SHE |N•H| +18 [TERMINADA]

32.

Niall

Despierto abrazado al pequeño cuerpo de Camille, su respiración aún es lenta, lo que me indica que está dormida.

Tengo una hora fija de despertar, que es a las siete treinta de la mañana.

Así, que aprovecho esto para despertar a Camille también. Y así no llegue tarde a clases.

Aún tenemos unos minutos así que tomo el celular, y veo mis pendientes del día de hoy.

Lo primero que veo, es la consulta al obstetra con Amelia para ver al pequeño.

Después de eso, solo ir a la empresa para completar el trabajo que deje ayer.

No es demasiado, tal vez haga algo más tarde con Camille.

Veo que, la misma. Se remueve en su lado, así que me acerco a su rostro, y despertarla con besos.

De pronto ella abre los ojos, y me sonríe.

—Buenos días, guapo. —ella me saluda.

—Buenos días princesa, ¿ Tuviste un buen sueño ?—

—Siempre lo son, cuando tu estás en ellos.

—¿Dulces o cachondos? —me atreví a preguntar.

A la media noche la escuché quejándose, pero no por molestias. Supe muy bien de que se trataba, pero preferí dejarla disfrutar su sueño, ya que yo me encontraba cansado.

—Mmh, —pensó y luego se rió—Una mezcla de ambos

—Tal vez lo pueda hacer realidad después. —susurré en su oído tirando del lóbulo de su oreja con mis dientes.

—Lo veremos. Por ahora, tengo que ir a clases, y tú con Amelia y tú bebé. Así que, ¡Arriba bonito ! —antes de que se levantará, tome su cintura para detenerla.

—¿Y tú cómo sabes eso, muñeca? —pregunté curioso.

—Pues, está anotado en la nevera. Nana lo hizo para que no olvidarás eso —se encogió de hombros. Había olvidado ese detalle, por alguna razón Nana está emocionada por el nacimiento del bebé, y quería saber todos los detalles.

No es que yo no lo esté, pero ella lo está aún más que yo.

Me emociona verlo, y saber que es un varón, me emociona aún más. Ya que, no estoy mínimamente preparado para ser padre de una niña.

Sé que podré hacerlo mejor con un niño. Yo no planee esto, pero de apoco si me ha hecho ilusión verlo, y trataré de hacer lo mejor que pueda para ser una buena figura paterna.

Camille se metió a la ducha sin mi, y yo bajé a desayunar rápidamente para después tomar una ducha .

                             [.]

Camine hasta el edifico, donde llevo viniendo desde que Amelia tiene cuatro meses de embarazo .

Entre, y fui directo hasta el piso de obstetricia. Ahí estaba Amelia en la sala de espera con su gran panza.

Di los buenos días a los demás, y me senté a su lado

—Hola. —la salude—¿Como están?

Ella me dió una media sonrisa.

—Pues, yo bien. Él muy activo —toco su panza. Siendo sincero, me daba pánico hacer eso —Ya nos toca, en unos minutos me llamarán.

Así fue, no muchos minutos después, la llamaron. La ayude a levantarse, para poder entrar al consultorio.