Rey solitario ||RivaMika

♕Sorpresa inesperada♕

—listo, estás preciosa —dice Hangi cepillando mí largo cabello.

—lo que menos quiero es estar linda para ese tipo —dije con desgana. Mis manos estaban sudando y temblando.

—tranquila, ¿Si? Trataré de hacer algo para que Levi y tu no hagan nada, ¿De acuerdo?

De la nada entra Reiner con el semblante claramente molesto.

—señora Hangi, no debería estarse metiendo en esos problemas. El rey solicita a Mikasa.

"Uy, como me cae mal ese rubio"

Hangi suspira y me lleva fuera de la habitación rumbo al aposento del rey. Yo estaba temblorosa y sentía mis piernas como gelatina. No tenía nada más que hacer, un plan ahora no serviría de nada.

Ya habíamos llegado. Uno de los guardias de la puerta entraron a la habitación del rey y luego volvió y me dio permiso para entrar.

Hangi me lanzó una mirada de «tranquila yo trataré de hacer algo por ti». Sonreí levemente y entré al aposento. El olor que había dentro era rico. Lo primero que vi fue la cama que estaba con sábanas rojas y de grande.

—por lo menos no intentaste escapar —dice Levi haciendo que me sobresalte.

Me quedé a mitad de la habitación como una estatua. Levi estaba solo con una tela que cubría sus partes, dejando a las vista sus abdominales, sus fuertes brazos y su pecho.

—co-como... Ya di-dijo... Eemm... —movía mis manos nerviosa—. Si yo escapaba iba a hacer algo contra mí familia.

—exacto —se acerca a mí y acaricia mí cabeza—. Bien hecho, ya vas a aprendiendo.

Cómo me molestó ese comentario, pero solo forcé una sonrisa.

—ahora, quítate la ropa —ordena. Me quedé helada, no quería. Tengo vergüenza y miedo, ni loca quiero quitarme la ropa en frente de un hombre.

—¿A-ahora...?

—ahora. Luego te acuestas en mí cama y abres tus piernas para mí y yo me meta en medio. ¿Te parece? —hace una sonrisa traviesa.

Cerré mis ojos y le di la espalda. Con mis manos temblorosas agarré una tira del vestido que estaba en mí hombro y lo bajé lentamente.

"Ay, dioses, por favor denme una idea..."

Estaba que lloraba de vergüenza. Además estaba ansiosa por lo que podía ocurrir más adelante. Aún ni siquiera bajaba los tirantes. Me puse en guardia cuando el se acercó y con sus manos acarició mis brazos y pasaba las yemas de sus dedos suavemente. Ahí sentí un escalofrío.

—vamos... Rápido —dice en mí oído y de paso da un beso en la curvatura de mí cuello. Dirige su mano para bajar mí vestido.

—re-rey...yo... Cre-creo que me siento... Mal... —me tambalee y agarré mi cabeza con las manos.

—oi, ¿Estás bien? —dice levantándome y llevándome a la cama recostándome.

—mmh... Tch —me retorcía en la cama mientras tomaba mí cabeza. Me había hecho bolita—. Te-tengo ganas de vomitar...

—tsk, voy a buscar a Hangi —levi sale del aposento y me deja sola. Abri uno de mis ojos para ver si no había nadie.

"¡Jaja! Funcionó"

Me estiré en la cama ya que estaba cansada. Menos mal se me ocurrió hacer eso y me salió muy bien que hasta yo quedé impresionada de mí capacidad para la actuación. No puedo creer el alivio que siento ahora.