ℭ𝔞𝔭𝔦́𝔱𝔲𝔩𝔬 14

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Bandera blanca.

𓏲      ˖        .     ˖ ࣪⭑      ˖ ٬    ุ๋

Aedion.

Subo y bajo la mano por mi miembro erecto mientras miro las cámaras que tengo en el gimnasio.

Angeline está echándose agua sobre los pechos, con los ojos cerrados y la boca entre abierta. Ha hecho esto ya dos veces en estos días y no he parado de repetir los videos como un maniaco. «Maldita bruja» me la pone dura con tan solo mirarla, ¿que carajo me pasa?. Puedo tener a cualquiera; a la más puta, la más bella, la más santa...pero heme aquí jalándomela mirando al enemigo.

Traerla a Alemania ha sido el primer paso del plan que tengo para ella. El segundo será cuando entre a la primera misión y sea reconocida por Vaciliás. Lo conozco y en cuanto la mire será cuestión de tiempo para que desaparezca del mapa. Así asesino a lo más amado de Leonel, me gano más puntos para cuando me den la corona, evito la guerra entre clanes y me quito de encima el peso de estar tras de ella.

La puerta de mi oficina se abre y aparece Angeline. Su mirada baja a mi entrepierna y escupe la leche que trae en la boca, el vaso se le cae y se queda quieta como tonta.

—¡Sal de aquí! —La echo.

Pero en vez de hacer caso se agacha a recoger los pedazos de vidrio sin dejar de mirarme la verga.

—¡Lárgate ya! —Me levanto furioso guardándomela en el pantalón.

Su cara se pone roja, se levanta dejando todo en el piso y sale casi corriendo. Cierro la puerta y siento como la furia me corroe. «Ya me arruinó el día»

No quiero volvérmela a coger ahora que sé que ya se la cogió otro. No me cojo a la misma dos veces y aunque con ella fue diferente eso se terminó. Ahora mi objetivo es acabar con ella lo más pronto posible.

—¿Me dejas pasar? —Escucho la voz de Rebecka detrás de la puerta.

Abro la puerta de mala manera y su mirada baja hacia mi marcada erección.

—¿Que quieres? —Le pregunto.

—Ve a que alguien te baje eso —Sonríe con las mejillas encendidas y me hace poner los ojos en blanco.

—¿Que carajo quieres? —Le vuelvo a preguntar.

—Ya lave tu ropa y limpie la casa, solo vengo a avisar que saldré a cenar con unos amigos.

—Está bien —Me recargo en el marco y cierro los ojos.

Estoy estresado a un nivel al que no había llegado antes. Esta semana mi deseo sexual está tan elevado que no lo calmo con nada. Ya me follé a dos venezolanas, hice trío con unas rusas, me he masturbado mirando los videos de Angeline y nada más no consigo lo que busco.

—Ve a dormir —Becka toca mi hombro—. En unas horas viajas a Grecia y necesitas descansar.

Rebecka es como una hermana para mi, es quien más se ha dedicado a cuidarme. Le di asilo a ella y a su madre en la mansión hace cinco o seis años, desde entonces ella es quien cuida de esta propiedad y está al pendiente de mi.

LETAL . #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora