Rey solitario ||RivaMika

♕Intento fallido♕

Mikasa estaba ocultando su pequeña daga. Sasha y Nanaba estaban con ella escondida en uno de los pasillos del palacio.

—bien chicas, Jean nos está esperando afuera. Solo diremos que iremos a comprar y actúen con normalidad —dice Sasha—. no hay que tener miedo... no hay que tener miedo...

—de las 3 tu eres la única que está temblando de miedo —habla Nanaba mientras pasaba la mano por su cabello.

Mikasa suelta una pequeña risa y las 3 emprenden su marcha hasta la salida.

La azabache igual estaba nerviosa, su corazón latía a mil y sentía que ya se le iba a salir por la boca. Tenía la fé de que podrían salir de ese palacio.

Salieron del castillo y estaban en el patio de la entrada. Al llegar a ese muro donde había un portón y guardias protegiendo, Sasha se prepara para hablar y dice:

—ejem... Disculpen ¿Podrían dejarnos ir?

—¿Para donde van señoritas? —dice un soldado mirando fijamente a Sasha.

—la reina Kuchel me ordenó ir a comprar joyas y unos vestidos, por eso necesito la ayuda de ellas —apunta temblorosamente a mikasa y Nanaba.

—¿Y con quién van?

— el soldado Jean nos espera. —dice Nanaba sonriendo y jugando con sus manos.

—oh, bien ¡Abran! —ordena a los demás. Ellos abren la entrada y las 3 chicas salen.

Mikasa estaba feliz, habían salido del palacio y ahora podían escapar. Pero había un sentimiento que en el fondo de su corazón estaba ahí presente, era inseguridad o alarma.

—vamos, ahora —dice susurrando mikasa.

—no, espera —detiene Nanaba—. Aún no nos tomemos esto como una victoria...

—¿Por qué? —pregunta Sasha ansiosa—. Por fin estamos afuera.

—espera Sasha... —Mikasa empieza a caminar lentamente—. ¿No creen que salimos demasiado fácil? Es demasiado raro que no nos hallan preguntado nada más.

—¡No sean paranoicas! —ríe Sasha tomando del brazo a mikasa y Nanaba—. Ya escapamos así que aprovechemos de ya salir de aquí.

—es verdad. Mikasa, aprovecha la oportunidad, ya escapamos —sonríe Nanaba.

Empiezan a caminar rápidamente. Mikasa y Sasha iban juntas, mientras que Nanaba iba tras de ellas con una pequeña sonrisa, algo que irritaba a mikasa ya que esa mujer no paraba de reír de la nada o estar con esa pequeña sonrisa. Estaban en una situación riesgosa, no era momento de reír o sonreír.

—en esa esquina debería estar jean —menciona Sasha—. Vamos rápido.

Mikasa asiente y sigue caminando. Ya faltaba poco para ser libre e ir con su familia, les daría una sorpresa. Por fin volvería a tener esa vida tranquila.

"Tontas, en esa esquina está su muerte"

Piensa Nanaba, ya que sabía que en esa esquina del pequeño callejón del pueblo estaban los guardias del rey. Todo estaba funcionando.

"Mikasa y esa chica rara cayeron como ratas en mí trampa"
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Lloré en frente de esa muchacha estúpida para hacerme la víctima y que me contara todo su estúpido plan. Estaba emocionada, quería ver a esa mocosa junto a su amiguita como le cortaban su cabeza. Y sirvió, me contó todo.

Cuando ella estaba haciendo otra cosa, aproveché de ir dónde Levi, tenía que saberlo. Si quería complacer a mí rey, tenía que contarle todo lo que sabía.