4.

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Niall

Me tomé la libertad de sentarme en su cama. Y toque las suaves sábanas que escogí para ella, todo es de lo mejor. Las más tersas y cómodas telas, la mejor madera para su cama, de las mejores marcas para su aparatos, y todo eso solo para mí Camille.

De un momento a otro oigo la puerta del baño cerrarse. Una Camille con el cabello húmedo y la nariz roja sale completamente sorprendida e indefensa.

—¿Niall? ¿Que haces aquí? —pregunta poniendo sus brazos en su pecho.

—Oh, solo vine a traerte un pequeño detalle —dije levantándome, y tomando el aparato. —Es un difusor de aromas. Te servirá para descansar y relajarte después de un largo día —le explico conectando el pequeño difusor cerca de su mesa de noche. Sacando los pequeños contenedores con las esencias dentro.

—¿Y como funciona? —pregunta sentandose en la orilla de la cama con la mirada baja.

—Solo colocaré unas gotas de esencias, y el difusor hará su trabajo... Los va a evaporar y difunda, como dice, por toda la habitación. —coloco tres gotas de cada uno, y me siento a su lado —¿Por qué lloras Camille? —tome su barbilla con mis dedos y la obligué a mirarme —Habla conmigo, yo te escucho.

—Yo...—ella mordió su labio, y sus ojos se cristalizaron —Tengo mucho miedo Niall. Nadie me había odiado, y mucho menos echado de un lugar. Nunca nadie me quiso... Tocar —ella sollozo, y la atraje a mi pecho, pase mis manos a lo largo de su espalda tratando de calmarla —No sabía cómo era el mundo fuera del orfanato, y es tan terrorífico. Yo no quiero vivir siempre así.

—Y no lo harás pequeña, no lo harás. —separo su rostro y seco sus lágrimas. —Yo te prometo darte la mejor vida que pueda darte, y más. Y si me obedeces jamás nadie tocará ni un centímetro de lo que eres, yo te protegeré por siempre, Camille ¿Confías en mí? —Ella asiente, y seco ese rastro de lágrimas. Beso su frente y me quedo unos minutos con ella acariciando su espalda.

—¿Quieres que te deje descansar? —hablo con un tono ronco ya que llevamos un rato sin hablar. Ella niega, pero sus ojos se ven cansados. —Es hora de dormir Camille, es muy tarde vamos.

—Pero no quiero quedarme sola... —dice casi en un susurro, viendo la cama.

—¿Quieres que me quedé? —pregunto con ilusión.

—¿Puedes? Así me sentiré más segura, y si deseas puedes irte cuando me duerma, es solo por tranquilidad —ella dice rápido, y yo niego acostandome a su lado.

—Ven aquí —digo, y ella con algo más de confianza, se acerca a mi.

De apoco se va acercando más a mí, y queda echa un ovillo pegada a mi.

—¿Tienes frío? —pregunto notando que ella se acerca más a mí.

—No, es solo que... Bueno, por las noches cuando veía películas de terror, o no me sentía bien, fuera física o anímicamente. Violet y yo dormíamos juntas, y yo como la gran cobarde que soy me aferraba a ella —responde, y por alguna razón me parece tierno —¿Estoy ocupando tu espacio verdad? Ya me quito, seguro es incómodo —ella estira las piernas alejándose de mí.

—No Camille. Si eso te ayuda, ven. —la arrastro conmigo, y la abrazo —Soy muy confíansudo. Puedes ser abierta conmigo, no te preocupes. —digo, y mantengo mi brazo a su alrededor. Ella no hace nada para quitarlo —Puedes decirme todo lo que quieras pero descansa.

—Vale —ella se acurruca y yo la suelto solo para cubrirla con la cobija. La vuelvo a sujetar, y el difusor comienza hacer efecto, proporciono suaves caricias en la cabeza de Camille, y por lo lento de su respiración sé que ella está dormida.

SHE |N•H| +18 [TERMINADA] Where stories live. Discover now