SHE |N•H| +18 [TERMINADA]

36.

Niall

Llevo más de ocho horas en el hospital y mi hijo no quiere nacer. Esta vez es real y no una falsa alarma , pienso en Camille y en lo molesta que está conmigo debo arreglar eso apenas Connor nazca .

Aparentemente él parece estar cómodo dentro de Amelia. Pero ella está todo lo contrario a eso.

Está pálida, sudada. Se ve muy mal, pero creo que es normal cuando vas a dar a luz ¿No?

—¿Te sientes bien? —pregunto dando masajes a su espalda

—¿Tu qué crees genio? —responde de mal humor —¿No es muy tarde para una cesárea? Estoy muriendo.

No digo nada ya que no se qué debo decir. Yo no soy el mejor para pasar este proceso, estoy asustado, y preocupado por su apariencia moribunda, nunca la había visto tan mal.

Amelia estaba apunto de llegar al punto máximo, de esto según la doctora, en menos de dos horas, ya estaría en labor.
Llegaba a diez centímetros de dilatación y ya, solo sacaba al bebé de ahí.

Ella tenía ocho.

Solo teníamos que esperar, esperar, y esperar.

[.]

—Okey, Niall. Amelia llegó a los diez centímetros, solo hace falta que te pongas ese traje, y entres a la habitación —me ordeno la doctora.

—¿Yo tengo que entrar...? —susurré

—¡Por supuesto! Ella necesita apoyo —dramatizo la doctora.

—Bueno...

Una enfermera tomo mi brazo, y me guío hasta una habitación, me dió el traje azul, y ese me lo coloque sobre la ropa.

Una puerta en la habitación, me llevaba directo a la sala de parto.

Ahí estaba Amelia, con sus piernas muy abiertas, una mascarilla en la cara, enviándole oxígeno, y la frente llena de sudor.

Ahora no era momento de asustarme.

Me acerque a Amelia, y ella tomo mi mano, para apretarla con fuerza.

—Respira hondo... Vamos —la animé secando con mi otra mano, la transpiración de su frente—. Por Connor.

—Esto duele mucho, no puedo hacerlo —chilló apretando mi mano con fuerza a la vez que, la doctora le pedía pujar durante diez segundos.

—Respira Amelia, unos cuantos más, para sacarlo.

—Realmente... No puedo —dijo débilmente, con la respiración inestable. —Niall pase lo que pase por favor cuida de Connor y en caso de que algo pueda suceder en mi mesa de noche deje una carta para ti y otra para Connor .

—Si puedes Amelia. Yo sé que si, solo mantente fuerte, se que eres fuerte, la más fuerte, hazlo por Connor todo estará bien eres fuerte—le pedí.

Ella asintió, con lágrimas bajando por sus mejillas.

Eso realmente debía doler.

Pasaron cinco pujidos más... Al sexto paso.

El brutal llanto de connor, inundó la habitación, su pequeño cuerpo fue alzado al aire, por las manos de la doctora.

—¡Ha llegado! —celebro, llevándolo rápido al pecho de Amelia. Quien ahora mismo, tenía los labios secos, y los ojos cansados, pero llenos de lágrimas al tocar a Connor por primera vez.

Aún estaba aturdido por el hecho de tenerlo finalmente en nuestros brazos.

Me arrodille a la altura de ellos, y puse mis manos sobre las de Amelia.

El pequeño dejo de llorar al sentir el calor de Amelia.

Podrán decirme exagerado, o lo que sea.

Pero verlo, me hace sentir un gran cambio, lo hace todo más real... Y ahora, cielos... Quiero ser el mejor padre que este niño pueda tener. Lo amo, estoy seguro de eso.

Me pidieron cortar el cordón umbilical con una tijera especial. Lo envolvieron en una manta, en el pecho de Amelia, mientras ella sonreía entre lágrimas al verlo.

Todo estaba siendo, increíblemente hermoso, cuando un sonido nos llamó la atención a todos.

—¡Doctora Amelia está teniendo una arritmia cardiaca! Su pulso se está elevando.

Cuando subí mi mirada, el agarre de Amelia a connor se había aflojado, ya que ella estaba... Desmayada.

Asustado, tome al bebé con una seguridad que no sabía que poseía.

Algo en mi, se incentivo. No permitiría que a Connor le pasara algo malo jamás .

—Señor, le pido que salga de la habitación. Nos llevaremos al pequeño a los cuneros, puede ir con nosotros. —dijo una enfermera, apareciendo frente mi campo de vista. Alzando los brazos para tomar a Connor, pero me negué, no dejaría que lo tomara.

—Yo... ¿Que le sucede? —pregunté lleno de pánico, viendo a Amelia rodeada de personas.

—Ella estará bien. Necesitamos sacar al bebé, y prepararlo —ella me puso una mano en el hombro, y me guío fuera.

Ahí había un cunero con laterales de vidrio, dónde ella cubrió a Connor y lo metió ahí, para llevarnos a ambos al área de cuidados maternos.

[.]

Connor estaba perfectamente vestido, con su gorro que decía Connor Horan y pequeños guantes blancos.

Tenía las mejillas grandes y gordas.

Era una pequeña bolita de amor completamente sano .

No podía pedir nada más .

Lo tenía en brazos, mientras le sonreía embelesado por sus ojos color verdes.

Tenía la boca pequeña, y labios finos como los míos, cabello suave y castaño, dedos largos, y blanditos, y una perfecta y rosada nariz de botón en medio de su regordete rostro.

El sonido de la puerta abrirse, me saco de mi detallamiento hacía Connor.

Era la... Doctora.

Con Connor aún en brazos, me acerque a ella.

—¿Cómo está ella doctora? ¿Ya está estable? —pregunté preocupado.

—Niall...—ella suspiro—. Lamento mucho tener que decir esto. Pero hubieron complicaciones inesperadas durante los últimos minutos, y segundos después del parto, que no pudimos controlar. Su corazón hizo demasiado esfuerzo por primera vez, y lamentablemente, ella no pudo con esto. Su corazón se detuvo.

¿Qué?

Ella me debe estar jodiendo. Está jugando una broma de mal gusto...

Connor no puede quedarse sin Amelia, ella es su madre. Ella estuvo esperando por el por mucho tiempo, ella... Ella no puede morir.

Ella no pude estar muerta... No.

—Eso no es cierto —la mire mal.

—Niall, desearía que así lo fuera. Es un niño precioso, ví como Amelia esperaba con ansias su llegada, ella lo amo demasiado antes de poder conocerlo, y lamento tanto que esto haya pasado —sentí como su voz tembló al final de la oración.

Amelia, debes estar bromeando... No puedes dejarme solo en esto, se supone que lo crecería viendo a sus dos padres críandolo, no puede estar pasando esto.

Carajo! Como se supone que criaré a Connor si no estas aquí ?

                          
                              

Dejaré esto por aquí y me retiro lentamente.