿Por qué? -dice mirándome sin entender nada.

-fui traída contra mí voluntad, para el Rey. Dicen que es un hombre horrible, ¡Que se come el corazón de las jóvenes y a mí también me va a comer! -dije mirando alguna forma de escapar.

-el -dice ese hombre-... No es horrible. —parecía como si se hubiese ofendido o algo así.

-acaso... ¿Lo conoces? -me acerqué a él lentamente. Lo mire asustada- ¿Es verdad que se alimenta de corazones jóvenes?

-¿De corazones jóvenes?

-había una joven, solo quedó ella... Se arrodillo y cubrió su cabeza, el Rey se acercó y la olfateó, y se fue... -dije apartándome de el.

El tipo solo quedó con la boca abierta. No sabría que estaba pasando por su mente ahora mismo.

Me asomé al balcón demasiado para poder observar todo.

-oye, cuidado -se acerca a mí- detrás de eso hay un acantilado y puedes caer.

-entonces... Ayúdame por favor.

-es mejor que vuelvas. Si saben que te haz ido y te capturan, te pondrán en un saco y te tirarán al mar.

-¿Al... mar? -ya no tenía más esperanzas. No podría escapar nunca de aquí- ¡No! ¡Yo quiero ir a mí casa, eso quiero! Ahí... ahí me esperan mamá, papá y mí hermana -me senté en el suelo y empecé a sollozar.

-no temas -siento su presencia a mí lado- nadie podrá hacerte daño mientras yo esté aquí, mikasa.

-¿Co-como sabes mí nombre? -dije insegura.

-tu nombraste a Hangi. Ella me lo dijo, «una rebelde y salvaje loba había llegado al harén» y después dijo tu nombre.

-¿Que? Yo no soy la salvaje, ella es la salvaje -conteste indignada- yo solo me protejo -mire a otro lado-. Ella... me encontrará y me golpeará -susurré con miedo- por favor ayúdame -lo mire- sálvame, sácame de aquí.

El toma mis manos y se levanta junto a mí.

-yo te ayudaré, pero vuelve al harén. Hay decenas de muchachas, encontraremos una solución antes de te escoja. Vuelve al harén.

Hice una pequeña sonrisa. Saber que alguien me ayudaría, me tranquilizaba.

-¿Cuál es tu nombre?

-oh, me llamo Kevin...

-Kevin -sonreí- ¿Y por qué debería aceptar tu ayuda Kevin? ¿Cómo sé que eres de confianza?

Aunque me dé tranquilidad, aún no puedo confiar plenamente en ese hombre que recién conocí.

-porque yo también deseo huir.

Me quedé impresionada.

-¿Te trajeron a la fuerza igual? ¿Dónde está tu familia?

-vete, tienes que regresar.

Me quedé callada, mire a todos lados. Iba a regresar por dónde entré.

-¿A dónde vas? Allí es la salida -apunta a otro lado.